Por qué decir que los opuestos se atraen es la mentira romántica más grande, según la ciencia

Psicología
hace 1 año

Durante años hemos sido bombardeados por la creencia de que “los opuestos se atraen”, tanto en las películas y series como en los libros y toda clase de entretenimientos. Por eso, es normal que esta forma de pensar haya pasado de generación en generación, y que la sigamos creyendo y promoviendo. Sin embargo, algunos años atrás han surgido estudios que cuestionan estas afirmaciones.

En Genial.guru nos dimos a la tarea de investigar al respecto, por lo tanto, queremos compartir contigo lo que dicen los expertos. Así podrás orientar a tu amigo/a que está pensando en volver con su incompatible ex.

“Los polos opuestos se atraen”

Es difícil encontrar con exactitud cuál fue el origen del dicho “los opuestos se traen”. Pero sí sabemos que uno de los pioneros en hablar de este tema fue el sociólogo estadounidense Robert F. Winch, quien lo mencionó en un artículo de 1954 en la American Sociological Review.

Su investigación se concentró en las necesidades complementarias que entran en juego cuando los seres humanos seleccionan a su pareja. La idea es que una persona busca entablar una relación romántica con otra que tenga cualidades o características que a él o a ella le faltan. Por ejemplo, el introvertido buscaría a alguien extrovertido para poder aprender o tal vez apoyarse en sus habilidades.

El encanto de lo opuesto

La atracción por el opuesto ocurre en un principio porque la otra persona nos sorprende por lo nuevo y distinto; por ejemplo, alguien que lleva una vida muy estructurada podría quedar hechizado con quien tiene la costumbre de vivir más el momento, sin preocuparse demasiado por qué pasará después. En este tipo de relaciones entre opuestos, también puede participar el gusto por lo “prohibido”, tal como ocurre con los romances entre gente de distintas clases sociales. Estas diferencias tan marcadas pueden causar que el atractivo y la intriga entre ambos aumenten durante los primeros encuentros. Sin embargo, a largo plazo, aquello tan novedoso que nos atraía del otro suele convertirse en un verdadero obstáculo para la relación.

Una situación de lo más común que suele llevar al sufrimiento mutuo es la siguiente: una persona sumamente cariñosa (con cierta tendencia al apego ansioso) con otra fría y distante (de apego evitativo). Aunque en un principio ambos pueden sentirse bien y en equilibrio, con el paso del tiempo llegará la frustración, porque ninguno recibe del otro lo que está esperando.

Sobre las investigaciones al respecto

La ciencia también ha investigado cuánto duran las parejas si ambos son parecidos entre sí y si son de características opuestas. En la Universidad de Kansas y el Wellesley College, por ejemplo, se llevó a cabo un estudio basado en 1523 parejas. El resultado fue que las parejas similares eran más estables a lo largo del tiempo.

Desde la década del 50 se han realizado más de 240 estudios para determinar si las similitudes están relacionadas con la atracción. En el 2013 los psicólogos Mathew Montoya y Robert Horton afirmaron, a partir de una investigación, que no existe ningún tipo de evidencia científica que demuestre que las diferencias en la personalidad, la educación, las tendencias políticas, el entorno familiar, la religión u otras características sean la causa de una mayor atracción. Más bien, su trabajo sugería lo contrario.

Atracción debido a la similitud

El hallazgo más sorprendente del estudio realizado por la Universidad de Kansas y el Wellesley College fue que las personas que están en pareja no cambian con el tiempo. La evidencia muestra que los primeros momentos de una relación son los fundamentales: quienes construyen un vínculo de amistad o de pareja ya tienen características similares antes de conocerse.

En otras palabras, el hecho de que una relación prospere o no podría depender de la similitud que exista desde un comienzo entre las personas que participan. “Uno trata de crear un mundo social donde se sienta cómodo, donde tenga éxito, donde tenga personas en las que pueda confiar y con quienes pueda cooperar para alcanzar sus metas”, comenta Crandall, uno de los autores. “Para crear esto, la similitud es muy útil y la gente se siente atraída por ella la mayor parte del tiempo”, añadió.

Hasta la atracción física hacia los rasgos similares entra en juego

Richard Shotwell / Invision / AP / East News

Otro estudio realizado entre la Boston University School of Health y la Universidad de California reveló que los miembros de las parejas no solo empiezan a adquirir costumbres y gesticulaciones del otro (lo cual a su vez refuerza la similitud), sino que además fue ese parecido el que los atrajo. Genética pura y dura.

Que los miembros de una pareja se parezcan entre sí no depende solo de que tengan antepasados comunes más o menos lejanos. Existen ciertos estudios que revelan un causa llamativa: hay personas que buscan en su compañero o compañera similitudes físicas con su padre o su madre.

¿Qué características debería tener tu pareja para que consideres que son compatibles? ¿Cuál es la pareja que te viene a la mente cuando escuchas el dicho “los polos opuestos se atraen”?

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