Yo intento lavar mis jeans lo menos posible
11 Pequeñas pero poderosas acciones que podríamos adoptar en nuestra vida diaria para darle un respiro al planeta
La acción humana está provocando cambios negativos en el planeta, cuyos efectos aumentarán progresivamente en el futuro. Frenarlos es un gran reto ambiental al que nos enfrentamos hoy. Sin embargo, no es imposible reducir esa huella y empezar a mitigar el cambio climático.
Genial.guru reunió aquí algunas acciones que se pueden poner en práctica (¡a partir de ya!) para darle un respiro al planeta.
1. Llevar los residuos a estaciones de reciclaje
La separación de la basura es una de las principales acciones del correcto manejo de residuos. Es decir, si uno identifica las propiedades de los materiales antes de tirarlos, el aprovechamiento de estos será el mejor, ya sea a la hora de reutilizar o reciclar aquellos materiales que contienen los artículos (y que sirven para crear otro tipo de productos).
Para evitar que los residuos se combinen o se ensucien con otros y pierdan su valor, es importante conocer el código de colores de la basura de tu país. Así, podrás empezar a identificar de qué están fabricados los residuos, luego podrás separarlos, clasificarlos y llevarlos tú mismo a estaciones especiales de reciclaje que estén cerca de tu localidad.
2. Aprovechar la luz natural
Si es posible, para estudiar, trabajar, cocinar o jugar, utiliza la iluminación natural. Puedes usar colores claros en las paredes y techos para que aproveches mejor esta iluminación y así reducir el alumbrado artificial. Otro consejo es tener luces LED, que reducen el consumo energético hasta un 80 y 90 % respecto a las incandescentes.
No olvides apagar las luces que no utilices, un gesto tan sencillo como este contribuye a ahorrar energía.
3. Tomar duchas breves
Una ducha estándar dura 10 minutos, durante los cuales se gastan 200 litros de agua (20 litros por minuto). Para un uso sostenible de agua y energía, la OMS pide ducharse en menos de cinco minutos, con esto ahorras 100 litros de agua.
Asimismo, se recomienda cerrar la regadera mientras te enjabonas o aplicas jabón, checar que no tenga fugas y que sea, de preferencia, ahorradora.
4. Lavar menos la ropa y secarla al aire
El lavado de ropa en exceso, en especial la sintética (nylon, polyester y acrílico), es perjudicial para los océanos y para las propias prendas porque se desgastan. De acuerdo con un estudio, en cada uso de una lavadora doméstica, miles de fibras microscópicas pueden liberarse y terminar en los hábitats acuáticos. Por ello, lo mejor es no utilizar la lavadora.
Si esto no es posible, lo recomendable es configurar la máquina a una temperatura baja y usar detergente líquido, el cual no crea tanta fricción como el de polvo, por tanto, se liberan menos fibras. Revisa que la carga esté completa, ya que la lavadora emplea prácticamente la misma cantidad de agua y electricidad si trabaja llena o semivacía.
A la hora del secado, aprovecha la acción directa del sol y el aire. De esta manera, no tendrás que usar otro electrodoméstico y tu ropa se conservará en mejor estado.
5. Pagar las facturas por internet (y decirle adiós al correo no deseado)
Reducir el uso de papel es otro gran paso. Hoy en día, muchas compañías y bancos dan la opción de pagar facturas online o a través del teléfono móvil, disminuyendo el consumo de este material. De igual manera, si no te interesa la publicidad o impresos que llegan a tu casa, pide que te den de baja.
Al evitar la recepción de correo postal y pasarte a los recibos electrónicos, disminuirás el talado de árboles y el uso de agua y energía que requiere el envío por correo.
6. Desenchufar los electrodomésticos y aparatos tecnológicos
La mayoría de los dispositivos consumen energía aun cuando están apagados, a veces la misma que cuando están encendidos. Este consumo pasivo, también conocido como energía en espera o en reposo, se da sobre todo en los “vampiros eléctricos”. La caja de televisión por cable, laptop, computadora de escritorio, cafetera, consola de videojuegos, cargador del celular, microondas y modem de internet son algunos de ellos.
¿Qué hacer? Desconéctalos por la noche cuando ya no los uses, pero ojo: nunca jales desde lejos el cable, jala desde la clavija. Para prevenir un accidente, usa un interruptor manual o un multicontactos desde el cual se pueda cortar la corriente de suministro en una sola acción. Otra recomendación es que, al comprar aparatos o electrodomésticos, busques siempre productos de bajo consumo.
7. Utilizar menos el carro y más la bicicleta
El uso masivo de los autos y la gasolina que utilizan para moverse influyen negativamente en la emisión de diversos contaminantes a la atmósfera. Tal es el caso de pequeños fragmentos sólidos o diminutas gotitas de químicos que son dañinos para la salud, porque son capaces de ingresar al sistema respiratorio de las personas. También el dióxido de carbono, un tipo de gas de efecto invernadero que contribuye al aumento del calentamiento global.
Una forma de frenar este tipo de contaminación es apostando por el transporte público. Si vas a un lugar que está cerca, camina o desplázate en bicicleta: será bueno para tu salud y para el medio ambiente.
8. Comer menos carne
Los sistemas alimentarios (combina todos los elementos y actividades: producción, procesamiento, distribución, preparación y consumo) representan hasta el 37 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. Algo que contribuye a frenar el cambio climático es consumir más fruta, verdura y moderar el consumo de carne.
9. Reusar y transformar la ropa
La industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo. Según datos de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), este rubro utiliza cada año 93 000 millones de metros cúbicos de agua, volumen con el que se pueden satisfacer las necesidades de cinco millones de personas. Además, es responsable de que anualmente se tire al mar medio millón de toneladas de microfibra, lo que equivale a tres millones de barriles de petróleo.
Dichas cifras son, en su mayoría, resultado del sector de la “moda rápida”, la cual ofrece colecciones a bajos precios y estimula a desechar ropa continuamente. Pese a las cifras desalentadoras, hoy puedes consumir moda responsablemente. El primer paso es usar más de una vez tus prendas de vestir; cuidarlas (¡hora de aprender a coser y reparar!), transformarlas o donarlas para alargar su vida.
Si compras una prenda, hazlo de preferencia en tiendas de segunda mano o de marcas sustentables. Antes, pregúntate: ¿realmente la necesito? De esta forma, empezarás a disminuir la producción y el consumo excesivo.
10. Comprar a granel
Se calcula que cada persona genera casi un kilo de basura por día, unos 231 millones de toneladas de desechos anuales, de los cuales más de la mitad son alimentos. Esto solo en América Latina y el Caribe.
Para disminuir tales cantidades de desperdicios, la compra a granel se ha puesto de nuevo en práctica. La importancia de volver a ella es porque reduce y elimina la cantidad de envases que a diario desechamos, además permite llevar únicamente lo que necesitas evitando el desperdicio de productos, especialmente de comida.
Igualmente invita a apoyar a los productores locales, porque al no necesitar el envasado pueden acercarse fácilmente a los comercios que ofrecen su mercancía. Al consumir local bajan muchísimo los costos y se evita el gasto energético asociado al transporte.
11. Conservar el celular el mayor tiempo posible
La fabricación de un teléfono móvil emplea una gran variedad de materiales, como litio y cobalto en la batería, cobre en los cables y en las placas de circuitos impresos, estaño en las soldaduras, plástico en la carcasa e incluso oro y plata en los contactos de los chips.
Reciclar los móviles viejos y no caer en la tentación de esos planes o contratos que prometen cambiar tu equipo cada año, son dos pasos importantes para darles un buen manejo y evitar la contaminación del agua y suelos, así como las prácticas de desforestación que hay detrás de la obtención de sus materias primas.
¿Actualmente pones en práctica alguna de estas acciones? ¿Qué otra agregarías a la lista? ¡Te leemos en los comentarios!
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Reciclar es básico