10 Juguetes que tuviste o quisiste tener en tu infancia (y nos dan justo en la nostalgia)

Curiosidades
hace 4 horas

Lo que para algunas personas son simples juguetes, para otros son objetos mágicos que nos llevan a nuestra infancia y nos recuerdan una época más sencilla, llena de diversión, olores y tardes de juego. Hoy, para que no perdamos contacto con ese niño interior y llenar tu día de nostalgia, te traemos una lista de esos juguetes que formaron parte de nuestra historia.

Playmobil es una de las cadenas de juguetes más grandes del mundo y que al día de hoy ha vendido más de 3000 millones de unidades alrededor del mundo, desde el año de su invención en 1974. Todo comenzó en la cabeza del alemán Hans Beck, su creador, quien se dio a la tarea de crear un juguete sencillo para los niños, que tuviera la forma y el tamaño perfecto para que los pequeños pudieran tomarlo sin problemas, y poder manipularlos con las limitadas habilidades motoras de los niños de corta edad.

Los primeros sets de Playmobil incluyeron caballeros y trabajadores de construcción, todos con la simpática sonrisa que caracteriza a estos juguetes. Y aunque fueron creados en 1974, fueron el sueño de muchos niños durante los ochenta y los noventa. Incluso a la fecha se pueden encontrar en la habitación de los pequeños que dejan volar su imaginación, aunque también algunos adultos los usan para reimaginar eventos históricos o simplemente para coleccionar.

Quien se queja por pisar un LEGO, es porque nunca pisó los jackses. También conocidos como jacks, huripapa o abhadho, los jackses pertenecían a esa clase de juegos que eran más complicados de lo que parecían. Típicamente hechos de metal o plástico, era un juego que requería mucha coordinación y precisión. Sí, se veía sencillo cuando nuestras mamás o hermanas mayores lo hacían, pero cuando uno tomaba la bolita para hacerla rebotar, era como si perdiéramos la total coordinación del cuerpo. Incluso hasta llegábamos a rebotar, torpemente, la bolita contra los jackses, haciéndolos volar por toda la habitación.

No se sabe bien quién inventó este juego, pues ya desde el antiguo Egipto se tenían registros de juegos similares, pero con semillas de melocotón o huesos de oveja en la antigua Grecia.

Tal vez uno de los personajes más icónicos para las chicas y también para la historia de las caricaturas japonesas. Hello Kitty fue creada, también en 1974, por una ilustradora que trabajó para la compañía Sanrio, su nombre era Yuko Shimizu. Y aunque al principio se creó con el propósito crear diseños y patrones para carteras, nadie imaginaría el impacto que este personaje tendría en el corazón de los niños, pues se convertiría, rápidamente, en el producto más vendido de Sanrio.

La inspiración detrás de esta gatita y su lazo rojo se debe a un gato blanco que recibió Yuko de su padre en un cumpleaños. Hoy, lo que inició solo como carteras, se ha convertido en toda una marca que ha tenido juguetes de toda clase: desde peluches, muñecas de plástica y hasta minifiguras armables. Su éxito fue tal que hasta tuvo su propia serie animada y ha hecho colaboraciones con otros animé famosos como Mobile Suit Gundam.

Este pequeño robot peludo fue la sensación y el terror de muchos niños durante los años noventa. Se trataba de una pequeña y simpática criatura, de orejas grandes, ojos saltones, pico pequeño y redondeado, que a muchas personas les recordaba a los gremlins de las películas. Su lanzamiento en 1998 fue un éxito inmediato, pues este peculiar monstruo no solo era adorable, sino que también podía hablar, cantar, bailar e incluso reír. Era básicamente una mascota mecánica con la que los niños podían interactuar sin necesidad de preocuparse por desórdenes, darles de comer o limpiar sus gracias.

Sin embargo, con el tiempo su adorabilidad fue la causa de muchas pesadillas. Por alguna razón, el juguete no tenía un botón de apagado, entonces la única manera de desactivarlo era quitarle las baterías, y era muy común escucharlo hablar en horas de la madrugada. Lo curioso es que muchas personas reportaron que sus Furbies continuaron haciendo ruidos aún después de quitarles las baterías, por lo que también corría el rumor de que algunos de ellos estaban poseídos o eran malignos.

Curiosamente, el Gobierno de los Estados Unidos llegó a prohibirlos en ciertas instalaciones gubernamentales, pues se temía que pudieran causar filtraciones de información importante al grabar y repetir conversaciones, aunque los desarrolladores del Furby, Hasbro, aseguraron que el juguete no contaba con ese tipo de tecnología.

Es nuestra niñez, también tuvimos una versión del cine 3D y se le llamaba view-master. No era realmente cine, pero sí que lo veíamos por horas, a pesar de tener apenas unos 3 o 5 discos que repetíamos una y otra vez sin cansarnos. Este pequeño juguete rojo fue el furor de los niños latinoamericanos y fue introducido por primera vez al público en el año 1939, por una compañía fotográfica llamada Sawyer Photographic Company. Esta compañía se dedicaba, principalmente, a la elaboración de cartas postales y también álbumes de fotos para los turistas, pero luego de que su fundador se aliara con fabricante de órganos alemán, llamado William Gruber, se creó el primer prototipo del view-master.

El mecanismo era relativamente sencillo. Se tenía un disco de cartón que venía con varias imágenes 3D incrustadas, el cual introducías en el visor y podías ver la imagen aumentada, casi como si pudieras meterte en ella. Las imágenes eran variadas, iban desde escenas de personajes famosos de Disney, hasta materiales más educativos como dinosaurios y otras especies animales.

6. Cabbage Patch Kids (Repollitos)

Si sabes cuál es la relación entre un repollo y un muñeco, entonces llegaste a conocer a los Cabbage Patch Kids. Un alemán llamado Xavier Roberts es a quien se le atribuye su creación, por ahí de 1976, aunque esa primera versión no se asemeja mucho a la que nosotros conocimos en nuestra infancia y hasta puede dar un poco de miedo (aunque las versiones posteriores también eran algo aterradoras). Sin embargo, estos muñecos, que nacían de una col, fueron toda una sensación y ya para 1893 se habían convertido en uno de los juguetes más exitosos en la historia de la industria. ¡Fueron tan famosos que hasta llegaron a ser mascota oficial del equipo olímpico de los Estados Unidos!

Parte del éxito de los Cabbage Patch Kids fue su “tarifa de adopción”, que no era en realidad otra cosa más que el precio de venta. Pero cada muñeco venía con un certificado de adopción, que incluía un nombre en ocasiones extravagantes.

Polly Pocket le hacía honor a su nombre, pues era tan pequeña que no solo cabía en los bolsillos, sino que también pasábamos con el miedo de perderla en cualquier momento. Pero tener una era como tener un mundo miniatura y muchas historias por contar.

Fue creada en 1983 por Chris Wiggs como un regalo para su hija. También, le creó una casa a la muñeca usando una cajita de maquillaje. Pero fue hasta 1989 que haría su primera aparición para el público, en las tiendas de Bluebird Toys en Inglaterra, las cuales serían adquiridas, posteriormente, por Mattel. La versión original de esta muñeca no medía más de 2,5 cm de altura. Su diseño ha experimentado diversos cambios desde que Mattel tomó las riendas del negocio y es muy posible que la versión que conocimos primero fuera la de ellos: con una apariencia un poco más humana y figuras más grandes, siendo la muñequita rubia con cola de caballo la principal.

Sin embargo, no todo fue color de rosa para este juguete. En el 2004, Mattel creó una línea de Polly Pocket que tenía vestimentas intercambiables sotenidas por medio de imanes. Esta versión era considerablemente más grande que las versiones anteriores, no obstante su tamaño no evitó que muchos niños ingirieran las piezas metálicas que llegaban a soltarse, por lo que al final se tuvo que retirar del mercado y significó un gran golpe para la marca. A pesar de todo, hoy Polly Pocket continúa existiendo, en versiones mucho más grandes e incluso hasta en formatos animados y películas.

Si alguna vez tuviste un tamagotchi, sabes lo que es tener una vida inocente en tus manos desde temprana edad. Y es que un tamagotchi no era solamente un juguete, era una responsabilidad. Para algunos podía ser unos cuantos píxeles en una pantalla miniatura, pero para nosotros era una mascotita que teníamos que cuidar sin importar la hora del día. ¿Darle de comer en horas de la madrugada? ¡Lo hacíamos! O al menos lo intentábamos. La mayor parte del tiempo la criatura pasaba a mejor vida mientras dormíamos. Pero si lograban sobrevivir, era divertido verlos crecer y descubrir sus personalidades.

Tamagotchi vio la luz por primera vez en 1997, de la mano de Akihiro Yokoi y Aki Maita. No se sabe quién fue el que tuvo la idea de la creación, pero sin ellos no hubiéramos pasado tantas horas cuidando de nuestros huevitos. Supuestamente, la idea que inspiró la creación de este juguete fue un comercial japonés en el que un niño quería llevar su tortuga mascota a un viaje, pero su madre no lo dejaba. Lo que luego llevó a ambos a crear la obsesión de muchas chicas, e incluso chicos, porque sí, muchos chicos también quisieron tener el suyo, tanto así que compañías como Bandai quisieron aprovecharse de este éxito y crearon su propia versión para niños, a la que llamaron Digimon.

Al igual que los Furbies, los trolls podían ser fuente de diversión o pesadillas, dependiendo de quién los mirara. Para la mayor parte de las chicas, los muñequitos troll eran la sensación del momento. Los llevaban a todas partes y jugaban a crear diversos peinados con sus cabellos parados.

El origen de estos muñecos se puede rastrear hasta Dinamarca, en 1950. Su creador, Thomas Dan, creó la compañía que los popularizó después de que su esposa lo convenció de poner a la venta los muñecos en madera que tallaba para sus hijos. Originalmente, los trolls se suponía que daban suerte, pues el mismo Thomas los nombró Good Luck Trolls, o trolls de la buena suerte. Al principio los vendía de puerta en puerta, hasta que se popularizaron tanto que empezaron a venderse en vitrinas y la demanda aumentó, al punto de que Thomas tuvo que comprar toda la producción de Islandia solo para continuar su producción.

Con el tiempo, perdieron popularidad, pero no desaparecieron del todo. Algunas compañías intentaron modernizar estas criaturas y crearon caricaturas y nuevas líneas de juguetes menos atemorizantes. Incluso, en el 2013, DreamWorks los llevó a la pantalla grande con la participación de figuras como Justin Timberlake y Anna Kendrick.

¿Cómo algo tan sencillo como un peluche enloqueció a tanta gente? Los Beanie Babies fueron la admiración de millones de personas alrededor del mundo. Tanto pequeños como adultos querían hacerse con estas suaves criaturas. Y bueno, bastaba verlos para entender por qué alguien querría uno: eran adorables y traían una etiqueta que no solo traía el nombre del animal, sino también su cumpleaños. ¿Cuántas veces no quisimos celebrarlos?

Estos peluches fueron creados por la compañía TY Inc, fundada por H. Ty Warner, en 1993. Su intención inicial fue crear un juguete sencillo, adorable y económico. Pero nunca esperaba que se convirtiera en el fenómeno cultural que fue. Claro, gran parte de esto se debe a la estrategia de mercadeo que se empleó con la venta de los Beanie Babies. Solo se vendían 36 unidades de cada animal, con vendedores independientes, para así crear el efecto de escasez artificial, lo que hizo que muchas personas enloquecieran intentando conseguir un animal en específico. Especialmente las personas que los coleccionaban, llegaban a pagar más del precio original y hasta crearon guías para definir sus precios, dependiendo del estado del peluche o de si tenían etiqueta o no. Y aunque se esperaba que llegaran a valer miles de dólares, el furor no dio para tanto y ya para el 2000 los precios de reventa bajaron, al punto que los coleccionistas empezaron a vender todas sus colecciones, rompiendo con el efecto de escasez que les dio tanta popularidad.

Los nuevos consentidos

Por supuesto, para nosotros nada va a cambiar la magia que estos y muchos otros juguetes trajeron a nuestra infancia. Sin embargo, en la actualidad existen otros juguetes que son la obsesión de las nuevas generaciones. Acá te mencionamos unos cuantos:

Una de las más grandes diferencias que hay entre los juguetes modernos y los de nuestra época, es su apariencia. En nuestros tiempos, algunos juguetes como los trolls podían ser totalmente aterradoras. En la actualidad, habrá juguetes para niños que puedan tener una apariencia particular, pero no dejan de ser adorables. Labubu es el ejemplo perfecto de esto: un pequeño monstruo con dientes serrados y un gesto que pareciera esconder muchas travesuras.

Esta adorable criatura nació en Hong Kong, en el año 2015. Su creador, Kasing Lung, tuvo la idea después de crear una serie de historietas inspiradas en la mitología nórdica. Labubu no es la única de su tipo, sino que también la acompañan otros elfos llamados Zimomo, Tycoco, Spooky y Pato, todos de diferentes colores, pero igual de traviesos. Hoy, han invadido las redes sociales y los hogares de muchas personas con su diversidad de atuendos y mercadería.

Los juguetes de Sonny Angel, al igual que Labubu, tienen una gran variedad de atuendos, lo que los hace perfecto para coleccionistas. Lo curioso de este juguete, es que en su mayor parte están desnudos, cubiertos únicamente por un gorrito con diseños de animales.

Sonny Angel representa a un pequeño ángel que nació en el 2004, aunque en ese entonces era mucho más grande que la versión moderna que ha obsesionado a tantas personas en el mundo. La particularidad de este producto reside en su formato de venta: una caja ciega. Cada caja pertenece a una colección específica, con una cantidad de figuras limitadas, pero la caja no revela qué figura viene dentro, sino que hay que abrirlas para descubrirlo, lo que genera un elemento de sorpresa en las personas. Y acá es donde podemos encontrar una diferencia en comparación con los juguetes de nuestra infancia, pues con la existencia de las redes sociales y plataformas de streaming, muchas personas se graban abriendo las cajas de Sonny Angel y mostrándole a sus seguidores las figuras que encontraron, lo que vuelve la colección algo no individual, sino un fenómeno que forma parte de una comunidad.

Pero no todo son diferencias en comparación a las nuevas generaciones de juguetes. Algunos rompen con la barrera del tiempo y vuelven a surgir, aunque tal vez no de las maneras más esperadas. Es posible que muchos de nosotros estemos familiarizados con los juguetes de Sylvanian Families, estas familias adorables de animales miniatura con distintas vestimentas y profesiones.

Fueron creadas en 1985 y viven en una tierra llamada Sylvania. Inicialmente, se originaron en Japón, y luego llegaron al Reino Unido, donde se convirtieron en un juguete icónico, cada uno con su nombre propio y estilos de vida. En los últimos años, vieron un nuevo repunte en su popularidad entre las nuevas generaciones, aunque no específicamente porque estén comprando el juguete, sino más bien porque se les utiliza en memes en las redes sociales, muchas veces con bromas de humor negro.

Como vimos, los juguetes también evolucionan con el tiempo. Y aunque los juguetes modernos puedan ser muy diferentes a aquellos de nuestra época, la esencia es la misma. Nos hacen imaginar, conectar con otros y divertirnos. Así como hoy nosotros sentimos nostalgia por los tesoros que tuvimos en nuestra infancia, las nuevas generaciones también miraran con cariño sus LabubusSonny Angels unos años más adelante.

¿Y tú? ¿Cuál fue ese juguete que marcó tu infancia? Cuéntanos en comentarios y compartamos entre todos esos recuerdos de nuestra niñez.

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