20+ Gatos-criminales a los que ya hemos perdonado

Animales
hace 5 años

Todo amo de gato lo sabe: a veces su mascota se convierte en un pequeño delincuente. Los felinos se cuelan por esos lugares en los que no deberían estar, comen aquello que tienen prohibido y luego se niegan a hacer algo para poner freno a su obesidad. Pese a todo eso, siempre permanecen vivos en nuestros corazones.

Genial.guru rastreó a más de 20 gatos cuyos propietarios los sorprendieron en plena escena del crimen. ¡Ya hemos perdonado a cada uno de ellos!

“Me colé en la furgoneta de trabajo de papá mientras no me veía y guardé silencio durante 84 millas”

“Sí, fui yo quien hacía enganchones y agujeros en las cortinas. Y ahora estoy atrapado y no puedo bajar. ¡Amo, socorro!”

Me comí la crema de mi ama

“Ocupé la casa de muñecas. No pago hipoteca”

“Me metí en el lavavajillas. Me asusté”

“Estudiaba la escala de obesidad. No entendí qué tenía que ver con eso”

“Me derramé en un cubo”

“Vigilaba a mi amo. Incansablemente”

“Salté a la bañera, me enganché accidentalmente con una toalla. En vez de resolver el problema de alguna manera, decidí no hacer nada y disfrutar de una pequeña siesta”

“Me quedé dormido durante la clase. ¿Y por qué me echaron?”

“¿Asusté a mi amo? ¡No le haría eso, lo juro!”

“Pesqué en el lugar inapropiado”

“Traté de desbloquear el teléfono de mi ama”

“Sí, sé que hay 5 camas y 10 sillas cómodas en la casa. Pero me gusta estar aquí”

“Técnicamente, no anduve sobre la mesa”

“Fingía ser una galleta de almendras, pero era demasiado agresivo”

“Llevaba todo el día sentado al lado del comedero con un temporizador. Esperaba a que los dioses de la comida me dieran su bendición”

“Grité hasta que me dieron esta hermosa vaina de judías verdes”

“No acabo de entender cómo usar esta cosa”

“Me colé en el museo sin preguntar. Ahora soy parte de la exposición”

“Pieza de exposición”

“Jugaba con una máquina de escribir. Perdí”

¿Qué delitos cometen tus mascotas? Comparte sus fechorías en los comentarios.

Comentarios

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Cuando estaba pequeña teníamos una gata que se llamaba Minga, un día (no tengo la más remota idea de cómo pasó) la Minga no estaba por ningún lado, al buen rato escuchamos a la gata maullando pero no sabíamos de dónde venían los maullidos, hasta que escuchamos detenidamente "el maullido venía de dentro del refrigerador! Cómo llego ahí? Hasta el día de hoy es un misterio jajaja pero nunca olvidaremos ese día! Cuando abrimos la puerta del refrigerador nos gritaba como diciendo " por que tardaron tanto en encontrarme?! Jajaja

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El gato de mi vecina se coló en mi casa y no nos dimos cuenta hasta que le escuchamos maullar desde una habitación. ¡Menudo susto!

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