9 Verdades cínicas que los cuentos de hadas nos inculcaron en la infancia, y ni siquiera nos dimos cuenta

Psicología
hace 3 años

No hay niño que en la infancia no haya leído cuentos de hadas, así como no hay adulto a quien esos cuentos no hayan influido. Estos textos nos muestran alegóricamente las verdades mundanas, nos familiarizan con los valores morales de la sociedad. Solo que de vez en cuando, en los cuentos de hadas se esconden verdades tan crudas que solo nos queda preguntarnos cómo no las notamos antes.

Genial.guru releyó con gusto algunos de los cuentos de hadas para niños y descubrió en ellos varias verdades cínicas que están ocultas a los ojos de los pequeños.

Una mujer está obligada a ser hermosa y un hombre solo necesita ser un poco más lindo que un mono: Riquete el del copete

La reina dio a luz a un hijo feo, pero una hechicera le aseguró a la mujer que sería muy inteligente y que podría dotar de inteligencia a quien lo amara.

Otra reina tuvo dos hijas, una muy hermosa y la otra fea. La misma hechicera le dijo a la mujer que la niña hermosa sería terriblemente tonta, pero que tendría un don: sería capaz de regalar belleza a aquella persona que ella amara.

Por supuesto que el niño feo y la niña hermosa se conocieron y se casaron. Pero la hermana fea de la bella princesa simplemente fue olvidada por el autor del cuento.

La moraleja es simple: no importa cuán tonta sea una mujer, si tiene una apariencia llamativa, entonces todo en su vida saldrá bien. Y viceversa: no importa cuán inteligente sea una dama, la ausencia de belleza hará que no haya casi nada bueno en su vida.

Alcanza con tropezar solo una vez, y la gente nunca lo olvidará: Las hadas

La hermana menor fue a buscar agua, se encontró con una anciana y le dio de beber. A cambio, la anciana le hizo un regalo a la heroína: cada vez que la joven abría la boca, de ella salían flores o joyas. La hermana mayor, por el contrario, no le dio de beber a la anciana y pagó por ello: cuando hablaba, de su boca salían sapos y serpientes.

Al final, un apuesto príncipe tomó a la hermana menor como esposa, y la mayor se volvió tan desagradable que la echaron de la casa y luego murió, abandonada por todos. El autor no le dio a la pobre joven ni la menor posibilidad de cambiar.

Para tener éxito habrá que pisar cabezas: El gato con botas

¿Recuerdas cuando el gato usó amenazas para hacer que la gente le mintiera al rey para que su amo se viera mejor? La frase era específicamente esta: “Oigan, buena gente, si no le dicen al rey que este prado pertenece al Marqués de Carabás, ¡todos seréis cortados en pedazos, como el relleno de un pastel! ¡Así que ya lo saben!”.

Más tarde, el mismo gato engañó al caníbal para que se convirtiera en un ratón, luego de lo cual se lo comió y tomó posesión de su propiedad. Como resultado tenemos: la falsificación, las amenazas y la violación de las leyes de la hospitalidad (el caníbal no mostró ninguna emoción negativa hacia el gato, sino que por el contrario, le ofreció comida y lo entretuvo con una conversación) llevaron al héroe a la victoria.

No hay que sacrificarse por amor y esperar que el objeto de nuestra pasión lo aprecie: La sirenita

La sirenita salvó al príncipe y se enamoró de él. Como quería convertirse en humana, hizo un trato con una bruja: a cambio de su voz, la heroína recibió un par de piernas. La sirenita bebió la poción mágica y conoció al príncipe, quien, por supuesto, se enamoró de ella. Bailó para su amado, a pesar de que hacerlo le producía un dolor insoportable. Sin embargo, el príncipe se casó con otra, una princesa que, según le pareció a él, lo salvó, y la sirenita se arrojó al mar.

La conclusión es simple: no hay que sacrificar nada en nombre del amor y esperar que el amado o la amada aprecie este sacrificio.

Las niñas siempre maduran antes que los niños: Peter Pan

Wendy, a diferencia de Peter y de sus propios hermanos, no quería quedarse en el País de Nunca Jamás para siempre; aceptó valientemente la necesidad de crecer.

También hubo indicios de romance en el cuento de hadas: Wendy claramente esperaba de Peter no todo tipo de payasadas, sino alguna relación significativa con la expectativa de un amor futuro. Pero Peter estaba atrapado en la infancia y no podía darle a la heroína lo que ella quería.

Los parientes consanguíneos a veces son peores que las personas extrañas: Pulgarcito

El esposo y la esposa no podían alimentar a sus siete hijos y decidieron llevarlos al bosque. Mientras deambulaban por el lugar, los niños encontraron la cabaña de un ogro. Por medio de un engaño, lo obligaron a deshacerse de sus hijas, y ellos mismos huyeron al bosque. El ogro se apresuró a perseguirlos, pero el héroe del cuento de hadas volvió a burlarse de él: fue con la esposa del caníbal y la engañó para sacarle una bolsa de dinero, después de lo cual los hermanos regresaron con el botín a la casa de sus padres. El padre y la madre estaban muy orgullosos del hijo inteligente que tenían.

Aquí, por supuesto, surge la pregunta sobre la relación entre el número de hijos y el dinero de la familia, y qué sucederá cuando se acabe el oro de la bolsa robada.

Los tontos tienen suerte: Iván el tonto y otros cuentos

Dos hermanos inteligentes que están haciendo todo lo posible para lograr sus objetivos (casarse con una princesa o conseguir medio reino, por ejemplo) y un hermano menor que no brilla de inteligencia. Ese chico, llamado Iván, no hace ningún esfuerzo en absoluto, literalmente todo le cae del cielo. Surge la pregunta: ¿para qué estudiar y esforzarse, si igual alguien que no mueve un dedo lo consigue todo?

Solo el frío, el hambre y las amenazas pueden sacar la tontería de la cabeza de algunas personas: El rey Pico de Tordo

La princesa rechazaba uno a uno a todos sus pretendientes: uno era feo, otro era pobre y el tercero era tonto. El padre de la joven perdió la compostura y le ordenó que se casara con el primer mendigo que se cruzara, quien resultó ser el pretendiente del que la princesa se había burlado más que del resto. El marido encarceló a la obstinada en una choza fría, la obligó a trabajar y la dejó pasar hambre hasta que se transformó mágicamente y se convirtió en una esposa dócil y obediente.

No se trata tanto de humildad como del hecho de que algunas personas pueden ser reeducadas solo con la ayuda de la fuerza, sin importar lo aterrador que suene.

Por cada persona fuerte, siempre habrá alguien que será aún más fuerte: El hombre de jengibre

El hombre de jengibre corría por el sendero del bosque y cantaba canciones a todos los animales que encontraba: el pato, el cerdo, el cordero y el zorro. Este último burló al héroe y se lo comió. La conclusión se sugiere a sí misma: no importa cuán fuerte y hábil sea una persona, siempre habrá alguien que será más fuerte y más hábil.

Por supuesto que si los héroes de los cuentos de hadas fueran todos completamente amables y felices, esto afectaría negativamente a los niños: no aprenderían a resistir el mal y estarían indefensos frente a él. Sin embargo, la cuestión de la necesidad de tal crueldad en los textos sigue abierta: ni los maestros ni los psicólogos pueden ponerse de acuerdo sobre exactamente cuántas de esas verdades tan duras deben revelarse a los niños.

¿En qué otros cuentos de hadas infantiles, en tu opinión, hay indicios de la dureza e incluso la crueldad de nuestro mundo? ¿Deberían leerse a los niños?

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