13 Historias de personas que se enfrentaron a la traición de un ser querido, pero sobrevivieron

Historias
Hace 2 semanas

Probablemente no haya mucha gente que no haya sido engañada en su vida. Pero una cosa es cuando se trata de chicos jóvenes que se conocen desde hace una semana y no tienen prisa por atarse con los lazos de la fidelidad. Y otra muy distinta, cuando ya hay años de relación o matrimonio. Los usuarios compartieron historias sobre engaños, que simplemente no se pueden leer con indiferencia. Pero nos alegramos de que algunos protagonistas de este artículo acabaran ganando más de lo que perdieron.

  • Delaté a mi padre cuando era niño. Lo mandaban conmigo al tobogán, y él se quedaba helado y aburrido, conocía rápidamente a alguna mujer con un niño y nos llevaba a todos a un restaurante. Yo estaba muy contento con este arreglo y siempre esperaba a que mi padre saliera conmigo. No sé si esas amistades tuvieron alguna continuación: rara vez salía a pasear conmigo, y las mujeres cada vez eran diferentes. Pero una de ellas me gustó mucho. Tenía una hija más o menos de mi edad, jugué bien con ella y me invitó a visitarla. Cuando iba de nuevo al tobogán con mi padre, pregunté delante de todos si la tía Greta y su hija Elena estarían hoy allí y si iríamos a visitarlas después del restaurante. Se armó un escándalo, ese día no fui a ningún sitio y a mi padre le suspendieron la salida conmigo.
  • Mi abuela trabajaba como enfermera. Un día tuvo que ayudar en el parto de un bebé, y el presunto padre del niño comentó que el recién nacido tenía buen aspecto para ser un bebé prematuro. Sin pensárselo mucho, mi abuela escupió la verdad: “Este bebé no es prematuro”. © tornado28 / Reddit
  • Salimos durante unos 5 años. Mi novio intentaba montar un negocio, pero para sus 34 años no había tenido mucho éxito. Sin embargo, siempre lo apoyé, sobre todo porque yo misma gano bastante. Para hacerle quedar mejor ante mis amigas, les decía que un colgante o unos aretes nuevos eran su regalo. Compré un departamento y mi novio se mudó conmigo. Les dije a mis amigas que era yo la que vivía con él. Al cabo de un tiempo, una de mis “amigas” me escribió que llevaban un par de meses viéndose a mis espaldas. Le pedí que se fuera pronto del departamento. Me dolió muchísimo. Pero al mismo tiempo no puedo evitar regodearme: me imagino su cara cuando se enteró de la verdad. El tipo intentó entonces varias veces pedir perdón, pero cuando vio que yo me mostraba inflexible, desistió de intentarlo.
  • Mi novia y yo estábamos cerca de la Torre Eiffel y buscábamos en su teléfono un sitio para comer. Entonces llegó un mensaje de su otro novio. Elogiaba una foto suya -la que yo acababa de hacer- y coqueteaba con ella. Descaradamente, se la envió mientras estaba a mi lado. En ese momento, solo habían pasado 2 horas de nuestras 2 semanas de vacaciones© Meh_Ill_Do_It_Later / Reddit
  • Una amiga se iba de fiesta con su esposo cuando una señora le envió un mensaje: “Tu marido te ha engañado conmigo y con otras mujeres”. Mi amiga se quedó estupefacta y no sabía si creerla. Solo cuando la señora le envió fotos tuvo que creerla. Según se supo después, la señora esperaba que el esposo de mi amiga pasara el día festivo con ella y, como se negó, decidió vengarse. Mi amiga acabó divorciándose. © mhks / Reddit
  • Poco después de casarnos, mi esposo, mi amiga y yo fuimos a una tienda de muebles a elegir una mesa de comedor. Yo era muy ingenua y no sabía que mi marido me estaba engañando con mi amiga a mis espaldas. Pero cuando los vi paseando como pareja, hablando sobre las mesas y acabando por decidirse por una que yo ya había rechazado un montón de veces, se me abrieron los ojos. Y un par de días después, los pillé con las manos en la masa. © CommonFrequency / Reddit
  • Separé a mis padres. Le pregunté a mi madre si podía cenar en casa de “la tía Cristina” porque hacía mi pasta favorita. Resulta que mi madre no conocía a ninguna Cristina, porque esa en realidad no era mi tía, sino la colega de mi padre con la que engañaba a mi madre. © AussieCanuck94 / Reddit
  • Estuvimos casados cinco años. Afortunadamente, no había tiempo para tener hijos. Cada uno teníamos nuestras aficiones y dinero suficiente. En 2021, pensamos que mi departamento de un dormitorio era demasiado pequeño para la familia, así que decidimos ahorrar juntos para una entrada decente. Tuvimos que limitarnos en los gastos, pero ahorramos bastante. Y en mayo del año pasado volví a casa: era un desastre, las cosas estaban volcadas. Busqué el dinero, pero no había nada. Llamé a mi esposa, pero estaba fuera de cobertura. Miré a mi alrededor y me di cuenta de que simplemente se había ido a alguna parte con el dinero común. Recibí un mensaje de ella: “Estoy cansada de ahorrar dinero en todo, fui a un concierto, necesito tomarme un descanso”. A través de amigos comunes me enteré de que se había ido con su amante. Recogí todas sus cosas y se las envié por paquete a mi suegra. Y sus 3 guitarras y amplificadores favoritos, que compró por mucho dinero, los vendí por Internet. Al cabo de un mes y medio me llamó diciendo que no había ningún instrumento suyo en las cajas. Se lo dije. Sollozó, gritó, amenazó y volvió a sollozar.
  • Descubrí que mi novio me había engañado. Durante mucho tiempo pensé cómo vengarme, aún más tiempo tardé en convencerlo de hacernos los tatuajes emparejados. Por fin, aceptó. Concertamos una cita con un profesional, él fue primero, y yo me fui... a casa. Y esa noche nos separamos. Me siento genial.
  • Salía con un chico. Todos los días yo llegaba a casa del trabajo con la alegre expectativa de que estaría con mi ser querido. Si él llegaba antes de mí, preparaba mis platillos favoritos para cenar. Si yo llegaba antes, cenábamos lo que a él le gustaba. Un día, me sentí muy mal en el trabajo, me dejaron ir a casa. Pensé que mi querido estaba dormido, pero estaba con una mujer. Y todo mi amor por este hombre estalló como una pompa de jabón. Entré en la habitación, encendí la luz. Hubo gritos y chillidos. Y les dije tranquilamente: “Fuera, quiero dormir”. Dije eso y me fui a la cama. Diez minutos después, el hombre sacó a su mujer y fue a despertarme. Me dijo que quería disculparse, pero yo no quise ni escucharlo. Por la mañana, recogía mis cosas mientras mi ex me seguía a todas partes. Intentaba abrazarme o besarme. Me daba asco su contacto. Fui a casa de una amiga y lo borré de todas partes, borré todas las fotos, toda la correspondencia.
  • Un amigo de mi colega engañaba a su mujer de forma bien pensada: solo durante las horas de trabajo y estrictamente en territorio neutral. Pero su amante llevaba mucho tiempo rogándole que fueran juntos a un lugar de vacaciones, diciendo que no habría necesidad de esconderse y que así descansarían. Por fin lo consiguió, y el hombre se fue “en viaje de negocios” a la tierra de “todo incluido”. Los tortolitos pasaonn una noche maravillosa en una habitación doble, y por la mañana se toparon con una pareja maravillosa y sonriente: su vecina (y al mismo tiempo la mejor amiga de su esposa) y el marido de ella. El resultado: una llamada a la amiga y el divorcio solicitado.
  • Viajaba con una colega por negocios. Entregamos los documentos y decidimos parar a comer en una cafetería muy cutre que había por el camino. Eran las once de la mañana. Pedimos una ensaladilla y un té, y nos quedamos charlando. Y entonces... Entra el esposa de esta colega con una señora del brazo, hablando con ella dulcemente. Nos quedamos de piedra. Todavía recuerdo cómo mi compañera se reía de haber pillado a su marido con su amante en un establecimiento tan “elitista”.
  • Durante los primeros años mi esposo y yo tuvimos un auténtico idilio. Cuando ingresó en el hospital, lo visitaba con comida casera y trabajaba mucho para cubrir todos los gatos no cubiertos por la póliza. Se curó, le dieron el alta, empezó a trabajar en un equipo masculino. Y allí fueron las primeras llamadas sobre el hecho de que la mujer tiene que hacerlo todo: trapear el piso cada día, hacer las compras después del trabajo (aunque llego a casa casi 2 horas más tarde que él) y cocinar la cena rápidamente. Pero el hombre no debe hacer nada. Luego hubo otra hospitalización. Nadie lo necesitaba, pero yo, de nuevo, con sopas y caldos caseros. Se recuperó, y un amigo lo llamó a otra ciudad, para trabajar con un salario de 4 dígitos. Pero ese salario vino acompañado de una mujer diferente. Hermosa, bien cuidada, no como yo. Al marcharse, me dijo que yo era fea, que no estaba a la altura de aquella mujer y que nunca me había querido. Sin embargo, 7 meses después me llamó. Resultó que yo era el único amor de su vida y lo mejor que le había pasado. Lo bloqueé, pero a través de conocidos comunes me enteré de que lo habían echado del trabajo por unas maquinaciones, y su amante desapareció inmediatamente. Entonces se acordó de la tonta que lo quería y lo cuidaba. Pero ya está, ese tren se ha ido y los raíles se han enfriado.

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