10 Tips para conseguir exactamente lo que buscas en la tienda de maquillaje (y no arrepentirte)
Comprar maquillaje puede ser abrumador. Existen tantas y tan distintas marcas que arriesgarse a cambiar de producto puede generar incertidumbre. Después de todo, ¿a quién creer cuando buscas darle un giro a tu rutina de belleza?
Es por ello por lo que en Genial.guru hemos preparado una lista de trucos que te ayudarán a identificar la mejor opción de maquillaje para ti, para que salgas completamente satisfecha de la tienda de cosméticos.
1. Polvo compacto
Para elegir un polvo compacto perfecto para ti, tienes que tomar en cuenta los productos con los que lo acompañarás. Si planeas utilizarlo sobre una base, lo más recomendable es usar uno translúcido, ya que este funciona perfectamente para sellar el maquillaje. En lo que debes fijarte es en que, cuando lo pruebes sobre tu piel, no le cambie el tono en absoluto.
Sin embargo, si eres una mujer joven y no te gusta sobrecargar tu rostro con maquillaje, lo ideal es que, sin ningún cosmético, pruebes el tono de polvo compacto sobre tu cuello y elijas el que más se acerque a tu color natural. Además, recuerda comprar uno con protección solar para evitar, entre otras cosas, el envejecimiento prematuro.
2. Base de maquillaje
Para poder elegir la base de maquillaje perfecta para ti, debes tomar en cuenta los siguientes factores:
- Tipo de piel. Esta puede ser seca, grasa o mixta. Saber identificar tu tipo puede hacerte un gran favor al momento de elegir tu base. Por ejemplo, si la tuya es seca, te conviene usar un producto hidratante. En cambio, si es grasa, una base de acabado mate será ideal para ti.
- Tono de piel. Al igual que los tipos de piel, existen múltiples tonos que se pueden ajustar a ti, pasando por cálidos, fríos y neutros. Sin embargo, para encontrar la base que se asemeje más a tu tono natural se recomienda hallar el color que más se parezca al tono de la línea de tu mandíbula.
3. Corrector
Para poder elegir tu corrector ideal, deberás identificar tu tono y tipo de piel. Una vez hecho eso, tienes que saber que el corrector de ojos perfecto es uno o dos tonos más pálido (dentro de tu tono de piel) que el tuyo, y que si tu piel es seca, se recomienda usar productos líquidos, mientras que si es grasa, los correctores en barra son la mejor opción.
Por otra parte, también hay que tomar en cuenta que, si tus ojeras tienen tonos distintos al resto de tu piel, se recomienda usar colores complementarios a los tonos de tu rostro para neutralizarlos. Por ejemplo: correctores verdes para tonos rosáceos, rosados para cubrir los verdes (por las venas), y así sucesivamente.
4. Rubor
Al igual que muchos artículos de maquillaje, el rubor también depende de tu tono y tipo de piel. Con respecto al tipo, aunque el producto en polvo es apto para todo tipo de piel, también puedes optar por uno en crema si la tuya es reseca.
En cuanto a los tonos, si tu piel es pálida, le irán bien los colores durazno o perlados. Si es amarillenta, colores como el rosa y el bronce funcionarán, y si es morena, de seguro le irán bien el fucsia o tonos berry.
5. Iluminador
En cuanto a tu tipo de piel, el iluminador sigue las mismas reglas que el rubor: polvo para piel grasa y crema para piel seca. Ahora, en cuanto al tono, hay que tomar en cuenta que, sea cálido, frío o neutro, tu iluminador debe ser más claro que tu tono natural para resaltar tus facciones.
En cuanto al color, se recomienda aplicar iluminadores de tonos rosados en pieles claras, tonos beige para piel amarillenta y bronce para piel morena.
6. Bronceador
No hay que confundir la función del bronceador y del contour. Aunque es cierto que el tono perfecto de bronceador es uno o dos veces más oscuro que tu tono natural, este no se usa para cambiar la forma del rostro. Por el contrario, se usa para refrescar la cara y darle una apariencia más despierta.
Para elegir el tono de bronceador perfecto, de nuevo tenemos que fijarnos en nuestro tono de piel, puesto que a los tonos fríos les van bien los bronceadores más rosados; a los cálidos, los colores bronce y durazno, mientras que los neutros combinan bien con ambos.
Por otra parte, a excepción de casos específicos, se recomienda usar bronceadores en polvo, dado que estos son mucho más versátiles y, además, tienen más opciones de acabado. Sin embargo, una regla de oro es que nunca mezcles un bronceador en polvo con uno en crema a la vez.
7. Sombra para ojos
Si bien es cierto que, en cuanto a tonos y colores de sombras tenemos más libertad, independientemente de nuestro tono de piel, aún hay que fijarnos en ciertos factores para saber que estamos comprando un producto de buena calidad. Algunos de ellos son:
- Que la paleta tenga buena pigmentación, es decir, que al momento de probarla en la tienda, a la primera pasada deje el color que promete en su empaque.
- Difuminación: nos tenemos que fijar en que, al momento de aplicar un nuevo color sobre el anterior, la mezcla debe ser un degradado suave y no dejar ninguna línea divisora.
- Que tu piel no genere una reacción alérgica a ese producto. Puedes darte cuenta de esto si al aplicarlo percibiste inflamación, comezón o granos. Esto no significa que el cosmético sea malo, pero por tu salud será mejor evitarlo.
- Fecha de caducidad. Para evitar cualquier problema como falta de pigmentación o reacciones alérgicas, siempre checa este dato antes de comprar tus sombras.
8. Delineador
Existen varios tipos de delineadores entre los que puedes escoger. Aunque el ideal para ti va a depender de en qué etapa te encuentres, el producto siempre debe cumplir los siguientes criterios: precisión en el trazado, ser a prueba de agua, fácil de utilizar y de larga duración.
Ahora, los delineadores más comunes son los tipo lápiz, que son ideales para las personas que están aprendiendo a delinear, dado que son más fáciles de usar y de limpiar. Por otra parte, están los líquidos o en crema, que tienen un mejor acabado y duración, y que son para aquellos que ya son expertos en usar este producto.
9. Rímel
Para saber qué tipo de rímel te conviene más, primero debes definir qué objetivo quieres lograr con este producto. Tres de los más comunes son:
- Rizar: esto hará que tus ojos se vean más grandes y abiertos. Para lograrlo, se recomienda un cepillo curvilíneo que te ayude a conseguirlo de manera más sencilla.
- Dar volumen: esto va a lograr que tu mirada sea más impactante y tenga más presencia en tu rostro. Para lograrlo, debes procurar conseguir un cepillo con cerdas abundantes.
- Definir: lo que se busca es alargar las pestañas y conseguir que luzcan separadas y sin grumos. Para ello, lo ideal es un cepillo pequeño con las cerdas muy, muy juntas.
Otro factor que es de suma importancia para elegir tu rímel ideal es tu tipo de piel, pues hay que saber que, si es grasa, es muy probable que el producto se corra fácilmente si no es a prueba de agua.
10. Lápiz labial
Para elegir tu tono de lápiz labial perfecto, revisa tu tono de piel nuevamente, puesto que de esto dependerá qué color irá mejor con tu rostro en general (siempre y cuando tengas en mente un look natural).
La piel clara suele lucir mejor con colores nude o beige; la piel media, con tonos rosados, morados, bronce o ladrillo, mientras que en la piel oscura resaltan más los colores contundentes como ciruela, vino o marrones.
¿Qué otra regla imperdible para comprar cosméticos conoces?