Psicólogos aconsejan cómo consolar a una persona que ha pasado por una tragedia

Psicología
hace 3 años

Pocas personas saben apoyar de verdad a una persona que está pasando por una situación difícil.

En Genial.guru acudimos a los especialistas de una de las profesiones más difíciles emocionalmente y más responsables, los psicólogos de situaciones de emergencia. Descubrimos cómo consolar correctamente a una persona que ha pasado por una desgracia como la pérdida de un ser querido. Este artículo es difícil de leer, pero es importante saberlo.

Las lágrimas siempre son buenas

Por lo general, solemos consolar a las personas, cuyo corazón se rompió en mil pedazos, con un "no llores" y con unos calmantes que tengamos a la mano.

¡Pero! Debes recordar algo importante: llorar es una reacción natural cuando sucede una desgracia. Por eso necesitas darle la oportunidad a la persona de llorar todo lo que quiera, en lugar de intentar calmarla cueste lo que cueste.

Pero si la persona no llora (por ejemplo, tiene una risa histérica, cae en un estupor, se comporta de manera extraña y poco adecuada), quiere decir que probablemente está en el estado de negación. No quiere aceptar la tragedia ocurrida, lo cual puede llevar a las consecuencias todavía más lamentables, hasta un suicidio. Acércate y habla con la persona: hazle preguntas sobre la situación. Por ejemplo, en caso de perder a un ser querido, empieza a hablar de él. Pregúntale cómo era, qué significaba para tu interlocutor, de qué hablaron la última vez que se vieron. Por lo general, la persona no aguanta y empieza a llorar. Y, como ya lo hemos mencionado, las lágrimas son una buena señal. Con ellas llega el entendimiento y la aceptación del nuevo presente: el presente donde el ser querido ya no está.

No temas hablar de la desgracia

Como continuación del punto anterior: incluso si la persona está histérica y está llorando sin parar, no temas hablar con ella acerca de lo sucedido ni evites el tema. En primer lugar, es mejor que dé salida a sus emociones ahora mismo, estando contigo, que solo en casa. En segundo lugar, de todas maneras la persona no puede estar pensando ninguna otra cosa en ese momento. Deja que te diga todo lo que ocupa su mente, deja que se desahogue: es importante darle esta oportunidad.

Pinta el futuro próximo

El siguiente punto importante es modelar junto con la persona su futuro después de lo sucedido y establecer sus razones para vivir (porque en ocasiones puede pensar que ya no existen).

Cuando trabajamos con personas que han pasado por una tragedia, intentamos construir para ellas una perspectiva cercana. Necesitas advertirles que primero habrá mucho ajetreo, papeleo, funeral. Que entenderán y a la vez no entenderán lo que ocurre, y que luego toda la fuerza del dolor las golpeará. Durante un tiempo será muy difícil. Tendrán que establecer una rutina: levantarse, lavarse la cara, desayunar, ir a trabajar. Y necesitas decirles que dentro de un tiempo se sentirán mejor. Porque es verdad.

¿Qué hacer después? Por ejemplo, cuidar a sus hijos, conservar la memoria sobre la persona, realizar su sueño (si, por ejemplo, el fallecido soñaba con viajar a Río de Janeiro, ve en su lugar, vive su sueño), dedicarse a la caridad etc. Una vez más: necesitas estimular a la persona a seguir con su vida.

Si se trata de niños, siempre di la verdad

Una de las situaciones más complicadas es hablar con los niños. Esto es lo que opinan al respecto los especialistas:

Con los niños debes ser sincero, decirles la verdad. En caso de una tragedia, el niño debe vivirla junto con su familia. No importa cuántos años tenga. Lo más temible en su vida ya pasó. Pero los niños suelen echarse la culpa de todo lo que sucede en est mundo. Y si los adultos dejan al niño fuera de esta situación, puede decidir que es su culpa. Él debe entender que sucedió una desgracia. Y que no está solo en esa desgracia.

Sin reproches, por favor

Tu tarea es escuchar pacientemente a la persona (de preferencia, estar al mismo nivel con ella y tomarla de la mano o del hombro), sin interrumpirla, guardando la calma incluso si el afectado tiene una histérica profunda. Lo más importante es que te olvides de los reproches. Incluso si la persona dio pasos equivocados antes de la tragedia, no se lo recuerdes.

Resalta las fortalezas de la persona

Por último, lo peor de todo es cuando la persona queda con la sensación de que es una víctima de las circunstancias, que el destino no es justo con ella y que todo el mundo debe mostrarle lástima. Lo más lamentable es que los mismos seres queridos fomentan esta sensación, porque piensan que es lo mejor.

Si la persona adopta la postura de una víctima, empieza a vivir así, con el tiempo puede recibir los así llamados "beneficios secundarios" y moldear la vida de la familia según sus antojos. Por ejemplo, dejará de salir de la casa, intentará a mantener a todo el mundo a su alrededor: "No me dejes solo. Me siento mal. Tengo miedo, no quiero vivir". En tales condiciones la vida normal de la familia no podrá recuperarse.

En fin, recuerda que, claro que debes ayudarle a tu amigo o ser querido, pero también debes integrarlo a este proceso. La sobreprotección mata, hace que la persona piense: "si todo el mundo me lo dice, en realidad todo está tan mal que no podré lidiar con esto", empezará a creerlo y todo de verdad se pondrá mal.

Una persona en desgracia es muy susceptible. Si le dices todo el tiempo "acuéstate, pobrecito, te sientes tan mal", se sentirá mal. Si le siembras la idea de que es fuerte y puede con eso, lo creerá y se sentirá mejor.

Esperamos que nunca tengas que aplicar estos conocimientos, pero es necesario saberlo.

Imagen de portada depositphotos

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