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Viajar a Ecuador equivale a sumergir los sentidos en uno de los sitios con más biodiversidad en el mundo: con abundante vegetación, paisajes rocosos y costeros y un casco histórico que da cuenta de una amalgama de tradiciones, Ecuador se alza como un destino imperdible al momento de visitar Sudamérica.
A continuación, veremos algunas particularidades de este país que, pese a ser de los más pequeños en el continente, contiene un sinfín de tesoros a ser descubiertos.
A pesar de que su extensión de superficie es mucho menor a la de otros países sudamericanos, Ecuador está dividido verticalmente en cuatro regiones bien definidas: la región Amazónica, la región Andina, la zona de la costa y las Islas Galápagos.
Esto asegura una gran variedad de paisajes atractivos para los residentes y visitantes: desde playas agrestes y regiones selváticas con abundante vegetación hasta zonas rocosas y volcánicas ideales para explorar sin aburrirse.
Ecuador toma su nombre de la palabra española “ecuador”, y refiere a su situación geográfica, ubicado justo sobre esta línea septentrional que atraviesa el país. En un principio fue parte del Virreinato del Gran Perú, dependiente de España, y luego de la región de la Gran Colombia, junto a los actuales países de Colombia, Venezuela y Panamá. Finalmente, logra independizarse en 1830.
Actualmente, hay una estatua que conmemora el descubrimiento del ecuador en el paseo “Ciudad Mitad del Mundo”, 26 kilómetros al norte de la capital nacional, Quito. Sin embargo, hace algunos años se descubrió que la ubicación exacta de la línea está aproximadamente 240 metros al norte del monumento, donde se construyó un nuevo museo (Intiñan).
Si algo caracteriza a Ecuador es su biodiversidad: en este país se encuentra concentrada una enorme cantidad de animales y especies vegetales dispersos en sus variados ecosistemas.
Ecuador alberga alrededor del 8 % de las especies de anfibios, 5 % de las especies de reptiles, 8 % de los mamíferos y 16 % de las especies de aves, lo que lo convierte en destino imperdible para los aficionados a la naturaleza.
La flora es exuberante, y alberga las famosas especies de árboles arupos, que tiñen la capital de rosa en el verano, y una amplia variedad de orquídeas, incluida la “orquídea mono”, flor que asemeja la cara de un simio.
El país está muy comprometido con la conservación de las especies y trabaja a la par con científicos y asociaciones para proteger la flora y la fauna nacional.
Debido a su variedad de ecosistemas, Ecuador es hogar de una gran cantidad de especies únicas, propias de la región, que incluye reptiles (las famosas tortugas gigantes e iguanas marinas), aves (pinzones, pingüino de Galápagos, piquero de patas azules), mamíferos (oso de anteojos, vizcacha ecuatoriana) y una gran variedad de mariposas en la región andina.
Esto lo hace un destino ideal para el ecoturismo y para naturalistas y científicos que pueden deleitarse con la visión de estos animales únicos a lo largo de las llanuras, montañas, islas y costas ecuatorianas.
Las Islas Galápagos representan un atractivo inmenso para la comunidad científica, ya que en este archipiélago, en el océano Pacífico, se concentra una gran diversidad de fauna autóctona y de especies endémicas, es decir, que solo viven en esta región.
Entre las especies más reconocidas se encuentran las tortugas gigantes de Galápagos (o Chelonoidis nigra). Pueden llegar hasta los 450 kilos y tener 2 metros de alto, e incluso cuentan con su propia celebridad: la tortuga “Solitario Jorge”, llamado así por ser la última en su especie, que llegó a vivir alrededor de un siglo.
Estas islas son hábitat de las iguanas marinas, el piquero de patas azules, el pingüino de Galápagos, el cormorán no volador y una gran variedad de lobos marinos.
La región de las Islas Galápagos es célebre por haber colaborado al desarrollo de la teoría de la evolución. El científico y naturalista inglés Charles Darwin pasó una temporada en el año 1835 estudiando la biodiversidad en el archipiélago y luego volcó sus descubrimientos en su reconocida obra “La teoría de las especies”. Parte de las teorías desarrolladas en este libro fueron fruto de su investigación en “las islas encantadas”, como él llamó a las Galápagos, en especial su estudio de los pájaros pinzones de la región.
Ecuador alberga el monte Chimborazo, que es el punto terrestre más cercano al espacio exterior. Técnicamente, es un volcán inactivo que tiene una altitud de 6263 metros, lo que lo convierte en el punto más alto del país.
Si bien la montaña más alta del mundo sigue siendo el monte Everest, con 8849 metros de altura, esta medición se hace desde el nivel del mar. Si tomamos el punto más alejado del centro de la Tierra, sin embargo, el monte Chimborazo se vuelve la región más cercana al espacio exterior. Esto sucede porque la tierra se expande hacia el ecuador y se achata en los polos, por lo que las montañas situadas cerca del ecuador alcanzan unos kilómetros extra.
Debido a su naturaleza invaluable, su rica tradición cultural y sus especies protegidas, Ecuador alberga varios sitios que son patrimonio de la UNESCO, organización que reconoce aquellos espacios o monumentos que pertenecen “a toda la humanidad” y deben ser conservados y protegidos.
Ecuador incluso tiene sitios que aparecieron en la primera lista inaugural en la conferencia del Patrimonio Mundial de la Unesco en 1978, entre los que se encontraban las Islas Galápagos y Quito, su capital. Esto nos da la pauta de la riqueza inconmensurable de la región, tanto en naturaleza como en su cultura.
Imposible aburrirse de la gastronomía ecuatoriana: su variedad de regiones garantizan ingredientes de primera calidad y combinaciones de sabores que conforman platos con mucha identidad. Los ingredientes básicos son el arroz, el huevo, la papa, el aguacate y la carne de res o cerdo, a los que se suman los productos marítimos en la zona costera.
Uno de los platos típicos es el famoso ceviche, a base de mariscos crudos como los camarones y con lima, limón, tomate y cebollas. El encocado de camarones también forma parte de las recetas tradicionales: los frutos de mar son acompañados por una salsa de coco. Otra de las estrellas de la cocina del país es el churrasco de res, que se come acompañado de arroz, patatas fritas, ensalada, aguacate y ají.
Por último, los cuys o cobayos constituyen un platillo tradicional de la región, donde los comen asados y son considerados un manjar.
Otra de las delicias típicas de Ecuador es el chocolate. Este producto, ingrediente central en postres de todo el mundo, ocupa un lugar central en las exportaciones de este país, favorecido por el suelo y el cultivo de la región. Por eso Ecuador tiene una gran industria chocolatera, y los granos de cacao ecuatoriano son famosos por su sabor y sus variedades. Además de su valor culinario y gastronómico, el chocolate tiene un valor cultural en la región, ya que se cultiva desde los tiempos de las civilizaciones precolombinas (mayas y aztecas), que lo incluían en sus ceremonias y rituales por su carácter hasta sagrado.
Ecuador es un país en conexión con sus tradiciones ancestrales. Aun cuando en tiempos coloniales se instaló al catolicismo como la religión principal, los rituales indígenas se mantienen en el carnaval y en fiestas y tradiciones que se llevan a cabo durante el año.
Una de las más conocidas es la fiesta del Inti Raymi, la tradición indígena de celebración al sol. Inti es el dios incaico que representa al Sol, y por eso se lo celebra durante los meses de junio y julio, específicamente el 2 de junio, durante el atardecer de la noche más larga del año. El Festival del Sol consiste en danzas tradicionales, rituales de limpieza, y comidas y bebidas típicas. También son imperdibles los desfiles que dejan ver los coloridos trajes tradicionales.
Una característica interesante de Ecuador es que se volvió el primer país del mundo en reconocer e implementar en su constitución los derechos de la naturaleza. Esto sucedió en 2008, gracias a la participación y apoyo de las comunidades indígenas, y reconoce el derecho de la naturaleza a “existir, persistir, mantener y regenerar sus ciclos vitales”. Un compromiso del país a reconocer, valorar y proteger la naturaleza, otorgándole derechos propios y exigibles.
A la hora de decidir el destino del próximo viaje, Ecuador aparece como una opción tentadora para aquellos que se sientan en contacto con la naturaleza y quieran deleitarse con paisajes de película. ¿Qué animal de los mencionados te gustaría ver en vivo? ¿A cuál de las cuatro regiones de Ecuador viajarías?