10 Errores comunes al cuidar las manos que nos agregan más años de los que tenemos
Las arrugas y las canas son signos indiscutibles del paso del tiempo en nuestro cuerpo. Pero más allá del rostro y el cabello, hay otras zonas a las que, si no les prestamos suficiente atención, pueden delatar nuestra edad e incluso contribuir a que parezcamos mayores de lo que somos. Una de ellas son las manos, ya que además de que su piel es delgada y frágil, las usamos en la mayoría de actividades diarias e interacciones con los demás.
En Genial.guru, identificamos esos malos hábitos en los que caemos al cuidar nuestras manos y que pueden estar haciéndonos lucir con más años sin siquiera percibirlo.
1. Olvidar hidratarlas en las noches
Generalmente, usamos las cremas hidratantes durante el día y, algunas veces, solo al momento de aplicar crema corporal. Con el fin de que nuestras manos luzcan lozanas y sin apariencia de sequedad y vejez, es importante brindarles la hidratación adecuada tanto en las horas del día como durante la noche.
Por eso, lo ideal es aplicar alguna loción hidratante después de cada lavado de manos para atrapar la humedad en ellas, y antes de ir a dormir, acudir a una crema con retinol, un componente que puede ayudar a aliviar las manos agrietadas y resecas. Aún mejor si luego se cubren las manos con guantes de algodón para que el efecto humectante sea más efectivo.
2. Cortar las cutículas
Cortar las cutículas es una práctica que puede resultar perjudicial, ya que al removerlas, se le estaría abriendo la puerta de entrada a posibles infecciones o irritaciones en la zona. Además, puede propiciar la aparición de crestas en las uñas o manchas blancas en ellas.
En vez de eso, lo recomendable es usar un palito de naranjo especial para empujar las cutículas hacia abajo suavemente. A diferencia del cortador de cutícula, no hace que se vuelvan duras y propensas a romperse, por lo tanto, no le dan apariencia envejecida a las manos.
3. Pasar por alto el protector solar
Las manchas por el sol no aparecen solo en los lugares aparentemente más expuestos como la cara y el pecho, sino también en las manos y, desde el momento en que empiezan a notarse en ellas, se convierten en un signo de envejecimiento. La buena noticia es que son totalmente prevenibles, pues basta con usar un protector solar igual o mayor a 30 FPS a diario para evitar que surjan.
4. Limpiar sin protegerlas
Mientras realizamos las labores de limpieza en casa, nuestras manos pueden estar sufriendo estragos que nos harán lucir de más edad. En cambio, si las protegemos usando guantes, podemos aislarlas de algunos agentes químicos que contienen los productos de limpieza que provocan manos resecas, irritación y uñas quebradizas.
De la misma forma, en temporadas o climas muy fríos, los guantes de invierno evitan que la piel de las manos se vuelva escamosa y eso, a su vez, frena la formación de arrugas.
5. No tratar las uñas manchadas
Las uñas de color amarillento pueden dar la apariencia de manos avejentadas, por eso es importante prestar atención a esa condición y tomar cartas en el asunto. Una buena solución a este problema, generalmente causado por los residuos de esmalte, es aplicar un aceite para cutículas sobre la uña para luego, con un pulidor de uñas o con el lado de pulir de la lima, frotarla hasta que la mancha vaya cediendo.
6. Usar jabones agresivos
El tipo de jabón que se usa para el lavado de manos puede influir mucho en su aspecto. Los jabones que no son suaves con la piel pueden alterar su pH y dejarla expuesta a posibles inflamaciones. Aún más, a medida que se envejece, la piel va perdiendo la capacidad de retener la humedad, así que un jabón abrasivo incrementa la sensibilidad de la piel. Lo recomendable es optar por jabones suaves con propiedades humectantes.
7. Nunca exfoliar
Aunque no es algo que se suela incluir en la rutina de cuidado diario, exfoliar las manos puede devolverles vitalidad y hacernos lucir más juveniles. Esto incluso se consigue usando ingredientes caseros como azúcar, limón y algún aceite natural. Luego, se debe frotar la mezcla sobre las palmas, la parte superior de las manos y los nudillos para finalmente hidratar con una loción.
8. No revisar la temperatura del agua
Lavar las manos con agua caliente elimina los aceites naturales que lubrican su piel y las protegen contra la resequedad. De hecho, entre más caliente esté el agua, más humedad le quita a la piel. Así que, para librar las manos de ese efecto adverso, preferiblemente, se deben lavar con agua tibia.
El agua fría, por otro lado, tampoco es una buena idea, debido a que contrae los vasos sanguíneos, limitando la irrigación de sangre y apartando la humedad de la superficie dérmica.
9. Limar de forma incorrecta
Limar las uñas de forma incorrecta puede provocar que se vuelvan quebradizas, lo que al final hace que nuestras manos pierdan el brillo de la juventud. El limado correcto de la uña debe hacerse en una sola dirección, empezando desde la esquina exterior de un lado hacia el centro y luego limando el otro lado de la misma manera hasta lograr la forma deseada. Además, el movimiento de la lima debe ser suave.
Si se liman las uñas de ida y vuelta, y además con fuerza, podríamos debilitar su base y también la cutícula.
10. Descuidar los nutrientes
Algunas proteínas y vitaminas pueden ayudar a que nuestras manos se vean rejuvenecidas y con menos arrugas. El colágeno, por ejemplo, es una proteína que, bajo buenos niveles, le aporta a la piel suavidad, tersura y firmeza. Pero cuando disminuye, aparecen las arrugas y la falta de elasticidad.
Así que, para aumentar el colágeno en nuestro organismo, podemos incluir suplementos con ese componente o también consumir alimentos ricos en vitamina C, como los frutos cítricos, pimientos, fresas y brócoli; así como otros que contengan retinol, dentro de los que están la espinaca, las zanahorias y las calabazas.
¿Qué truco casero usas para revitalizar tus manos cuando las sientes maltratadas? Compártenos en los comentarios.