Las 7 razones más comunes por las que puedes perder la pasión por la vida

Psicología
hace 3 años

Parece que todo está en orden, pero, de la nada, desaparece el estado de ánimo positivo y todo se vuelve poco interesante. ¿Te ha pasado? Según estudios recientes, entre el 30% y el 90% de los adultos sienten aburrimiento en la vida cotidiana y entre los adolecentes este porcentaje llega al 90%. Entonces, ¿qué es lo que no nos deja disfrutar de la vida?

Genial.guru descubrió 7 razones principales por las cuales nuestra vida se convierte en una película triste.

1. Monotonía: cada nuevo día se parece al anterior

Cuando constantemente haces las mismas tareas (en el trabajo, en el hogar) todo se convierte gradualmente en una rutina. El cerebro deja de prestar atención a los detalles y hace todo por pura inercia. Cualquier experiencia predecible se vuelve aburrida, el deseo y la pasión por la vida se pierden.

El consejo de un psicólogo: incluye un elemento de creatividad en tu vida cotidiana, por ejemplo, comienza a dibujar o escribir un blog.

2. Has superado tu trabajo

Una persona capaz necesita tareas de su nivel, solo de esta manera puede estar completamente metido en su trabajo y concentrarse en él. Si el trabajo es demasiado simple o no lo suficientemente inteligente para ti, entonces los deberes monótonos van a aburrirte más fuerte que cualquier película fastidiosa. En este caso solo pueden ayudar algunas tareas nuevas o una nueva posición que esté a la altura de tus habilidades.

El consejo de un psicólogo: trata de concentrarte en las tareas, en lugar del tiempo, esto ayudará a reducir la jornada laboral y a encontrar nuevos enfoques para resolver los problemas laborales.

3. La necesidad de novedad

Todo sienten la necesidad de nuevas sensaciones, aunque la fuerza de esta necesidad varía de una persona a otra. Alguien necesita mudarse cada mes mientras el otro solo necesita cocinar un plato nuevo. Para las personas aventureras o extremas, una variedad de sensaciones es su norma de la vida. Los extrovertidos se aburren más rápido y seguido que los introvertidos.


El consejo de un psicólogo: puedes obtener una nueva experiencia sin salir de tu hogar. Por ejemplo, aprender un nuevo idioma o dominar la cocina de otro país. Ponte a prueba y las aventuras no te harán esperar.

4. No sabes lo que quieres de la vida

Una persona que no se comprende a sí misma ni a sus objetivos está más inclinada a perder la alegría de la vida porque le resulta más difícil encontrar actividades que le interesan. Además, le resulta más difícil comprender sus sentimientos y entender qué es que lo hará feliz. Y si no hay deseo de lograr algo, entonces no hay nada que hacer. Según las investigaciones, el aburrimiento puede ser un indicador de una crisis de vida y la necesidad de autodeterminación.

El consejo de un psicólogo: haz una lista de lo que te gustaría hacer en tu vida y comienza a hacerlo.

5. Intereses limitados

Las personas superficiales son realmente difíciles de interesarse en cualquier cosa. Si en su interior alguien no tiene intereses profundos, metas o deseos, si tiene pocas experiencias vividas y no hay capacidad de reflexión, esta persona solo puede entretenerse con unos eventos externos que pueden acabarse o volverse aburridos.

El consejo de un psicólogo: en este caso, debes establecer varios objetivos y alcanzarlos, desarrollando la motivación y ampliando tus horizontes. Prueba diferentes tipos de deportes, baile, arte, busca tu pasatiempo.

6. Condiciones inadecuadas

La gente que es limitada en sus acciones por alguna razón es la que más se aburre, porque no puede hacer lo que quiere. Por ejemplo, un control excesivo en la adolescencia o la necesidad de cuidar y estar siempre al lado de un hijo pequeño. La sensación de limitación es una gran parte del aburrimiento.

El consejo de un psicólogo: dirige tu atención al objetivo que puedes lograr en este momento.

7. Todo lo hacen las máquinas

Es difícil imaginar a un campesino aburrido en la Edad Media o un cruzado melancólico. El aburrimiento es un fenómeno de nuestra época. En los viejos tiempos no había tiempo para aburrirse y vivir hasta los 30 años era una hazaña.

El progreso nos ha dado más tiempo para vivir y y en gran medida facilitó esta vida y la hizo más cómoda. Por eso apareció el problema de qué hacer con nuestro tiempo libre. Nosotros, por supuesto, no nos quejamos, pero si no sientes placer de la vida, siempre puedes ir a la remota Siberia o escalar montañas para experimentar los placeres de una economía de subsistencia.

De hecho, el aburrimiento no es tan malo como parece. Se puede utilizar como un incentivo para nuevos logros, también sirve como una señal de que hay que buscar nuevas actividades. Y tú, ¿con qué frecuencia te aburres y de qué formas recuperas la pasión por la vida?

Imagen de portada depositphotos

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