25 Historias sobre entrevistas extrañas para las que la vida no había preparado ni a los candidatos ni a los reclutadores

No todas las películas logran convertirse en joyas de culto, pero Constantine lo logró. La película que hizo de Keanu Reeves el exorcista más cool del cine cumple 20 años desde su estreno, y mientras la legión de fans siguen esperando ansiosamente una secuela, nosotros decidimos celebrar este aniversario desenterrando secretos y curiosidades de la cinta que ni te imaginabas posibles.
Aunque Keanu Reeves dio una excelente actuación, el personaje original del cómic distaba mucho en apariencia. Alan Moore, creador del antihéroe, se inspiró en el mismísimo Sting. Sin dudas, habría sido interesante ver un Constantine con el pelo rubio platinado y luciendo chaquetas de cuero.
Antes de que Keanu se uniera a la producción, Nicolas Cage, con su experiencia en películas similares, era el candidato favorito. Sin embargo, los cambios de director lo llevaron a abandonar el proyecto, abriendo la puerta a Reeves. También Mel Gibson estuvo en la lista de candidatos para encarnar al famoso exorcista.
Francis Lawrence, el director, quería alejar Constantine del típico estilo de película de cómics. Buscó un enfoque más realista y crudo. Por eso, en lugar de las armas brillantes y coloridas, Constantine usa artefactos sagrados con aspecto desgastado y antiguo, como si fueran auténticas reliquias históricas.
Las escenas de acción de también esconden detalles únicos. Por ejemplo, las poderosas granadas de agua bendita que vemos en pantalla no eran más que simples adornos navideños rellenos de agua. Y para las escenas donde Keanu lanza proyectiles a Balthazar, la producción recurrió a globos de agua.
Es una práctica común en el cine reutilizar elementos de producción entre películas del mismo estudio y Constantine no fue la excepción. Por ejemplo, la famosa Lanza del Destino que aparece en la película fue tomada prestada de otra producción muy conocida: Hellboy.
Sin dudas, Keanu se tomó muy en serio su papel como exorcista. Para prepararse para el papel entrenó con un exorcista de verdad, aprendiendo técnicas y rituales para dar mayor realismo a su actuación. Aunque, según confesó, se sintió bastante aliviado de que ningún ente paranormal se apareciera durante el rodaje.
Rachel Weisz, quien interpreta a la detective Angela Dodson, también se sumergió de lleno en su papel. Para comprender mejor el trabajo de su personaje como forense, visitó morgues reales como parte de su investigación, experiencia que no dudamos aportó mucho realismo a su actuación.
Para plasmar el infierno en Constantine, el director se alejó de las imágenes tradicionales. En lugar de hogueras, cuernos y colas puntiagudas, se inspiró en la devastación de los desastres radioactivos. Imaginó el infierno como un universo paralelo, una réplica de nuestro mundo, pero arrasado por perpetuas explosiones nucleares. Una visión aterradora y original.
Keanu, siempre comprometido, realizó muchas de sus propias acrobacias, incluyendo una escena donde es lanzado por los aires con un cable. Rachel Weisz tampoco se quedó atrás. Tuvo que ser sumergida en agua repetidas veces para una escena que, según recuerda, fue “bastante aterradora”. Especialmente luego de escuchar al director decirle a Keanu que “no sea suave con ella”.
El director buscó romper con varios clichés del cine. Un ejemplo son las alas de Gabriel, interpretado por Tilda Swinton. En lugar de las típicas blancas y angelicales, se optó por unas oscuras con aspecto de pájaro, dándole un toque más perturbador. Y para el diseño de los demonios, la inspiración provino de imágenes de autopsias, en vez de las conocidas representaciones medievales tradicionales.
Las películas sí que son un pozo sin fondo de secretos y curiosidades, ¿cuál es el detalle más loco que pillaste en alguna otra película icónica?