10+ Viajes de trabajo que comenzaron normales y terminaron como una película

Curiosidades
hace 3 horas

A veces, solo bastan unos días fuera de casa para que todo cambie. Algunas personas llegan antes de tiempo y ven cosas que preferirían no haber visto; otras descubren verdades dolorosas sobre sus seres queridos; y algunas toman decisiones de las que ya no hay marcha atrás. Estas historias jamás habrían ocurrido si sus protagonistas no hubieran salido de viaje por trabajo.

  • Mi esposo ha estado viajando a otra ciudad por trabajo durante los últimos 3 años. En su último viaje, regresó como siempre, y lo abracé. De pronto, noté un olor dulce y extraño en él.
    Me alejé un poco y le dije: “¿Ella usa un perfume dulce?”
    Su respuesta me sorprendió: con total tranquilidad me dijo: “¿Cómo lo supiste? ¡Es un perfume de vainilla o algo así!”
    No lo negó ni intentó dar explicaciones. Fue directo a la cocina a comer, como si nada. Al día siguiente, fui a solicitar el divorcio© Work Stories / VK
  • Me despidieron de mi antiguo trabajo. Me daba vergüenza decírselo a mi novio, así que conseguí empleo como repartidora. Tampoco se lo conté. Luego, él se fue unos días por un viaje de negocios.
    Yo seguí trabajando. Una noche, me asignaron una entrega a las 9 p.m. en las afueras de la ciudad. Llegué, toqué el timbre y esperé. Escuché una voz femenina desde dentro:
    —"Amor, es la entrega, paga mientras me baño."
    ¿Y qué creen? ¡Quién abrió la puerta fue mi novio! Ambos nos quedamos en shock. Yo no pude evitarlo: le aventé la comida en la cara. Él pagó en silencio. Yo solo dije: “Que tengas una linda noche” y me fui.
    Cuando volvió a casa, se encontró con todas sus cosas empacadas. © Work Stories / VK
  • Mi esposa suele salir de viaje por trabajo durante unos días. La verdad, eso incluso nos viene bien: así nos extrañamos. Aunque confiamos el uno en el otro, a veces noto que ella se pone celosa.
    Hace poco, antes de irme a trabajar, le dije: “No enciendas mi laptop, hay algo que no te va a gustar.”
    Al volver por la noche, desde la puerta me dijo: “¡Me pasé todo el día buscando en tu laptop! Pensé que encontraría mensajes o algo ¡pero no hay nada!”
    Yo sonreí: “¿Y entonces? ¿No te gustó?”
    Ella respondió: “Pues... no.”
    No pude evitar reír: “¡Te lo advertí!”
    La amo. Y me encanta hacerla enojar un poco. © Work Stories / VK
  • Mi esposo nunca me dio motivos para desconfiar. De pronto, me dijo que se iría de viaje por trabajo, pero en realidad alquiló un departamento. El departamento de mi amiga. Ella fue quien me lo contó.
    Decidimos atraparlo con las manos en la masa. Cuando llegamos, llevaba dos días allí, jugando en la laptop y durmiendo.
    Resultó que nuestro hijo de 15 años lo había enviciado con Dota, y como en casa no lo dejaba jugar tranquilo, se escapó para poder hacerlo en paz. © Overheard / VK
  • Fui a visitar a mi madre sin avisar, ya que mi padre estaba de viaje por trabajo. Pensé que quizá se sentía sola o necesitaba ayuda. Pero resultó que no estaba sola. ¡La encontré con mi jefe!
    Y entonces entendí muchas cosas: cómo conseguí un buen empleo sin experiencia, por qué no me exigieron pasar un periodo de prueba, por qué no me regañaban por mis errores, y por qué el jefe siempre era tan amable y me ayudaba tanto ¡Todo tenía sentido!
    Siempre pensé que mis padres eran la pareja perfecta, llevaban 22 años juntos. Pero, al parecer, solo lo parecía.
    Desde hace tres días, me siento como en una bruma y aún no sé cómo lidiar con todo esto. © Work Stories / VK
  • Mi esposo se fue de viaje de negocios. Estuvimos hablando por teléfono y me dijo que estaba almorzando en un café con su jefe, y que me llamaría por la noche. Mientras esperaba su llamada, me puse a revisar las redes sociales.
    Vi una foto publicada por mi mejor amiga, tomada en un café. En su vaso, noté el reflejo de mi esposo.
    Decidí ir a verla. Tardó en abrirme, pero me dejó entrar y me llevó a la cocina. Tomamos té, todo parecía normal.
    Ya pensaba que me había hecho una película en la cabeza, hasta que vi el maletín de mi esposo en una silla del dormitorio.
    Volví a casa sin decir nada, llamé a un cerrajero para cambiar la cerradura, y tiré sus cosas al basurero. Desde ese día, no respondí más llamadas ni mensajes de él ni de ella. © Chamber 6 / VK
  • Volví de un viaje de trabajo y encontré una corbata debajo de la cama. Era fea, de color verde.
    Mi esposa, por supuesto, lo negó. Dijo que no sabía de dónde había salido. Me alteré. Llevábamos menos de un año de casados y ya me estaba engañando, pensé.
    La eché de casa. Luego llegó mi madre, vio la corbata y dijo: “¡Qué bonita! Es la que te regalé en Navidad. ¿Por qué nunca te la pones?”
    Mi esposa me bloqueó. No tengo idea de dónde está. Soy un idiota. © Overheard / Ideer
  • Fui a un pueblo por motivos de trabajo. Allí conocí por casualidad a un hombre y conectamos al instante.
    Después vino a mi ciudad, empezamos a vivir juntos y nos casamos.
    Hace un año compramos un departamento de tres habitaciones. Gracias a sus padres, que nos ayudaron mucho.
    También me apoyan con mi hija, de mi primer matrimonio: se la llevan al pueblo, donde ella es feliz, o vienen a cuidarla cuando tenemos que trabajar.
    Mi madre tiene su propio negocio desde hace años, siempre va vestida con pieles y joyas, pero nunca me ha ayudado, ni con dinero ni con apoyo emocional.
    A veces siento que los padres de mi esposo son más cercanos a mí que mi propia madre. © Work Stories / VK
  • Estoy de viaje por trabajo. Entré a una cafetería para relajarme un rato, tomar un café y comer un sándwich después de unas negociaciones difíciles.
    Al entrar, me llamó la atención un enorme acuario sobre la barra ¡con un cangrejo real adentro!
    Hablé con el barista. Resulta que fue chef en uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Un día les llevaron cangrejos “demasiado frescos” casi vivos.
    No pudo con eso, así que lo despidieron.
    Se fue, pero rescató a Zhorik, el cangrejo.
    Ahora lleva seis meses trabajando en esta cafetería, preparando café de autor, mientras Zhorik es la mascota del lugar. Ambos reciben muy buenas propinas. © Chamber No. 6 / VK
  • Siempre me reí de las historias de hombres que regresan de un viaje de trabajo y descubren que su pareja los engaña. ¡Quién diría que yo acabaría en una historia parecida!
    La semana pasada decidí sorprender a mi esposo y regresé antes de lo previsto.
    Al llegar, él se lanzó a abrazarme, a besarme.
    Y yo, en tono de broma, dije: “¿Qué, escondes a tu amante en el clóset o debajo de la cama?”
    Abrí la puerta del clóset ¡y salió una mujer envuelta en nuestras sábanas!
    Se levantó tranquilamente y se fue. Mi esposo corrió tras ella en ropa interior.
    ¡Qué buena broma! © Work Stories / VK
  • Regresaba en tren de un viaje de negocios. En una estación, nos detuvimos por 30 minutos. Miraba por la ventana cuando vi a unos chicos del pueblo, de unos 13 años, jugando.
    Notaron que los observaba y me invitaron con gestos a jugar “piedra, papel o tijeras”.
    Durante 10 minutos, jugaron entre ellos, y el que ganaba se paraba al nivel de la ventana del tren para jugar conmigo. Así seguimos hasta que el tren arrancó.
    Corrieron tras el tren un rato, saludándome con la mano. ¡Fue un momento hermoso! © Chamber #6 / VK
  • Estaba en Miami por un evento de la empresa. Fuimos a un paseo en yate.
    Bueno, el yate en el que yo estaba se incendió.
    Tuvimos que saltar al mar.
    Definitivamente, fue una experiencia que nunca olvidaré. Y ahora tengo una gran historia para contar.
    Lo juro por mi vida: el nombre del barco era Carpe Diem (Aprovecha el momento). © SheDevil1818 / Reddit

Y aquí una mujer decidió seguir a su esposo en su viaje de negocios y descubrió una verdad impactante.

Imagen de portada Overheard / VK

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