Todo aquel que quiere tener una familia feliz necesita saber sobre el triángulo de Karpman

Psicología
hace 3 años

El triángulo de Karpman es el modelo más frecuente de las relaciones entre personas. Por primera vez fue descrito por el clásico del análisis transaccional Stephen Karpman en 1968. Las personas se manipulan unas a otras, dependen unas de otras, y se cansan de esto. En tales situaciones hay muy poca felicidad, y pocas fuerzas para cambiar la situación. Pero sí hay una salida.

Genial.guru te cuenta sobre el triángulo de Karpman. Porque para resolver un problema es necesario darse cuenta de que existe.

El triángulo dramático de Karpman

En el triángulo pueden participar dos, tres o unos grupos de personas. Pero siempre solo hay tres papeles: víctima, perseguidor y salvador. Los participantes del triángulo de vez en cuando cambian de papeles, pero todos son unos manipuladores y arruinan tanto las vidas de sus seres queridos como las propias.

Víctima

Para una víctima, la vida es sufrimiento. Todo el mundo la trata mal, se cansa y empieza a fallar. Sus sentimientos son encontrados: rencores, miedo, vergüenza. Ella envidia y siente celos. No tiene ni fuerzas, ni tiempo, ni deseo de hacer algo para mejorar su vida. Es inerte. Le da miedo la vida y solo espera lo peor de ella.

Perseguidor

Para él también la vida es un enemigo y una fuente de problemas. Está tenso, molesto, enojado, y siente miedo. No puede olvidar los problemas del pasado y siempre predica nuevos problemas en el futuro. Controla y critica a sus seres queridos, siente una gran carga de responsabilidad y esto lo agota. Su energía es nula.

Salvador

Siente lástima hacia la víctima y enojo hacia el perseguidor. Se cree más inteligente que los demás y disfruta de su misión. Pero, en realidad, no salva a nadie, porque nadie se lo había pedido. Su utilidad es ilusoria, y el propósito de sus acciones y consejos es autoafirmarse, no ayudar de verdad.

Cómo funciona esto

El perseguidor dictador no deja a la víctima en paz, la corrige, la obliga a hacer algo y la critica. La víctima intenta, sufre, se cansa y se queja. El salvador consuela, aconseja, escucha y ofrece su hombro para llorar. Los participantes a veces cambian de papeles.

Este drama puede durar años, las personas incluso pueden no ser conscientes de que están profundamente estancadas en este triángulo. Pueden pensar que se hallan a gusto con tal situación. El perseguidor tiene con quién desquitarse y a quién culpar de todos sus problemas, la víctima recibe compasión y se deshace de la responsabilidad por su vida, el salvador disfruta del papel del héroe.

Todos dependen el uno del otro, porque ven la fuente de sus problemas en el otro. E intentan cambiar a la persona de tal forma que sirva a sus objetivos.

Las personas cambian de papeles en este triángulo: a veces controlan y a veces salvan. Este tipo de relación seguramente no tiene nada que ver con el amor. Se trata del deseo de dominar, dar lástima, quejarse y dar justificaciones. Pero no se trata del amor, apoyo o felicidad.

Esto afecta a todos quienes están cerca

Cuando una familia vive en el triángulo de Karpman, cambiando de papeles a veces, su hijo inevitablemente estará involucrado en este triángulo. Probablemente, no le dejarán ser independiente, no le permitirán elegir y tomar decisiones. No intencionalmente, simplemente las personas que viven dentro de este triángulo piensan que de esta forma protegen a su hijo. Estos padres a veces juegan con el deber, la vergüenza, la culpa y la lástima.

¿Existe alguna salida de este triángulo?

Debes entender que, para realizar tus propios deseos, solo te necesitas a ti mismo. Necesitas tomar control de tu vida y empezar a actuar sin pensar qué dirán los demás.

Cómo salir del triángulo si eres víctima

  1. Deja de quejarte de tu vida. Del todo. Dedica este tiempo a buscar oportunidades para mejorar la situación que no te agrada.
  2. Recuerda de una vez por todas: nadie te debe nada. Ni siquiera si te han prometido algo, si se han ofrecido a ayudarte. Las circunstancias siempre cambian, al igual que los deseos humanos. Ayer la persona quería darte algo, hoy ya no. Deja de esperar una salvación.
  3. Lo que haces es tu elección y tu responsabilidad. Y tienes todo el derecho a tomar otra decisión, si la que habías tomado ya no te parece buena.
  4. No te justifiques ni te critiques si te parece que no cumples las expectativas de alguien.

Cómo salir del triángulo si eres un perseguidor

  1. Deja de culpar de tus problemas a las demás personas y las circunstancias.
  2. Nadie está obligado a cumplir con tus nociones acerca de lo correcto y lo incorrecto. Las personas son diferentes, las situaciónes también. Así que si algo no te gusta, simplemente no lo hagas.
  3. Resuelve los desacuerdos de manera pacífica, sin enojo ni agresión.
  4. Deja de buscar autoafirmarte a cuestas de aquellos que son más débiles que tú

Cómo salir del triángulo si eres un salvador

  1. Si no te piden ayuda o consejo, quédate callado.
  2. Deja de pensar que sabes mejor que otros cómo vivir y que sin tus recomendaciones valiosas el mundo dejará de existir.
  3. No hagas promesas sin pensarlo.
  4. Deja de esperar gratitud y elogio. Al cabo, estás ayudando porque quieres ayudar, no para recibir fama o premios, ¿cierto?
  5. Antes de acudir a hacer actos de bondad, pregúntate honestamente: ¿es tan necesario que interfieras?
  6. Deja de autoafirmarte a cuestas de aquellos que se la pasan quejándose de la vida.

Puedes convertir el triángulo en esto

Si te propones el objetivo de salir de este triángulo, los cambios no se harán esperar. Tendrás más tiempo y fuerzas, respirarás mejor y tu vida se volverá más interesante. La tensión en tu relación se reducirá.

  1. La víctima se convierte en un héroe. Ahora, en lugar de quejarse del destino, la persona lucha contra los problemas, pero no siente agotamiento, sino emoción. Al solucionar sus pendientes, no se queja, sino siente placer de poder resolverlo todo.
  2. El perseguidor se transforma en un filósofo. Al observar las acciones del héroe, ya no critica, no se preocupa del resultado. Acepta cualquier resultado. Sabe que, al final de cuentas, todo cambiará para mejor.
  3. El salvador se vuelve un motivador. Incita al héroe a hacer actos heróicos, describiendo las perspectivas brillantes. Busca las oportunidades de aplicar la fuerza del héroe y lo inspira.

Este modelo de relaciones es mucho más saludable y feliz.

El modelo perfecto del triángulo

En este triángulo hay todavía más felicidad y energía.

  1. El héroe se convierte en un ganador. Comete actos heróicos no por elogios, sino para aplicar su energía creativa. No necesita fama, disfruta del proceso de la creatividad, de la oportunidad de cambiar algo en este mundo para mejor.
  2. El filósofo se vuelve un observador. Ve las conexiones y relaciones en este mundo que son inaccesibles para los demás. Encuentra nuevas oportunidades y genera ideas.
  3. El motivador se transforma en estratega. Sabe bien cómo realizar las ideas del observador.

Es importante saber evaluar la situación adecuadamente. Ver cuándo alguien intenta manipularte y no caer en la telenovela de una relación agotadora. No aceptes el papel que te quieran imponer, aprende a ponerte de pie y marchar cuando ves que algo va mal.

¿Conoces estos escenarios del triángulo de Karpman? Comparte con nosotros tu experiencia.

Ilustradora Yekaterina Ragozina para Genial.guru

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