9 Consejos tóxicos de familiares a los que nadie sabe cómo reaccionar

Psicología
hace 5 años

Los amigos y familiares son una fuente inagotable de consejos que la mayoría de las veces nunca pedimos. Algunos de ellos ayudan a tomar una decisión en una situación difícil, pero también hay otros que son francamente perjudiciales, a los cuales es mejor hacer oídos sordos.

Genial.guru ha recopilado una lista de los consejos brindados por seres queridos más tóxicos de todos los tiempos. Si escuchas al menos uno de ellos, lo mejor es que salgas corriendo.

1. Tienes que...

El deseo de cambiar radicalmente tu vida debe nacer a partir de tu voluntad interna y un fuerte deseo. Pero las madres y abuelas piensan que, con la ventaja de su experiencia, definitivamente saben más que tú qué debes hacer en cada momento de tu vida.

  • Qué hacer. Es poco probable que una acción causada simplemente por un “Debes hacer esto” nos haga felices. Para que dentro de 10 años no regañes a tus padres por arruinar tu vida, es mejor separar los deseos impuestos de los propios. Es necesario responder honestamente a las preguntas “¿Qué quiero en este momento?”, y “¿Cómo me gustaría vivir dentro de 5 y 10 años?”.

2. Piensa en el futuro...

Es difícil para los padres aceptar que su hijo o hija adulto pueda vivir de una manera muy diferente a la de ellos y disfrutarlo. Tal consejo es apropiado solo si una persona se destruye a sí misma: bebe, consume estupefacientes, o tiene una relación tóxica.

  • Qué hacer. Según los psicólogos, los pensamientos sobre el futuro son útiles, pero solo los constructivos. Por ejemplo, no vale la pena reprocharte por la aparente falta de perspectivas, pero reflexionar sobre los planes que son previsibles y comenzar su implementación inmediatamente es muy necesario.

3. No vas a poder...

Los padres a menudo ven a sus hijos adultos como bebés que no pueden tomar decisiones y asumir responsabilidades. Es más fácil para las personas mayores desaconsejar a sus hijos de comenzar algo nuevo que preocuparse desesperadamente y pensar que las cosas no van a salirle bien.

  • Qué hacer. Forma el hábito de evaluar cualquier plan con la cabeza despejada, sin emociones innecesarias. Y si confías en tus capacidades, los temores de los familiares no deben convertirse en una razón para abandonar iniciativas interesantes. Incluso cuando se trata de tratar de perder peso, debes estar preparado internamente para las consecuencias que esto pueda traer y ser responsable para conseguir lo deseado.

4. Te va a servir...

Cuando nuestros padres eran jóvenes, el mundo no cambiaba tan rápidamente, por lo que la acumulación de cosas, conocimientos y habilidades (incluso los saberes para cocinar un plato) eran relevantes. Ahora es más importante poder buscar y procesar información, y tratar seriamente solo aquellos asuntos que son interesantes.

  • Qué hacer. Debes decir claramente que estás cansado del flujo constante de información y que prestas atención solo a las cosas importantes. Al mismo tiempo, vale la pena describir el rango de tus intereses: tocar la flauta, practicar deportes, pilates, o estudiar filosofía griega antigua. De esa forma, la gente sabrá que una clase magistral para armar tu propia caña de pescar no será algo que te interese.

5. Para qué necesitas...

“El primer coche debe ser simple y barato”, “los vestidos solo se usan una vez”, “vale la pena ahorrar para un inmueble, no para el entretenimiento”... Todas esas frases significan: “Conoce tu lugar”. Al mismo tiempo, son igual de dañinos los consejos de los familiares sobre conformarte con poco, porque invitan a que te impongas restricciones voluntariamente.

  • Qué hacer. Primero, necesitas erradicar tu miedo de cometer un error. Alguien precisa una excelente carrera y cosas caras para ser feliz, mientras que para otra persona es más importante poder viajar sin restricciones. Tienes que tomar tus propias decisiones sobre lo que es importante para ti, incluso si se trata “solo” de un vestido de novia.

6. Esto es exactamente lo que necesitas...

Todos, al menos una vez en la vida, escucharon algo como: “¿Y por qué dejaste las clases de actuación? ¡Esa era tu vocación!”, o “¡Este traje te quedará muy bien!”. Si la opción propuesta no tiene nada que ver con la realidad, vale la pena pensar si tienes una relación lo suficientemente fluida con la persona que te recomienda cosas que no son de tu agrado, o si no te conoce demasiado.

  • Qué hacer. La mejor opción para detener el flujo de consejos es expresar rápida y claramente tu posición. Incluso una frase firme como “Lo siento, pero no pienso lo mismo” puede calmar al consejero. Una versión más suave es: “Gracias por tu preocupación, pero ya tomé mi decisión”.

7. Tienes que...

A la generación anterior, la cual tuvo una educación muy severa, le cuesta imaginar cómo es vivir sin un sentido del deber y con obligaciones eternas. De hecho, los lazos familiares tienen que formarse sin violencia. Es más probable que un hijo querido por sus padres los ayude durante su vejez, pero si durante toda su vida se sintió agobiado por ellos, las cosas podrían ser diferentes en ese entonces.

  • Qué hacer. Los padres tienden a generar un sentido del deber en un niño. Como resultado, reemplazan sus deseos reales, se convierten en la base para elegir una profesión y un compañero de vida. La palabra “Deber” es apropiada solo en algunos casos, por ejemplo, cuando se trata de cuidar a un hijo o pagar facturas.

8. Toma un ejemplo de...

En nuestra infancia, hubo un personaje mítico que complicó nuestra existencia: el hijo de la amiga de nuestra madre, quien era un excelente alumno, ayudaba a sus padres con las tareas del hogar y, al mismo tiempo, lograba asistir a una docena de clases adicionales en las cuales obtenía calificaciones perfectas. Ahora, esta persona debe haber crecido para convertirse en un empresario exitoso que viaja por todo el mundo y combina el tener un blog personal con la crianza de sus perfectos niños. Por supuesto, a los otros padres les parece que algo hicieron mal y que su hijo debería esforzarse más para alcanzar ese ideal.

  • Qué hacer. Evaluarte a ti mismo por los logros de los demás es un hábito muy malo que debes abandonar. Compara tu situación actual con la que tenías hace un año o más. Si eres más feliz ahora, entonces has hecho un progreso tangible. No importa si esta felicidad parece diferente a la que muestra el hijo de la amiga de tu madre en Instagram...

9. No seas como...

Un truco popular es señalar un rasgo negativo en una persona y caracterizarlo por él. Por ejemplo, incluso si tu padre realmente rara vez termina sus proyectos, bien podría ser un ejemplo para seguir. La mayoría de las veces, estos “consejos” no son brindados para ayudar, sino para herir a través de las conexiones sociales. Luego surge un sentimiento de culpa, y el “consejero” logra lo deseado y fortalece su poder.

  • Qué hacer. La mejor manera de salir de esta situación es hacer preguntas, dice la entrenadora de vida Meghan Keaney Anderson. En lugar de frustrarte, deja que el consejero hable. Las preguntas pueden incluso ser un poco absurdas, lo principal es que tú mismo lleves a cabo la conversación. Por ejemplo: “Dime, ¿en qué más me parezco a mi padre?”.

¿Qué tipo de consejos dañinos de familiares escuchas con mayor frecuencia y cómo reaccionas ante ellos? Cuéntanos en la sección de comentarios a continuación.

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