11 Hábitos a la hora de limpiar que deberíamos abandonar porque son inútiles

Hay bastantes consejos que supuestamente facilitan el lavado de ropa y la limpieza del hogar. De algunos nos enteramos gracias a nuestras madre y abuelas, mientras que otros los aprendemos en las redes sociales. La verdad es que muchos de estos consejos no son realmente tan efectivos. Es más, incluso los hábitos del hogar que hemos seguido durante años, o incluso décadas, pueden resultar totalmente inútiles.

1. Limpiar todo con una mezcla de bicarbonato y vinagre

El bicarbonato de sodio y el vinagre suelen utilizarse por separado para eliminar distintos tipos de suciedad. El bicarbonato de sodio es bueno para la grasa, mientras que el vinagre es bueno para limpiar los fregaderos después de usar agua dura. Mucha gente piensa que si se mezclan los dos ingredientes, se obtiene un remedio universal capaz de hacerlo todo. Pero el bicarbonato y el vinagre no funcionan juntos.

Como resultado de la reacción química, su mezcla pierde su eficacia. Solo es útil mientras sigue burbujeando. En cuanto termina este proceso, la mezcla se convierte en un líquido que no puede hacer frente a las manchas.

2. Mezclar varios productos de limpieza

Algunas personas no mezclan solo bicarbonato de sodio y vinagre, sino también productos especiales para potenciar su efecto. Por ejemplo, los diseñados para eliminar los atascos de tuberías. Sin embargo, hacer esto o incluso utilizar varios remedios uno tras otro no es una buena idea. No se sabe cómo reaccionarían los productos químicos que contienen. Es mejor utilizar un producto según las instrucciones, y si no ayuda a deshacerse de la obstrucción, llamar a un plomero.

3. Poner la ropa en remojo con agua y sal

Existe la creencia popular de que sumergir la ropa en agua salada antes de lavarla evita que se destiña. Es cierto que la sal se añade a los tejidos teñidos para ayudar a mantener el color. Pero es demasiado tarde para hacerlo uno mismo en casa y no tiene ningún sentido usar agua salada. Si una prenda pierde el color, significa que no ha sido tratada adecuadamente durante la producción.

4. Limpiar el inodoro con un refresco

A veces, se sugiere el uso de remedios de limpieza caseros que supuestamente funcionan igual de bien, si no mejor, que los productos de limpieza especializados. Por ejemplo, se afirma que un refresco limpia el inodoro con sus burbujas.

Pero el azúcar que contiene puede ser un verdadero imán de gérmenes. Por lo tanto, recomendamos utilizar productos específicamente diseñados para la limpieza y desinfección de del inodoro.

5. Eliminar las manchas de tinta con laca para el cabello

Otro consejo al que se recurre desde antaño es el de eliminar las manchas de tinta con laca para el cabello. El secreto de este método consiste en que el alcohol ayuda a eliminar las manchas de tinta. Antes sí se añadía alcohol a las lacas, pero ahora se utiliza en menor cantidad o no se utiliza en absoluto.

Es más seguro usar simplemente alcohol desinfectante. Pero no funcionará con todos los materiales. No debe utilizarse en tejidos sintéticos o delicados (lana y seda, por ejemplo).

6. Aplicar el producto de limpieza directamente a la alfombra

Con frecuencia, cuando derramamos accidentalmente algo en la alfombra, intentamos deshacernos de la mancha inmediatamente, por lo que la mojamos rápidamente con agua y aplicamos un producto de limpieza. Pero estas prisas solo empeorarán las cosas: el exceso de humedad acabará estropeando las fibras de la alfombra y también podrá provocar olores desagradables y hasta la aparición de moho. Es mejor tratar de absorber el líquido de la mancha con una servilleta, luego rociar la zona con un producto de limpieza y volver a absorber el líquido.

7. Utilizar lejía para limpiar las juntas entre azulejos

Algunas personas piensan que la lejía es un producto de limpieza universal, pero no siempre es adecuada para tal fin. Por ejemplo, no debe utilizarse para limpiar las juntas entre azulejos. Con el tiempo, la lejía corroe las juntas y además deja una película sobre ellas que atrae más suciedad.

8. Limpiar los pisos con detergente para lavadora

A algunas personas no les gusta llenar sus armarios con diferentes productos de limpieza, por lo que prefieren utilizar los mismos para diferentes fines. Por ejemplo, limpian el piso con detergente para lavadora. Pero hay que tener en cuenta que este producto es demasiado alcalino, por lo que puede dañar el revestimiento del piso. Además, en una cubeta normal no cabe suficiente agua para diluir adecuadamente el detergente. Esto puede dejar manchas en el suelo después del lavado.

9. Limpiar después de las mascotas con productos con amoníaco

A veces, las mascotas olvidan los buenos modales y marcan los muebles y las alfombras de casa. Para eliminar la mancha y deshacerse del desagradable olor, muchos utilizan productos con amoníaco. Sin embargo, el olor puede confundir a la mascota, por lo que esta volverá a marcar la misma zona. Por lo tanto, se recomienda aplicar un limpiador enzimático especial en su lugar.

10. Pasar la aspiradora en una sola dirección

Se suele creer que la aspiración de las alfombras debe hacerse en una sola dirección. Pero esto solo hace que sea una pérdida de tiempo, ya que el polvo y la suciedad pueden estar “escondidos” en las fibras de la alfombra. Para conseguir limpiarla entera, hay que mover el cepillo de la aspiradora de un lado a otro y de izquierda a derecha.

11. Utilizar agua caliente para limpiar

Mucha gente cree que es importante diluir los productos de limpieza en agua caliente y limpiar las superficies con ella porque mata los gérmenes. Pero, en realidad, el agua caliente disminuye la eficacia de algunos productos. Merece la pena fijarse en las instrucciones del fabricante que figuran en el envase. Puede indicar explícitamente que el producto debe utilizarse con agua fría.

¿En qué hábitos del hogar confiabas antes y con el tiempo te diste cuenta de que no eran tan útiles?