Creo que los hijos bien merecen romper el protocolo
10+ Momentos de la familia real en los que ser padres ha sido más importante que seguir cualquier protocolo
Sin duda, dos de los aspectos más conocidos sobre los que se sustenta la realeza británica son sus estrictas reglas y sus protocolos de comportamiento. Aún más cuando se trata de criar a los futuros herederos de la corona. Pero, ante las nuevas modas y revoluciones de la sociedad de nuestros días, los padres de la familia real británica se han dispuesto, intencionalmente o no, a cambiar las reglas para hacer más cómoda y actual la crianza de sus hijos.
Genial.guru enlistó algunos de los momentos en que los padres de la familia real británica se olvidaron un poco y rompieron las reglas por sus hijos.
1. Reprenden a los pequeños cuando es necesario sin importar si están o no frente al ojo público
Los miembros de la corona británica siempre han procurado guardar la compostura y cuidar sus ademanes y gestos ante la prensa, pues la imagen pública es esencial para mantener intacta su reputación. Pero, como todo niño, los integrantes más pequeños de la corona no están muy al pendiente de ello. Kate Middleton ha tenido que demostrar su faceta más dura como madre cuando el príncipe George o la princesa Charlotte han hecho alguna rabieta frente a las cámaras.
Un ejemplo de ello ocurrió durante la boda de Pippa Middleton y James Matthews, ceremonia en la que George y Charlotte eran algunas de las personalidades más importantes. La prensa británica logró capturar en fotografías las discretas reprimendas de la duquesa de Cambridge hacia el pequeño George mientras sollozaba y parecía desesperado.
2. La reina Isabel II corriendo detrás de un príncipe travieso
Aunque difícilmente la reina Isabel sea vista en momentos privados y dejando a un lado el protocolo, un video de la boda del príncipe Andrés y Sarah Ferguson, de 1986, mostró a una Reina corriendo detrás de un pequeño príncipe de 4 años de edad: William. Por fortuna, y gracias a que la Reina se olvidó de la compostura, el ahora duque de Cambridge se libró de sufrir un accidente por querer perseguir el carruaje de bodas.
3. Viajan en el mismo avión
Existe una regla “no oficial” británica que fue creada para salvaguardar la prosperidad de la corona y de los herederos al trono. De acuerdo con esta regla, no está permitido que dos o más sucesores de la corona viajen en el mismo avión, debido al riesgo que implica. Sin importar que el destino sea el mismo, los príncipes y las princesas sucesoras deben viajar en aviones separados.
A pesar de ello, William y Kate han obtenido el permiso de la Reina para poder ir con los tres niños a los viajes reales. Para ellos, resulta importante mantener a sus hijos juntos para verificar que estén bien y seguros. Por esta razón, la prensa ha fotografiado más de una vez a los duques de Cambridge tomando de las manos a sus tres hijos, mientras descienden del mismo avión.
4. La escuela de los pequeños príncipes y princesas ya no es un internado
Siguiendo una costumbre milenaria, los herederos al trono son inscritos en un internado desde la edad de 7 años para poder relacionarse con más personas ajenas a sus privilegios y cargos reales. Desde el príncipe Felipe hasta William y Harry en su momento, los pequeños se han alejado de la familia real británica para cumplir con la tradición de ir a un internado de exigencia y prestigio en Inglaterra.
Sin embargo, miembros de la familia real británica como el príncipe Eduardo y la condesa Sofía decidieron romper con esta regla y mantener a sus dos hijos en una escuela convencional cerca de casa. Algunos medios británicos aseguran que el destino del príncipe George será parecido, pues William y Kate se han caracterizado por ser unos padres modernos que buscan criar a sus hijos sin un trato especial y apuestan por la educación a través del juego, así que prefieren mantenerlos cerca de la familia. Hasta el momento, continúa siendo un misterio cuál será el modelo de educación escolar acordado para el pequeño heredero.
5. Los principitos salieron a divertirse en lugares públicos
Una de las reglas más estrictas y rigurosas es mantener seguro, vigilado y lejos de las multitudes a cada miembro de la familia real británica. La princesa Diana de Gales pensaba que esto alejaba a los niños de la realidad y les restaba momentos de felicidad, por lo que era común que se escapara con William y Harry a lugares públicos.
El chef real Darren McGrady habló sobre la ocasión en que Diana fue a buscar a los niños al Palacio para llevarlos por una hamburguesa a McDonald’s. Sorprendido, Darren ofreció preparar ese platillo para los príncipes. Diana se negó, ya que sus hijos querían el juguete de las famosas ‘cajitas felices’, no precisamente el alimento. Además de estas experiencias, la prensa captó a Diana y a los príncipes pasando un buen rato en parques de diversiones, donde lucían como cualquier mamá paseando con sus hijos. Incluso Diana habría pedido a las autoridades del parque que el trato hacia los príncipes fuera como el que recibiría cualquier otro visitante.
6. Las madres de la realeza británica eligen dónde dar a luz
Cuando la reina Isabel II estaba planeando la llegada del príncipe Carlos, no dudó en continuar con la tradición de traer a parteras de confianza para que la ayudaran a dar a luz en el Palacio. Y repitió el mismo modelo para el nacimiento de sus tres hijos restantes, Ana, Andrés y Eduardo.
Pero cuando fue el turno de la princesa Diana de Gales, ella decidió romper con las reglas para dar a luz a su primogénito William, y al príncipe Harry, en el hospital St. Mary’s Paddington. Siguiendo sus pasos, Kate Middleton dejó a un lado la opción de llevar a parteras al Palacio, y dio a luz a sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, en el hospital de Paddington. Por su parte, Meghan Markle quiso que el nacimiento del pequeño Archie fuera un acontecimiento privado, por lo que los duques de Sussex mantuvieron en secreto el nombre del hospital donde nacería su primer hijo.
7. De todo un equipo de niñeras, ahora solo optan por una
Hace algunos años, era costumbre que las ocupadas madres reales se apoyaran en un séquito de niñeras y asistentes encargadas de todos los cuidados y algunos aspectos de la formación y la educación de los niños. Y aunque la princesa Diana de Gales siempre procuró mantenerse cerca de William y Harry, necesitó a un equipo de niñeras que la ayudaran en todo momento. Incluso se llegó a decir que fue la niñera Barbara Bines quien fungió como madre sustituta debido a la vida ocupada de Lady Di. Estas mujeres eran tan cercanas a los niños que continuaron figurando en eventos familiares de la corona británica aun cuando los príncipes ya eran adultos.
Pero la generación de Kate Middleton y Meghan Markle optó por contratar a una sola niñera, y así estar más cerca de sus hijos e involucrarse en su crianza. Esta decisión ha ocasionado algunos problemas comunes para los padres, como faltar a algún evento importante por causa de sus pequeños.
8. Kate y William animan a los niños a hablar de sus sentimientos
Aunque es muy común ver a los miembros de la familia real británica con una sonrisa en el rostro, y evitando demostrar cualquier sentimiento negativo que los haga ver débiles, este comportamiento no es del todo sano, y el príncipe William está consciente de ello. Durante una entrevista otorgada a una organización creada para prevenir el suicidio, William expresó su interés por inculcar en sus hijos el hábito de hablar y demostrar sus emociones y sentimientos.
Tanto William como Kate están comprometidos en procurar la salud física y mental de sus hijos, ya que son testigos de que muchas veces puede dejarse a un lado lo que se piensa y se siente por cuidar la compostura. La pareja real desea que George, Charlotte y el pequeño Louis siempre tengan la confianza de llegar a casa y poder hablar de cualquier tema.
9. También practican la escucha activa sin importar la compostura
De la mano del punto anterior, Kate y William ponen en práctica una técnica de escucha activa en la que se ponen en cuclillas y miran a sus pequeños a los ojos. Según Gill Connell, experto en el comportamiento infantil, “es una de las formas más importantes en las que envías el mensaje de ’eres importante para mí’”. Kate y William han sido captados poniéndose en cuclillas cada vez que hablan con sus hijos, incluso después de que eso ha metido en problemas al príncipe William con la reina Isabel II, quien le llamó la atención en una ocasión por poner en práctica esta técnica.
10. El príncipe George usa pantalones largos y más prendas “no permitidas” para los niños
El pequeño príncipe George se convirtió en un ícono de la moda al romper con una de las reglas de vestimenta más ancestrales de la corona británica. En la boda de Harry y Meghan, el heredero al trono llevó unos pantalones largos, algo nunca visto, ni permitido, en niños menores de 8 años.
El experto William Hanson explicó que los niños de la realeza británica solo tienen permitido usar pantalones cortos; de lo contrario, podrían ser vistos como un “niño de clase media, bastante suburbano”. Dejando a un lado estas creencias, el príncipe George atrajo a todas las cámaras luciendo sus vanguardistas pantalones largos durante el evento.
11. También falta a clases para asistir a eventos reales
Si bien la responsabilidad escolar es uno de los valores más importantes que se les inculcan a los niños, hay ocasiones en las que puede hacerse una excepción; como una boda real, por ejemplo. En el 2018, para la boda de la princesa Eugenia, el príncipe George tuvo que ausentarse de las clases para cumplir con sus valiosos deberes como paje. Aunque Kate y William se han mostrado preocupados por garantizar la excelencia en la educación de sus hijos, sabían que el compromiso en la boda real era un evento de suma importancia.
¿Alguna vez has roto las reglas sociales por tus hijos? ¿Crees que por los hijos todo debería estar permitido?