Descubre si puedes ver más colores que los demás

Curiosidades
hace 7 meses

¿Qué pasa cuando tu cerebro no puede creer lo que ven tus ojos? No se trata de soñar despierto, es algo mucho más genial y enigmático. Lo llamamos ilusión óptica. Llevemos a tu cerebro a una prueba de conducción y averigüemos cómo funciona. Observa esta imagen durante unos instantes. Presta atención a los patrones de los círculos. ¿Acaso se mueven o están quietos? De seguro tu cerebro los percibe en movimiento. En realidad, estos círculos están tan quietos como una roca. Al fin y al cabo, esto no es un vídeo ni un GIF: es una imagen fija.

Probemos con otra. Enfócate en el pequeño punto negro de la izquierda de la pantalla. ¿En qué dirección se mueve el objeto de la derecha? ¿Se mueve hacia arriba y hacia abajo o en diagonal? Recuerda, enfócate en el punto negro a tu izquierda. Parece que el objeto se mueve en diagonal, ¿cierto? Pues bien, aunque parezca una locura, en realidad se mueve hacia arriba y hacia abajo en una línea vertical. Síguelo con el dedo y compruébalo por ti mismo. El objeto en movimiento alterna su parpadeo en blanco y negro y confunde tus sentidos. Si esto no deja a tu cerebro perplejo, no sé qué lo hará. Vayamos a la ciencia detrás de todo esto. La última imagen que hemos visto forma parte de un estudio del Dr. Patrick Cavanagh, neurocientífico del Dartmouth College. Él afirma que las ilusiones ópticas tienen el poder de mostrar cómo funciona realmente nuestro cerebro. Según este estudio, nuestros cerebros pueden alterar nuestra percepción de la realidad.

Los elementos que reconocemos suelen ser los que nos resultan familiares. En este caso, es el punto negro. Pero los objetos en movimiento engañan a tu cerebro y producen un atraso. ¡Lo cierto es que tu sistema sensorial es lento! Más lento que lo que ocurre ante tus ojos. Un momento. Si esto es cierto, ¿eso significa que estás mirando el presente, pero en realidad estás viendo el pasado? Sí, ese es exactamente el caso. No vemos lo que ocurre ahora, sino lo que ocurrió hace cientos de milisegundos. Es como cuando oyes un eco de ti mismo hablando por teléfono. Funciona así: La luz incide en las retinas de la parte posterior de los globos oculares. Este estímulo se convierte en una señal eléctrica que viaja hasta el sistema de procesamiento visual de la parte posterior del cerebro. La señal viaja hasta la parte delantera del cerebro, y solo entonces es capaz de crear una imagen. En resumen, el tiempo que tardas en procesar la realidad puede producir desajustes. Por eso, lo que ves no coincide al 100 % con lo que sucede en realidad.

Probemos con esta imagen. Este truco óptico se llama “la ilusión flash lag”. Presta atención al punto rojo. El punto verde parpadea cuando ambos puntos están perfectamente alineados, pero no parece que sea así. Tu cerebro percibe el punto rojo como más adelantado. No importa cuántas veces vuelvas a verlo, los puntos nunca parecerán estar perfectamente alineados. Ahora, el color, una de las cosas más difíciles de procesar para nuestro cerebro. En otras palabras: ¡el gran premio de las ilusiones ópticas! Aquí es donde realmente está el oro.

O debería decir... aquí es donde realmente está el azul. Recuerda ese vestido viral. Las personas no podían decidir si era blanco y dorado o azul y negro. Alguien tomó una mala foto con el celular en una tienda de Reino Unido y sacudió Internet. Pero no todo está perdido. El Dr. Pascal Wallisch, neurocientífico de la Universidad de Nueva York, afirma que conoce la diferencia entre ambos grupos. Hizo una encuesta online con 13 000 personas, y los resultados fueron realmente extraños. La diferencia entre una persona que lo ve azul y negro y la que lo ve dorado y blanco depende de la hora a la que duerme y se despierta de forma natural. Los noctámbulos, esas personas a las que les gusta dormir y despertarse tarde, eran más propensas a ver el vestido negro y azul. Y los madrugadores, las personas que se despiertan temprano, son más propensos a verlo blanco y dorado.

¿Por qué están conectadas estas cosas?, te preguntarás. Los madrugadores pasan más tiempo bajo la luz del día que los noctámbulos. Por eso, cuando miran esa foto mal iluminada, proyectan la forma en que están acostumbrados a ver las cosas a diario. En este caso, están acostumbrados a ver los objetos bañados por la luz del sol, así que asumen que eso es lo que está iluminando el vestido. El resultado es una percepción del vestido como blanco y dorado. Lo mismo sucede con los que lo ven azul y negro. La principal diferencia es que estas personas están acostumbradas a la luz artificial, ya que la mayor parte de sus horas de vigilia transcurren durante la noche. Cuando hay un vacío en nuestra percepción del mundo, nuestro cerebro lo rellena con lo que nos resulta más familiar. Es como una configuración por defecto: ¡sucede automáticamente!

Ahora, observa esta imagen. Un cuadrado en movimiento parece estar cambiando de color. ¿Qué colores ves? ¿Gris? ¿Luego rosa? ¿Y luego gris otra vez? ¡Equivocado! El cuadrado no cambia de color para nada. El creador de esta ilusión es un psicólogo y artista japonés. Según él, puedes ver cómo tu propio cerebro cambia de opinión sobre el color del cuadrado. Los colores son de por sí una ilusión creada dentro de nuestro sistema visual. Lo que nuestros ojos perciben como azul es en realidad una longitud de onda que se refleja como ese color. ¡Los neurocientíficos afirman que cerca del 40 % de nuestro cerebro está involucrado en la visión! Las señales visuales se dispersan por más de 30 áreas de nuestro cerebro. Cada área tiene una función especial en el procesamiento del color, el movimiento, la profundidad y la forma. Toda esta información se combina, y voilà: somos capaces de distinguir la forma y el color. Por extraño que parezca, los neurocientíficos aún no comprenden los detalles de cómo sucede todo esto.

Bien, ¿estás familiarizado con esta imagen? ¿Cuántos colores puedes contar aquí? ¿3? ¿5? ¿11? ¿O tal vez 17? Alguien lo compartió en las redes sociales e Internet se volvió loco. La persona que lo publicó dijo que veía 3 colores. Alguien vio 17 colores diferentes y los marcó con puntos negros para que otros espectadores pudieran contarlos. El propietario de un iPhone con el brillo al máximo contó 26 colores. Entonces, ¿cuál es la verdadera respuesta? Bueno, es difícil decirlo con seguridad. ¡Y sin duda podemos culpar a las pantallas de nuestros celulares por aumentar la confusión! Pero hay una ciencia detrás de todo esto. Vayamos al centro de la cuestión. ¡El físico austríaco Ernst Mach describió este fenómeno hace un siglo y medio! Por eso, hoy llamamos a estas bandas “bandas de Mach” en su honor.

En 1885, Mach estudiaba una ilusión similar a la de esta imagen. Había colores de tonos ligeramente diferentes. Puedes distinguirlos fácilmente cuando están uno al lado del otro, pero es muy difícil cuando están separados. Su conjetura era que esta ilusión se producía en la retina. Y adivina qué: dio en el clavo. Unos investigadores con tecnología muy superior confirmaron que la ilusión era causada por un comportamiento de la retina llamado inhibición lateral. Imaginemos que la retina es una pantalla de cine. Capta la luz proyectada por la pupila, ese pequeño punto en el centro de los ojos. Esta pantalla está cubierta de receptores de luz, y estos receptores reaccionan de forma diferente según la intensidad de la luz que reciben. Por eso, la retina recibe un estímulo más fuerte de un tono más brillante que de un tono más oscuro.

La inhibición lateral explica que, cuando estos tonos están uno al lado del otro, el estímulo más fuerte no deja que el cerebro perciba el estímulo más oscuro en su totalidad. Así, en lugar de percibir el 100 % de ambos colores, percibimos cerca del 80 % del color más brillante y el 40 % del más oscuro. Incluso sabiendo todo esto, nuestra vista nos sigue jugando trucos. ¡Cada vez que miro esta imagen, cuento un número diferente de tonos! ¿Cuál es tu ilusión óptica favorita? ¡Cuéntamelo en los comentarios!

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