Por qué no logramos desconectarnos en las vacaciones y qué hacer para descansar mejor

Psicología
hace 1 año

Todo el año esperamos el momento de las vacaciones. Cuando por fin llega, nos ponemos a preparar maletas, metemos el traje de baño, el bloqueador, hacemos la reservación del hotel. Nos visualizamos en la orilla de la playa o en la montaña viendo el cielo, mientras el mundo pasa. No hay preocupaciones, tareas, proyectos que entregar. Pero hay algo dentro de nosotros que no logra desconectarse de todo. ¿A qué se debe esto?

En Genial.guru sabemos que es difícil desenchufarse y descansar durante las vacaciones. En este artículo te contamos cuáles son las causas y qué podemos hacer al respecto.

Presentes en cuerpo, ausentes en mente

Aunque las vacaciones sean planeadas, las personas tienden a seguir conectadas a sus trabajos u obligaciones, ya sean escolares, familiares o de cualquier tipo. Según una encuesta, en 2020, el 41 % de los participantes en la investigación tomaron menos vacaciones que en años pasados. Incluso, cuando se van de viaje, constantemente revisan su teléfono, mantienen llamadas telefónicas laborales y siguen conectados al trabajo. Es decir, podrán estar presentes en cuerpo en un resort con todo incluido, pero su mente sigue pegada a la computadora de su oficina.

La hiperconectividad nos juega en contra

Y es que los tiempos contemporáneos tampoco cooperan para que esto sea diferente. Hace algunos años, los aparatos de comunicación permanecían conectados a la pared de la casa, pero esto cambió. Y con los teléfonos inteligentes, las tabletas y las computadoras conectadas al wifi, llevamos los mensajes, los correos y las llamadas a todos lados, incluso fuera del horario laboral. Pero la hiperconectividad podría tener efectos negativos en la salud. Según un estudio, podría llegar a favorecer un desequilibrio en las exigencias laborales y crear conflictos entre el trabajo y la familia. Esto podría generar riesgos psicosociales relacionados con la salud y el bienestar de los empleados.

El cerebro se da cuenta de que viene una “pérdida de tiempo”

Cuando las vacaciones se acercan, el cerebro lo percibe como un premio y comienza a liberar dopamina. Pero también se da cuenta de que se reducirá el estrés y es entonces cuando comienzan los problemas para nuestra querida máquina mental, pues lo concibe como una pérdida de tiempo. Esto se debe a que el cerebro está acostumbrado a vivir bajo situaciones de estrés, está habituado a responder ante las amenazas y como no hay nada de esto durante las vacaciones, se produce una sensación de vacío y malestar y, por ende, se buscan esas actividades que le permiten al cerebro estar alerta ante cualquier amenaza.

La necesidad de recargar baterías

Es bien sabido que tomar vacaciones ayuda a reducir el estrés, nos hace más conscientes del mundo que nos rodea, mejora la salud del corazón y la calidad del sueño. Pero ¿por qué nos cuesta tanto desconectarnos si tiene tantos beneficios? El psicólogo Rafael Santandreu asegura que esto también se debe a la ociofobia, un temor generalizado a no tener nada que hacer. La gente experimenta la necesidad de estar constantemente ocupada, y se genera un “miedo a tener un espacio vacío”. Santandreu dice que esto también sucede por el deseo de ser cada vez más eficaces, de llenarnos de logros y de realizarnos.

Los pequeños pasos suman mucho para lograr un descanso

Se dice muy fácil: debes descansar, pero ¿cómo lograrlo? Aquí compartimos algunos consejos:

  • Entrénate en el aburrimiento: mira el techo, la pared. Si tienes hijos, permite que se aburran sin tabletas, teléfonos o televisión. Que desde pequeños valoren y se entrenen en el aburrimiento. Organiza actividades con ellos y dejen los celulares en una canasta durante el tiempo en el que estén jugando.
  • Sal de casa: un estudio revela que pasar 120 minutos a la semana en un ambiente natural está asociado con mejores niveles de salud y bienestar. Por otro lado, eso nos permite descubrir las bondades del descanso y verlo como una costumbre.
  • Delega responsabilidades: en muchas ocasiones, la razón por la que te mantienes conectado es que tienes bajo tu cargo muchas labores y te preocupa que queden sin resolver. Sin embargo, delegarlas ayuda a que se atiendan a tiempo y sin complicaciones.
  • Desocupa días antes y después de tus vacaciones: por ejemplo, si tienes planeado ir a la playa de martes a jueves, entonces destina el lunes y el viernes para bajar la velocidad y la inercia de tu trabajo.

Si te dieran la oportunidad de organizar tus vacaciones soñadas, ¿cómo serían? ¿Qué lugares visitarías y con quiénes irías?

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