11 Detalles de estilo que hacen que una mujer luzca mucho mayor de lo que en realidad es
Es verdad que cada uno decide cuál es su estilo, ese con el que se siente más a gusto. No obstante, a veces puede que escojamos prendas o maquillaje que, en realidad, no nos favorecen y que, además, nos suman años cuando nuestro objetivo es el contrario. En esos casos, solo es necesario aprender algunos trucos para que nuestro aspecto represente mejor la edad que tenemos, así, cuando nos pregunten “¿cuántos años tienes?”, se sorprendan al ver brillar nuestra jovialidad.
¿Te molesta que te den más edad de la que tienes? ¿Cuáles son tus consejos para verte bien sin aparentar años de más?
1. Pasarse con el bronceado
La piel bronceada puede hacernos lucir más atractivas, y la vitamina D que nos proporciona el sol nos hace sentir muy bien. Sin embargo, es una realidad que el exceso de exposición solar no solo afecta nuestra piel, sino que también nos hace ver mayores. Victoria Beckham confesó que ahora prefiere su color de piel natural, pues el bronceado excesivo la hacía ver envejecida.
Por el contrario, un ligero bronceado de la mano de una rutina de cuidado acorde a nuestro tipo de piel puede hasta estilizar nuestra figura. Por eso, se aconseja no exponerse al sol sin la protección adecuada, y llegar al tono deseado poco a poco. Así, no dañamos el colágeno y las fibras elásticas que le dan tonicidad y firmeza a nuestra piel.
2. Usar todo el atuendo en negro
Cuando no sabemos con qué color combinar nuestro outfit, seguramente optamos por el negro, pues creemos que va con todo y que nos hace ver estilizadas y elegantes. Pues, sucede que a medida que pasa el tiempo, nuestra piel comienza a lucir un poco más pálida. Y el negro absoluto nos opaca, nos hace ver más duras, incluso agotadas, a la vez que resalta las arrugas.
Para evitar esto, puedes añadirle una prenda de color a tu atuendo. Dependiendo del tono de tu piel, puedes optar por el azul o el rojo. Este simple consejo le dará luz a tu rostro. Y cuando te acostumbres, puedes cambiar el negro por otros colores oscuros que también favorecen la figura, como el gris o el azul marino.
3. Maquillarse con colores demasiado oscuros y fuertes
El maquillaje es uno de nuestros aliados a la hora de ocultar las imperfecciones del rostro. También nos ayuda a resaltar lo que nos favorece. Con esta idea, puede que apliquemos más de lo que necesitamos o que escojamos colores fuertes y pesados, que tienen un resultado no deseado: sumarnos años.
Por el contrario, a medida que maduramos, luce mucho mejor una piel radiante y humectada, que se vea casi natural. Si no te animas a salir sin maquillaje, utiliza uno con colores mate, suaves y ligeros. Si te preocupa que tu rostro se vea grasoso, solo aplica polvo alrededor de los ojos y en la frente. Esto evitará que la piel se arrugue en las zonas clave y permitirá que mantenga su brillo natural.
4. Vestir prendas con estampados florales grandes
Aunque los estampados florales van a estar siempre de moda, existen ciertos tipos que es mejor evitar si no queremos vernos mayores de lo que somos. Según una experta fashionista, “los estampados florales grandes, voluminosos y audaces te hacen parecer mucho mayor”.
Para evitarlo, escoge estampados delicados y pequeños, que le darán frescura a tu aspecto. También puedes optar por patrones geométricos o abstractos para conseguir un estilo juvenil.
5. Abusar del rímel y el delineador negro
El maquillaje puede lograr que los ojos parezcan más brillantes y grandes. Pero cuidado con pasarse, pues si perdemos el equilibrio y los maquillamos de más, puede que terminemos acentuando lo que no queremos que se vea. Para que nuestra mirada luzca natural, es necesario evitar excederse con el delineador negro y un rímel espeso, que la endurecen, a la vez que empequeñecen los ojos.
En lugar de este color, escoge un delineador marrón. Si lo difuminas, conseguirás una mirada juvenil y fresca. En cuanto al rímel, con una o dos capas basta para resaltar las pestañas. No olvides peinarlas con un cepillo limpio luego de aplicarlo para que queden separadas.
6. Vestir prendas holgadas y sin forma
Si bien las chaquetas o las prendas extragrandes están a la moda, también es cierto que pueden añadir años a quien las lleva. No podemos negar que este tipo de ropa resulta cómoda y que incluso nos ayuda a esconder esos kilos de más. Sin embargo, puede que reduzca nuestra confianza.
En realidad, la ropa holgada no refina la silueta. En lugar de eso, la agranda, dándole un aspecto descuidado, porque las prendas terminan colgando y deformando el cuerpo. Es mejor elegir atuendos del talle adecuado, que acompañen las curvas de nuestra figura con gracia. Puede ser complicado encontrar las prendas adecuadas, pero con un poco de práctica, se puede lograr un estilo equilibrado y agradable.
7. Llevar leggins todo el tiempo como si fueran jeans
Otro comodín del clóset son los leggins, que podemos llegar a usar todo el día, todos los días, hagamos o no ejercicio. Es entendible, pues es una prenda supercómoda que se adapta a todos los tipos de cuerpo y queda bien a cualquier edad. Sin embargo, hay que evitar emplearlos como si fueran pantalones. Combinándolos bien, pueden favorecer a nuestras piernas y afinar la silueta. Si los usamos mal, lamentablemente estaremos agregándonos años.
Por eso, no solo hay que elegirlos del tamaño adecuado, con cintura alta para contener el abdomen y estilizar la cintura, sino también de la tela y los colores apropiados para cada estación. Los leggins van muy bien con prendas amplias en la parte de arriba, como camisas o blusas, cárdigans o chaquetas en invierno. Y en verano, con vestidos ligeros ceñidos en la cintura o túnicas. Para completar, unos buenos zapatos tipo bailarinas. Aunque también van con botas y zapatos de tacón.
8. Combinar todo el outfit
Pensamos que emparejar todas las prendas de nuestro outfit nos hace ver a la moda, pero nada más lejos de la realidad. Combinar el bolso con los tacones, con la chaqueta y hasta con el color del maquillaje le aumenta varios años a nuestro aspecto.
Es verdad que escoger un atuendo adecuado puede ser abrumador, pero hay que ir un paso a la vez. En lugar de vestir varias prendas en tendencia combinadas entre sí, puedes utilizar una o dos, y no necesariamente deben ser de la misma gama de colores que el resto de la ropa. Entonces, no solo lucirás natural y fresca, sino también más juvenil.
9. Usar las uñas superlargas
Las uñas demasiado largas causan un efecto alargador de los dedos, y en consecuencia, también alargan nuestra edad. Las uñas postizas, larguísimas y con diseños variados parecen una buena elección para destacar nuestras manos, pero lo cierto es que las envejecen.
En cambio, las uñas cortas (no tanto como para que parezcan mordidas) y bien cuidadas realmente favorecen a todo el resto de nuestro aspecto. Las uñas de forma ovalada y apenas unos milímetros más allá de la punta de los dedos ayudan a rejuvenecer las manos.
10. Abusar de los cuellos de tortuga
Con la edad, la piel del cuello comienza a aflojarse, y es muy normal que intentemos cubrirla con cuellos del tipo tortuga. Lo que logramos es, justamente, atraer las miradas hacia esa zona. En su lugar, opta por escotes redondos o en V, discretos. En invierno, prefiere abrigar el cuello con chalinas o bufandas, que también pueden proporcionarle un toque especial a todo tu atuendo sin sumarte años.
11. Llevar tacones gruesos o de punta cuadrada
Llegamos a cierto punto en el que preferimos la comodidad y caemos en el error de creer que mientras usemos tacones bajos, con las puntas cuadradas o redondeadas, no solo nos veremos elegantes, sino que no sacrificaremos bienestar. La realidad es que este tipo de calzado nos hace ver mucho mayores de lo que somos, y no queremos eso. Para evitarlo, podemos escoger zapatos más atractivos y que aun así sigan siendo cómodos. Solo debemos estar atentas a que la talla sea la adecuada y la calidad, buena.
En la zapatería, puedes pedir que te midan los pies para dar justo en el clavo con el talle. No es necesario que llevemos tacones aguja para lucir elegantes. Una excelente opción son los zapatos planos, del tipo bailarinas, tan versátiles que van con diversos estilos, ya sean formales o informales; o las sandalias de lona con suela de yute, que estilizan la figura y le dan un aspecto natural y fresco.