Cuál fue el destino de la princesa Margarita, la hermana de la reina Isabel ll

hace 5 años

Siempre hubo muchas personalidades interesantes y brillantes entre los aristócratas y miembros de las familias reales. Y la vida de la princesa Margarita, hermana de la Isabel II, podría servir de guion para un melodrama sentimental. Ella fue atractiva, carismática y sin pelos en la lengua. Nació para brillar, pero no vivía precisamente en un cuento de hadas.

Genial.guru quiere contarte sobre el destino de una de las mujeres más hermosas y extraordinarias del siglo pasado.

Margarita era hija del rey Jorge VI e Isabel, la reina madre. Durante algún tiempo, su familia no reclamó el trono y vivió una vida aristocrática bastante mesurada, pero en 1936, el hermano mayor de Jorge, el rey Eduardo VIII, renunció al trono para casarse con Wallis Simpson, una mujer divorciada. Así que, el padre de Margarita se convirtió en rey, y su hermana, “Lilibet”, como la llamaban en su casa, en la heredera directa.

Las hermanas eran completamente diferentes: la futura reina Isabel era conservadora, valoraba el orden y las tradiciones, y Margarita era una joven rebelde. Ambas hijas eran igualmente amadas en la familia, pero la mayor ya se estaba preparando para el título real, y la menor permanecía en su sombra siempre, conservando la distancia y la etiqueta, recibiendo reverencias después de su hermana.

Con el tiempo, Margarita se convirtió en una verdadera belleza: las revistas de moda la invitaban para posar en sus portadas, fue comparada con las actrices más bellas de Hollywood y las casas de moda organizaban espectáculos especiales solo para ella. Se dice que, entre sus admiradores, se encontraban el artista Pablo Picasso y el escritor John Fowles.

El mundo de Margarita se sacudió de nuevo cuando su querido padre falleció repentinamente: él entendía sus sentimientos como nadie más, porque él mismo vivió la mayor parte de su vida a la sombra de su hermano. Isabel se convirtió en la reina, y se distanció de su hermana. Margarita y su madre se mudaron del palacio de Buckingham a la Casa Clarence. Casi al mismo tiempo, la chica comenzó una relación con el joven capitán Peter Townsend, quien servía en la corte.

Durante la coronación de Isabel II, Margarita quitó cenizas del uniforme de Townsend, lo que causó un verdadero escándalo: los periódicos se llenaron de titulares que hablaban sobre el supuesto romance entre los jóvenes. Eso resultó ser cierto, pero la pareja no pudo casarse. La situación se agravó no solo por la diferencia de estado social y edad, sino también por el hecho de que el capitán estaba divorciado, lo que significaba que no podía casarse con la princesa. Aunque su hermana, la reina Isabel II, aprobó el matrimonio, la iglesia se opuso rotundamente.

Entonces, el capitán fue enviado a Bélgica por 2 años, y Margarita se quedó en Londres. Durante todo ese tiempo, los amantes continuaron manteniendo una relación, pero alrededor de ellos había muchos chismes y rumores. Los periódicos llamaban a Peter un “simple caballerizo”, la iglesia estaba en contra del matrimonio y la gente común condenaba esa unión desigual. Margarita era una chica muy joven e inexperta que tuvo que soportar una presión muy fuerte, tanto de la sociedad como de su familia.

Después de cumplir 25 años, decidió que no se casaría con Townsend y cumpliría con su deber ante el país. Solo se puede adivinar lo difícil que fue para ella olvidarse para siempre del amor de su vida.

La ruptura con Peter fue un golpe muy doloroso para Margarita, por lo que la joven se sumergió en la vida bohemia: fiestas, banquetes y recepciones interminable. Comenzó a tomar bebidas alcohólicas y, como resultado, habló de más, incluso en público. Tenía un montón de novios, pero la mayoría de ellos no eran adecuados para la princesa, ya que tenían un estatus social diferente.

Cuatro años después de la ruptura final con Peter, Margarita descubrió que él se iba a casar con una chica idéntica ella. Sin pensarlo dos veces, la princesa le ofreció matrimonio al fotógrafo Anthony Armstrong-Jones, quien era su pareja en aquel momento. Esa decisión se convirtió en un escándalo: la última vez que una persona real se había casado con un plebeyo había sucedido 450 años antes. En esa ocasión, Margarita no se rindió, y consiguió el permiso para casarse. La unión se consumó en 1960.

El vestido que eligió la novia era simple, pero muy hermoso y conciso. La boda fue magnífica, y también destacó por ser la primera en transmitirse en vivo por televisión. En poco tiempo, la pareja tuvo dos hijos: David y Sara.

Sin embargo, era difícil que dos personalidades tan brillantes y temperamentales se llevaran bien bajo un mismo techo, y, en general, no fue una buena idea casarse con alguien solo para vengarse de su ex. La pareja finalmente se separó después de 18 años. De esta forma, Margarita creó otro precedente: antes de ella, los divorcios en la familia real no eran bienvenidos.

Con la edad, el carácter de Margarita se volvió cada vez más difícil. Por ejemplo, dicen que, cuando la princesa se reunió con la actriz Elizabeth Taylor, le comentó que su anillo se veía vulgar. Margarita era adicta al alcohol y a los cigarros: a pesar de su estatus en la sociedad y su bienestar financiero, tenía una herida en su alma, y sintió insatisfacción con la vida hasta el final de sus días.

Por cierto, muchos años después, Margarita y Peter se volvieron a ver. Ocurrió en los años 1990, durante una cena con la reina. Entonces, la princesa dijo que, en todos esos años, Peter no había cambiado nada, “excepto que su cabello se había vuelto canoso”.

La princesa Margarita murió a la edad de 71 años, debido a un derrame cerebral. A pesar de todos los problemas, la reina Isabel II siempre amó mucho a su hermana. En su funeral, pasó mucho tiempo junto al ataúd, sin poder contener las lágrimas.

¿Por qué crees que Margarita se sentía insatisfecha con su vida? ¿Por la rivalidad con su hermana? ¿O por tener que alejarse de su amado? Cuéntanos qué opinas en la sección de comentarios.

Comentarios

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Tener que seguir siempre las reglas, estar en un segundo lugar y no poder hacer lo que quería, fueron las cosas que la llevaron a llevar esa vida

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Si hubiera sido feliz, no importaría el lugar que ocupaba con respecto de su hermana. Tampoco es fácil el rol de un soberano.

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Realmente, no quisiera ser una persona de la realeza. Es agradable tomar decisiones sin tener que esperar aprobación de un grupo de arcaicos, mojigatos, cuasi dinosaurios, para elegir con que o quien ser feliz.

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