9 Hechos extraños sobre cómo viaja la familia real (Spoiler: la reina también pasa por los controles fronterizos)

Famosos
hace 3 años

La familia real británica tiene que realizar muchos viajes debido a visitas oficiales a distintos países para mantener las buenas relaciones entre Inglaterra y otras naciones. Frecuentemente, estas personas tienen preferencia por los aviones privados, pero a veces tienen que volar en las aerolíneas convencionales. Y entonces tú podrías ver al príncipe Harry y a Meghan Markle en la parte trasera del avión esperando ir al baño. Sí, tal caso en verdad sucedió, y eso está lejos de ser la imagen más inusual. En este artículo nosotros te hablaremos sobre los hechos más extraños y las reglas ligadas a los viajes de la familia real.

Genial.guru te explicará por qué Kate Middleton y el príncipe Guillermo, en general, tienen prohibido ir a bordo con niños, y por qué el príncipe Harry se convirtió en el centro de un escándalo cuando decidió llevar a Meghan Markle a Canadá y pagar él mismo por el boleto.

1. Presupuesto limitado

La familia real tiene un presupuesto para viajes financiado por los contribuyentes británicos, y este es limitado. Así, del 2016 al 2017, el desplazamiento de los monarcas consumió un total de 4,3 millones GBP. Por eso, los aviones privados solo pueden ser utilizados durante los viajes que están ligados con asuntos estatales. En todas las condiciones restantes, los miembros de la realeza vuelan como pasajeros habituales.

Incluso puedes encontrar a estas personas en compañías aéreas tales como en British Airways.

El príncipe Harry y Meghan Markle, no hace mucho tiempo, fueron vistos en un vuelo de British Airways durante un viaje a Niza. La pareja estaba sentada en la parte trasera del avión, cerca de los baños. Y el príncipe Guillermo junto con su hermano volaron en una aerolínea de bajo costo a la boda de la nieta de Isabel II, Zara Phillips, la cual se llevó a cabo en Edimburgo.

2. Prohibición de los lujos

Los miembros de la familia real no siempre pueden mantener el control y economizar. Por lo tanto, el príncipe Carlos es conocido como el amante de los viajes de lujo. Una de sus visitas a Rumania, Italia y Austria ocupó 154 mil GBP del presupuesto total. El año pasado, ese fue el viaje más caro y escandaloso de la familia real. Un periodista calculó que con esa suma se podría haber comprado un avión de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.

A diferencia de su hijo, al cual no le importa malgastar el dinero de los contribuyentes, la misma reina frecuentemente escoge la variante más económica, y en lugar de viajar en avión, decide transportarse en tren. Ella no le da preferencia a una especial composición real, sino a los viajes normales. Precisamente hizo eso cuando fue al festival de Norfolk.

Se dice que la reina vigila quién gasta y cuánto en los vuelos y traslados, y puede hablar con sus familiares seriamente si le parece que ya han excedido el límite. Por eso, los miembros de la familia real, con todas sus fuerzas intentan evitar gastar demasiado y están listos para economizar.

Así, Kate Middleton, en su primera visita oficial a los Países Bajos, viajó a ese país en British Airways, y después ella y el príncipe Guillermo volaron juntos a una visita a Los Ángeles en un vuelo comercial.

3. Renta de amigos

Sin embargo, los vínculos de amistad no han sido revocados por nadie. Se dice que si los miembros de la familia real no quieren utilizar los servicios de una aerolínea habitual, pueden tomar prestado un avión de sus amigos.

Hay rumores de que eso hacen Kate Middleton y el príncipe Guillermo. Ellos frecuentemente utilizan el avión del millonario británico Hugh Grosvenor para ir de vacaciones. La pareja también adora los viajes a la playa, y los paparazzi muchas veces los han fotografiado en la alberca o en un yate con sus amigos.

4. Visitas oficiales y vacaciones

Todo se vuelve más difícil si los miembros de la familia real combinan las visitas oficiales con las vacaciones. ¿Qué pasa en esas situaciones y quién debe de pagar por el vuelo? Hasta la fecha no es algo conocido.

Por lo tanto, el príncipe Harry se arriesgó cuando, después de una visita oficial al Caribe, él cambió su vuelo pagado por el estado con la aerolínea British Airways, y, en lugar de regresar a casa, se dirigió a visitar a Megan en Canadá, a quien no había visto en tres semanas.

Harry pagó por su boleto de avión, pero su acto fue condenado por la sociedad británica, ya que él desafió la política real que establece que la familia real no debe mezclar los viajes personales con las visitas oficiales.

5. Ropa real

Las personas normales pueden permitirse vestirse en los vuelos de tal manera que estén cómodas. Leggins de punto, tenis y sudadera. Pero todo esto no va con la familia real. Y durante el vuelo y al momento de aterrizar, ellos deben de estar vestidos en trajes formales y verse perfectos.

Así, Kate Middleton siempre viste trajes de blusa y chaqueta o un vestido, y el príncipe Guillermo opta por un blazer o saco, camisa y pantalones. Nunca verás a los miembros de la familia real salir del avión en ropa de uso cotidiano.

6. Control de pasaportes

Todos los miembros de la familia real obligatoriamente tienen que tener un pasaporte y pasar por los controles fronterizos al igual que el resto de los pasajeros. Así, el pequeño príncipe Jorge tuvo que recibir su pasaporte para viajar a Australia, y por él tuvo que pagar un impuesto de 65 USD. La familia real se adhiere a todas las reglas aduaneras y de migración, pero, por supuesto, no tienen que hacer ninguna fila, y sus revisiones son más rápidas que las de los simples pasajeros.

La reina Isabel II es la única persona que no necesita pasaporte, dado que el suyo dice “Su Majestad”. Pero tiene que pasar por las inspecciones cada vez que vuela dentro o fuera de Gran Bretaña, informando en la frontera su nombre completo, edad, dirección, nacionalidad, sexo y lugar de nacimiento.

7. Dos herederos en el avión

El protocolo real establece que dos herederos al trono nunca deben volar juntos en el mismo vuelo, para que la realeza se encuentre protegida. Y, a pesar de la ausencia de reglas oficiales, todos los miembros de la familia real deben de recibir permiso para volar por parte de la reina Isabel II.

Pero ella, en ocasiones, es muy buena, cosa que demostró al hacer una excepción con el príncipe Guillermo. Cuando su hijo tenía solo 9 meses, el príncipe Jorge acompañó a sus padres en un tour por Australia y Nueva Zelanda en 2014.

En septiembre del año 2016, Kate y sus niños volaron a Canadá. Y en junio del 2017, la familia viajó por Polonia y Alemania.

8. Tiempo para el té

A donde vaya o vuele la reina Isabel II, ella nunca cambia uno de sus hábitos: la tradicional tarde del té. La reina prefiere un desayuno inglés en el cual se incluye una tostada, té inglés tradicional y su pastel favorito.

Cuando ella va de viaje en tren, sus ayudantes saben que el té y sus bebidas favoritas deben de servirse 4 veces en un tiempo de ocupación determinado. Su Majestad disfruta de un vaso de ginebra con una rodaja de limón antes de la comida, después una copa de vino durante la hora del almuerzo o cena, y un martini seco en la culminación del día. Antes de ir a dormir, la reina adora tomar una copa de champán.

9. Seguridad y equipaje exclusivo

La familia real a veces puede permitirse volar en aerolíneas de bajo costo, pero nunca van sin seguridad. Durante sus viajes, todos son acompañados por personas especialmente entrenadas encargadas de su comodidad y protección. Pero es poco probable que les prestes atención, ya que frecuente no son muchos custodios. En promedio, viajan con 7 u 11 personas.

Otra marca de la familia real son los logotipos especiales y etiquetas en las maletas reales. Por ejemplo, cuando el príncipe Guillermo fue de visita a Australia, los periodistas notaron que su equipaje estaba marcado con la letra W (William) y una corona.

Kate, en este plano, es más ecléctica, aunque en uno de sus viajes, su equipaje estuvo compuesto por un total de 25 bolsas y maletas.

El equipaje de cada miembro de la familia real está elaborado especialmente y aprobado por un sistema de marcado con etiquetas de un tono determinado. Así, el pequeño príncipe Jorge tiene marcas de color azul, y el equipaje de Isabel II cuenta con una inscripción que dice “Reina”.

¿Qué hay de ti? ¿Tienes algunas reglas o rituales que obligatoriamente pones en práctica siempre que viajas? Cuéntanos sobre ellos en los comentarios.

Imagen de portada East News, East News

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