10 Mitos sobre la pérdida de peso que seguimos creyendo
El problema del sobrepeso en muchos países del mundo es muy actual, en particular, nos hemos vuelto más grandes que nuestros ancestros. Por supuesto, no todas las personas sufren de obesidad, pero de todos modos, la gran mayoría tiene un par de kilos no deseados.
Aquellos afortunados que no tienen problemas con su peso frecuentemente se preocupan por la cuestión de mantenerse en forma. Existen otros que a veces siguen métodos pocos estudiados o seudocientíficos que no solo no ayudan a adelgazar o mantener el peso, sino que también se pierden todos los esfuerzos realizados.
Genial.guru preparó un artículo en el cual están descritos los mitos más comunes sobre la pérdida de peso.
Mito 10: Existen productos con “calorías negativas”
Los defensores de esta teoría creen que, al consumir determinados productos, el organismo gasta más calorías para digerirlos de las que en realidad contienen. No obstante, ningún producto posee estas propiedades tan mágicas. Existe un factor llamado efecto térmico de la comida: el cual indica la cantidad de calorías que nuestro organismo gasta para digerir y absorber la comida.
Cabe destacar que este factor solamente requiere del 5 al 35 por ciento de la energía dietética del producto. Además, el 35 por ciento se gasta en digerir aquella comida con proteínas, ya que poseen el efecto térmico más fuerte. Por otro lado, en la absorción de productos con “calorías negativas”, el organismo gasta entre un 5-15 por ciento. En otras palabras, al comer un plato de brócoli que contiene 45 kilocalorías se perderán menos de 5 kcal y el resto lo absorberá tu organismo.
Mito 9: Para quemar grasa, se tiene que sudar arduamente
Frecuentemente, los atletas utilizan este método express para perder peso. Por ejemplo, los boxeadores que necesitan perder kilogramos antes de una competición para entrar a una determinada categoría de peso utilizan trajes especiales con un efecto de sauna y corren o hacen otros ejercicios físicos.
En realidad, el peso se va, pero no por las grasas, sino por la pérdida de agua. Además, el utilizar tales trajes en algunos casos puede provocar deshidratación e incluso hacerte sufrir un golpe de calor. Si planeas hacer ejercicio con ellos, entonces tienes que tener mucho cuidado.
Mito 8: Al hacer ejercicios especiales o un tratamiento envolvente, puedes adelgazar una zona determinada
Por desgracia, no se puede perder peso en la zona del abdomen, muslos o piernas sin perder en otras partes del cuerpo. Como mostraron algunas investigaciones, los ejercicios en zonas determinadas no queman la grasa localmente, pero ayudan a tonificar los músculos en la zona problemática.
En cuanto al tratamiento envolvente, su efecto solo tiene una característica cosmética, ya que tiene un efecto positivo en el estado de la piel haciéndola más elástica. Los cinturones con efecto de sauna que dicen darte una cintura más delgada son solo una estrategia de marketing. El único método eficaz para quemar la grasa extra localmente es con ayuda de una liposucción.
Mito 7: Los dulces en la dieta están prohibidos por completo
Por supuesto, los dulces no son un producto dietético. Pero si estos pueden tener lugar en tu norma diaria de calorías y no afectan las porciones de proteínas, grasas y carbohidratos, entonces se pueden consumir sin miedo. Ante todo es necesario recordar que nosotros no adelgazamos por el rechazo a los postres, sino por la escasez de calorías.
Además, existen dulces menos perjudiciales, por ejemplo, malvaviscos, frutos secos, barritas de cereal y las gelatina con sabores de frutas. La regla principal es cumplir con las medidas.
Mito 6: En ningún caso debes comer después de las 18:00
La mayoría de los especialistas están de acuerdo con que es mejor abstenerse de comer 2 o 3 horas antes de dormir. Así que la regla de “no comer después de las 6 de la tarde” será adecuado solo en caso de que vayas a dormir a las 21:00 en punto. Aunque algunos nutricionistas lo impugnan diciendo que al organismo en gran medida le da igual la hora a la que comas si, al mismo tiempo, no superas la norma diaria.
En cualquier caso, no vale la pena morir de hambre después de las 18:00 si planeas ir a dormir cerca de las 23:00 horas, ya que esto no te traerá beneficio sino que simplemente hará que quieras “comer por la noche”.
Mito 5: Puedes “acelerar” el metabolismo únicamente alimentándote con productos especiales
La opinión de que se puede acelerar el metabolismo comiendo productos milagrosos, por ejemplo, bayas de Goji, no ha encontrado una confirmación científica. Sin embargo, el metabolismo del ser humano en un estado en reposo (metabolismo basal) puede aumentar un poco después de consumir té, café o especias picantes. Pero este efecto no es eterno, por lo que no desempeña ningún papel en la pérdida de peso.
Existe un método que en realidad acelera el metabolismo en un estado en reposo: el incremento de masa muscular. En otras palabras, entre más músculo tengas, más energía gastará tu organismo, incluso cuando no haces deporte, sino simplemente descansas sentado en un sillón.
Mito 4: Los bocadillos hacen daño
Para algunas personas, los bocadillos entre comidas no están prohibidos, simplemente son necesarios por su estado de salud. Por ejemplo, al tener enfermedades gastrointestinales, problemas con los riñones y el sistema circulatorio. Además, para las personas saludables un sentimiento constante de hambre les hace más daño que los bocadillos. Como ya hemos dicho, esto podrá provocar visitas a tu refrigerador y otros trastornos de un desorden alimenticio.
Así que no te prohíbas los bocadillos, simplemente no elijas barras de chocolate, aunque por un pequeño pedazo no engordarás demasiado. Pero hay algunas saludable, por ejemplo, las barritas para fitness sin azúcar, nueces, galletas integrales, productos lácteos fermentados, frutas y verduras.
Mito 3: Las personas que quieren adelgazar necesitan obligatoriamente una desintoxicación
En realidad, el término verdaderamente científico de “desintoxicación” no tiene nada en común con la estrategia de marketing bajo el mismo nombre. La verdadera desintoxicación se lleva a cabo en los establecimientos médicos al tener una amenaza de vida en el paciente, por ejemplo, al intoxicarse o tener una sobredosis de alcohol o drogas.
En los demás casos, al no tener graves enfermedades, nuestro organismo se limpia perfectamente de forma independiente: los riñones retiran las sustancias dañinas con la orina, y el hígado elimina las toxinas. Así que la mejor desintoxicación para nuestro organismo no es un programa seudocientífico de limpieza, sino una alimentación saludable y la restricción al consumir alcohol.
Mito 2: Los productos bajos en grasa ayudan a adelgazar
Por supuesto, la cantidad excesiva de grasas en la comida es dañina, especialmente si se trata de ácido graso trans, pero el consumo de productos sin grasa también es capaz de hacerle daño a nuestra salud.
En primer lugar, las grasas son necesarias para el organismo por una serie de procesos bioquímicos, por ejemplo, para producir las hormonas que resisten el estrés y también para la absorción de calcio y vitaminas de grasas solubles A, D y E.
En segundo lugar, los productos bajos en grasas carecen un sabor normal, lo que se compensa con posibles suplementos nutricionales y azúcar. Por lo tanto, un ser humano convencido que se alimenta de una manera correcta puede darse cuenta del azúcar que en realidad consume.
Así que no vale la pena excluir las grasas de tu dieta por completo. Los productos grasosos como el pescado (por ejemplo, salmón, arenque y caballa), nueces, huevos, aguacate y aceite de oliva, al consumirlos de una forma moderada, no retrasarán tu adelgazamiento.
Mito 1: El ser humano es indefenso contra el “gen de la obesidad”
La predisposición genética a la obesidad existe, pero esto no significa que su poseedor está obligado a sufrir sobrepeso durante toda su vida. Según algunas evaluaciones, un 82 por ciento de la población de Europa Oriental tiende genéticamente a tener mucho peso, pero al mismo tiempo, no todas estas personas lo sufren.
En cualquier caso, la presencia en el ser humano del “gen de la obesidad” se puede confirmar solo con la ayuda de estudios. Y el hecho de que esta persona tenga en su familia muchos miembros con sobrepeso, no indica la presencia de problemas graves a nivel genético.
En la mayoría de los casos, tal “obesidad hereditaria” no solo es culpa de los genes, sino de los hábitos alimenticios de la familia: sobrealimentación, el amor por la comida grasosa y dulce, dar de comer a niños forzosamente, etc. Si se corrigen estos hábitos, entonces tu peso bajará a pesar de la “herencia pesada”.