¿Por qué los niños “no amados” no deberían ofenderse con sus padres?

Psicología
hace 5 años

“A menudo escucho que la gente se queja de que sus padres no le dieron mucho: amor, apoyo, dinero, caricias, presencia, etc. Incluso a veces yo misma lo digo”, сuenta la psicoterapeuta rusa Aglaya Dateshidze.

"Pero si miras a tus padres como personas reales, no como gigantes ficticios, ¿qué exactamente podían darte?

Mi padre nació en 1946, justo después de la guerra. Si me hubiera tenido a los 20, ahora tendría 52 años y tendría que superar muchas cosas. Pero tuve suerte, soy hija tardía, nacida en los 80. Aunque también hubo bastantes dificultades.

Mi padre no era cálido ni se preocupaba por mí, porque no le enseñaron esto. Tenía bastantes ganas de criticar, la capacidad de ver patologías, hacer daño con su atención. Pero dejó a la familia bastante pronto y no me prestó esta atención dañina, que tanto deseaba. Por suerte, si no estaría arruinada.

Pero en una escuela de música que se encontraba cerca de mi casa había un maestro de acordeón maravilloso, cálido y comprensivo, padre de dos hijas. Llegué a su clase y durante 5 años sin decir nada me convertí en su hija. No toco el acordeón, pero realmente entiendo cómo debería ser un padre. Y luego había profesores de biología, matemáticas, historia, literatura, aikido, jefe del departamento, compañeros de trabajo mayores, autores de libros sabios. Y todos ellos hicieron una imagen de mosaico que funciona bien.

En defensa de mi padre, puedo decir que me dio todo lo que tenía de valioso y saludable sin ningún obstáculo: la capacidad de hablar, escribir, trabajar duro, el amor por la poesía, el gusto por la literatura, el amor por la estética. En estos momentos, él era y es hermoso, lleno de inspiración. Y lo amo.

Muchos padres no dieron a los niños muchas cosas. Especialmente las que ellos mismos no han recibido. Pero, ¿qué podrían dar ellos? Una imagen inmadura del mundo, dependencia, relaciones completamente enfermas con la familia, adicción al trabajo, apatía, depresión, falta de respeto por el cuerpo, insensibilidad y otra lista de temas, cada uno de los cuales requiere un año de terapia. Todo esto tenían los padres en vez de tener el amor por sí mismos, interés, vocación, capacidad de sentir, calma, presencia. Pero esto no lo tenían. Por eso no lo dieron.

No es difícil dar cosas sanas. Pero las cosas envenenadas de una u otra forma no tardan en salir... Imagina que tu hijo pide beber y solo tienes agua envenenada. ¿Cuál sería tu decisión? En cualquier caso, las consecuencias serán desagradables: ya sea sed o enfermedad.

Por lo tanto, muchos padres eligen subconscientemente enviar a sus hijos al mundo sin nada, necesitados y hambrientos, en lugar de “verter” su patología en ellos. A toda costa reducen el contacto, abandonan la familia, rechazan, enviando a los niños a buscar lo nutritivo en otro lugar. Es triste, pero hay que agradecerles por eso.

Es fácil compartir cosas agradables, amadas, las que te sobran y te causan placer. Este es un proceso natural que trae alegría. Compartir las cosas dolorosas causa dolor a ambas partes.

Por lo tanto, te sugiero que mires a tus padres e imagines lo que te sucedería si te lo dieran todo. No dieron lo que necesitas, sino lo que tienen. ¿Cómo vivirías entonces?

O tal vez tienes hermanos a quienes dieron mucho. La lista podría ser: dinero, departamento, expectativas, control, manipulación, desintegración de la familia, responsabilidad por los destinos de otras personas, el deber de ser alimento emocional para los padres. ¿Cómo fue su destino?

Un padre que le va a dar algo a su niño primero debe verificar si es algo sano. Y si no es sano, estos regalos deben ser llevados al terapeuta y no a los niños. Mientras que otro adulto más sano en este aspecto de la vida puede dar algo a sus hijos. Es por eso por lo que uno necesita seleccionar cuidadosamente un entorno social. Y de la paternidad no perderá nada. Es un vínculo que no puedes romper.

Lo principal es saber con qué no llenar. Y hacerlo con cuidado. ¡Buena suerte!"

En Genial.guru estamos realmente conmovidos por este artículo. Después de todo, casi todos están enojados por algo con sus padres. No nos prestaron la atención, no entendieron, no apoyaron... ¿Verdad? ¿O tienes una relación completamente diferente con tus seres queridos?

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