En qué consiste la fatiga decisional y cómo evitar sentirte agotado mentalmente por este problema

Psicología
hace 2 años

Todas las personas toman decisiones, ya sea en el ámbito profesional o personal. Esto hace que, con el tiempo, lleguen a sentirse mentalmente cansadas y sin ganas de continuar el día. A este agotamiento mental se le conoce como fatiga decisional, y puede deberse a la incapacidad de elegir entre una opción u otra por el exceso de decisiones que alguien toma en el día.

Genial.guru investigó sobre la fatiga decisional, qué efectos causa en una persona y cómo se puede evitar el agotamiento mental con hábitos que pueden realizarse en el día a día.

Qué es la fatiga decisional y cuáles son sus efectos

La fatiga decisional es el agotamiento por todas las elecciones que una persona debe realizar en el día y que pueden extenderse desde lo más cotidiano hasta lo profesional. Por ejemplo, se le puede dificultar elegir la ropa que usará en su jornada diaria o incluso puede tomar malas decisiones de compras en el supermercado.

Además de eso, una persona con fatiga decisional puede agotarse mentalmente luego de hacer una actividad muy intensa. También implica la falta de control ante los impulsos, el cual disminuye al no poder tomar sus propias decisiones.

Y, por último, puede surgir el miedo a tomar una mala decisión, haciendo que la persona sea reacia a aportar soluciones a cualquier problema. Cuando esto pasa, pierde el interés por cualquier otra actividad debido al agotamiento mental.

Cómo remediar la fatiga de decisión

La mente humana posee energía limitada, por lo que el trabajo excesivo y otras malas costumbres de nuestra vida cotidiana pueden provocar la fatiga de decisión y otros problemas de salud. Es por eso por lo que, para poder tomar decisiones acertadas y lidiar con el agotamiento mental, es recomendable seguir estos consejos:

1. Establece una rutina automatizando las tareas

Una buena forma de combatir la fatiga decisional es automatizando tareas y estableciendo una rutina fija en tu jornada sin tantas variaciones. Al contrario de lo que muchas personas piensan, la rutina brinda muchos beneficios al desarrollo de alguien, porque contribuye a disminuir la cantidad de decisiones que debe tomar en su día a día.

De esa forma, dejas de lado las distracciones y te centras en lo más importante. Esto también podría permitirte gestionar tus horarios para poder dedicarte a tus pasatiempos. En el ámbito laboral, puede ayudarte a ser más eficiente y entregar tus tareas con mayor eficacia.

2. Toma las decisiones más importantes al inicio del día

Tomar decisiones es necesario para solucionar un problema o elegir qué actividades hacer en el día, y es imposible escapar de esa realidad. Junto con la fatiga decisional se encuentra el miedo a realizar una elección importante por la idea de un inevitable fracaso.

En este caso, lo mejor es realizar un esquema rápido de las ventajas e inconvenientes que puede acarrear una decisión. También hay que hacer una estructura de cómo se llevaría a cabo cierta actividad y si esto puede interponerse con la agenda diaria. Y no hay que tener miedo de pensar por uno mismo, sin depender de lo que digan los demás. Cada uno tiene sus prioridades.

3. Bloquea todos los elementos distractores

Durante el proceso de un trabajo o actividad rutinaria, existen varios distractores que pueden afectar al rendimiento. Para evitarlos, es necesario desarrollar la atención selectiva, la cual trata sobre la capacidad de prestar atención solo a aquellos elementos primordiales y que ayudan a alcanzar las metas diarias.

Cuanto más se aleje la persona de los elementos distractores, más fácil se le dará concentrarse en sus tareas y cumplir con las metas establecidas. Por ejemplo, la actividad puede ser escribir un ensayo, y el distractor serían los mensajes de su celular. En este caso, puede optar por apagar las notificaciones y acceder únicamente a los sitios donde encuentre información para su trabajo.

4. Simplifica tu armario

Otro de los factores que puede generar fatiga decisional es la cantidad de decisiones que deben tomarse en el día. En este caso, el simple acto de elegir qué ropa ponerse para el trabajo o una salida puede ser muy frustrante. Lo ideal es simplificar el armario y usar lo esencial, desechando aquellas prendas que solo ocupan espacio.

Con respecto a este aspecto se puede mencionar a Mark Zuckerberg. Él casi siempre usa la misma ropa en el trabajo, ya que prefiere dedicar su tiempo a mejorar la comunidad. Eso se debe a que simplificó su armario incluyendo solo lo necesario, lo cual no termina agotando su energía mental.

5. Planifica tus comidas

Además de decidir qué ropa ponerse, a muchos también les cuesta elegir qué van a comer en el día. Una buena solución es planificar el menú de la semana, haciendo algunas variaciones de por medio, creando días especiales para un platillo en específico o averiguando las comidas recomendables por estaciones.

Teniendo a mano esto, ya no se perderá tiempo pensando en qué comer. Y, además, sumaría un plus si se evita llamar al delivery para no fatigarse en la cocina. La comida en casa puede ser una actividad muy placentera capaz de ayudarte a mejorar tu salud y a ahorrar dinero.

6. Toma breves descansos en tu jornada

Si el trabajo que debes realizar durará toda una jornada, lo mejor es tomar descansos en intervalos. De esta forma adquirirás emociones positivas y le permitirás al cerebro despejarse de la tensión constante que requiere la atención a una actividad.

Además de eso, también es importante el descanso fuera del horario laboral. En este sentido, se debe hacer cualquier actividad que no implique pensar en el trabajo o incluso mantenerse alejado de esa área para recargar las energías y, al día siguiente, volver con una mejor predisposición.

7. Celebra los pequeños logros

Muchas veces, las personas se centran demasiado en tomar decisiones a lo grande y dejan de lado los pequeños logros que consiguieron en el día. Cuando se llega a una meta, por más pequeña que sea, el disfrutar de los resultados ayuda a mejorar la motivación y estar listo para el siguiente paso.

De esa forma, al darle importancia a los pequeños logros, se aprende a ser agradecido con uno mismo, lo que también podría facilitar el adquirir un nuevo hábito o rutina que te ayude a simplificarte la vida. Hay metas que se alcanzan con paciencia y predisposición para seguir avanzando.

¿Te agota decidir sobre tus actividades en el día? ¿Qué has hecho para poder remediarlo?

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