12 Historias reales que demuestran que la bondad puede lograr lo imposible

Gente
hace 5 días

A veces, el gesto más pequeño de amabilidad puede transformar un momento de desesperación en uno de esperanza, recordándonos que aún existe bondad en el mundo. En esta recopilación, compartimos conmovedoras historias reales de personas que recibieron compasión inesperada de extraños o conocidos, justo cuando más lo necesitaban. Estos momentos llenos de humanidad son una prueba del poder de la bondad y seguramente te dejarán inspirado y con el corazón lleno de alegría.

  • Mi vecina era madre soltera y tenía un hijo pequeño. Apenas lograba llegar a fin de mes. Yo solía cuidarlo y darle de comer. Un día, desaparecieron sin dejar rastro. Pasaron 20 años. Ahora soy secretaria en un bufete de abogados y vi el nombre de su hijo en la agenda de visitas.
    Más tarde ese mismo día, llegó. Mis manos comenzaron a temblar al verlo. Entró y, para mi sorpresa, caminó directamente hacia mí. Me llamó por mi nombre y se presentó.
    Se había convertido en un abogado exitoso. Aquel niño ahora era un hombre apuesto, de casi 1.85 metros de altura y vestido con un elegante traje. Me enteré de que tenía una reunión con el abogado principal de la firma para unirse al equipo. Era un abogado brillante y, a pesar de su juventud, ya estaba construyendo un gran nombre en su carrera.
    Me contó que había regresado a la ciudad y aún recordaba cómo lo cuidé cuando era niño. Me agradeció y dijo que tanto él como su madre nunca habían olvidado mi bondad. Su madre también había vuelto a la ciudad y estaba emocionada por volver a verme.
  • Estaba en Nueva York, en mi hora de almuerzo, en un trabajo que odiaba por completo. Almorzaba solo en un McDonald’s cuando, después de unos 15 minutos, un hombre de entre 40 y 50 años se acercó a mí. (Yo tenía 28 años en ese momento). Me miró y me dijo algo como: “Oye, amigo, pareces muy triste. Las cosas mejorarán”, y luego me estrechó la mano. No es fácil que un hombre adulto ofrezca ese tipo de apoyo a un desconocido, pero su gesto realmente me animó. © Unknown author / Reddit
  • Mi alternador dejó de funcionar mientras regresaba a casa desde la universidad. El motor se apagó justo al salir de la autopista, en medio de la noche y en un barrio poco seguro... en esos tiempos, antes de que existieran los teléfonos celulares. Mientras empujaba mi auto fuera de la intersección, un hombre en una camioneta se detuvo y me ofreció llevar mi auto hasta mi vecindario, que estaba a unos 5 kilómetros de distancia. Lo hizo, y cuando llegué a mi calle, simplemente me saludó con la mano y desapareció en la noche. Ni siquiera tuve la oportunidad de agradecerle. © KahBhume / Reddit
  • Un hombre con traje de negocios y maletín me entregó un paraguas durante un aguacero torrencial y no aceptó un "no" como respuesta. Todavía tenía que caminar por Times Square para llegar al tren, así que estoy seguro de que él terminó empapado en su camino a donde fuera que se dirigía. Un par de semanas después, le di ese mismo paraguas a una niña perdida en mi vecindario cuando empezó a llover y ella no tenía uno. Sentí que el universo había orquestado todo para que ocurriera así. Sin embargo, nunca olvidaré a ese hombre. © im_not_bovvered / Reddit
  • Primavera de 2018. A solo tres semanas de mi boda, encontré por casualidad un vestido de novia que me encantó por solo 60 dólares. Llamé a todas partes, pero ninguna tienda local podía hacerme los arreglos a tiempo. Mientras hablaba de esto con una compañera de trabajo durante el almuerzo en el hospital, una enfermera del centro oncológico apareció de la nada y dijo: “¡Yo hago arreglos! ¡Me encantaría verlo!”. Sorprendida, le pregunté cuánto cobraba normalmente por su trabajo. Me respondió: “Eh, 50 dólares” (lo cual es increíblemente barato para ajustes en un vestido de novia). Acepté su oferta, me dio su número y quedamos en que le llevaría el vestido al día siguiente en nuestra hora de comida. Me hizo varias pruebas para asegurarse de que quedara perfecto. Incluso compró material extra para mejorar algunos detalles. Durante esas sesiones, hablamos sobre nuestras vidas. Me contó que su madre había fallecido ese invierno y que solían coser juntas. Trabajar en proyectos como este la hacía sentir cerca de su madre otra vez. El día que recogí el vestido, me lo entregó con una enorme sonrisa. Intenté pagarle, pero no aceptó el dinero. Dijo que lo hacía en honor a su madre. No pude contener las lágrimas y ambas terminamos llorando juntas. Le prometí que algún día devolvería su gesto con otro acto de bondad. © GoKelsey / Reddit
  • Me cambié de escuela a mitad del primer grado y allí tenían algo llamado "Viernes de Helado". Pagabas unos 50 o 75 centavos por el helado que quisieras y luego veíamos un video educativo en clase. No sabía nada de esto cuando llegó mi primer viernes, así que no llevé dinero, y el niño que estaba junto a mí tampoco. Normalmente, siempre había algunos niños que se quedaban sin helado, pero ese día éramos solo nosotros dos. Entonces, la maestra nos llamó a ambos aparte y nos dio el dinero para comprar nuestro helado. Lo más increíble fue que lo hizo en privado, sin que los demás niños se dieran cuenta, como si nosotros hubiéramos traído el dinero desde el principio. Fue un gesto increíblemente amable. Además, ella era una maestra maravillosa en todos los sentidos. © Unknown author / Reddit
  • Tenía unos 19 años y estaba en mi primer año de universidad. Mi papá había perdido su trabajo y mi mamá sostenía a toda la familia. Llevábamos tiempo pasando dificultades. Recuerdo que un día estaba en mi clase nocturna, muerto de hambre. Sabía que probablemente no habría cena en casa, así que decidí que al llegar me iría directo a dormir para no pensar en el hambre. Cuando llegué después de clases, encontré una enorme caja de pizza de Costco sobre la encimera de la cocina. Resulta que una vecina nos la había comprado porque meses atrás mi papá le había arreglado parte de su cerca. Este gesto se me quedó grabado porque:
    A. Tenía muchísima hambre, y
    B. La coincidencia de que ella trajera comida justo esa noche, de entre todas, me pareció increíble. Puede sonar tonto, pero nunca lo olvidaré. © melimelsx / Reddit
  • Tenía nueve años y estaba esperando el autobús escolar en pleno invierno de Wisconsin. Llevaba un abrigo delgado, sin gorro ni guantes. Una mujer que pasaba en su auto me vio, se detuvo y sacó una manta del asiento trasero. Era larga y delgada, así que me la envolvió alrededor de la cabeza y los hombros como si fuera una gran bufanda. Recuerdo que le di las gracias, pero estaba confundido. Le dije que no sabía cómo se la devolvería cuando terminara de usarla. Ella me abrazó y me dijo que no me preocupara. Todavía tengo esa manta. © saintdelft / Reddit
  • Mis vecinos me pidieron prestada la camioneta, pero les dije que no era confiable porque tenía las llantas en mal estado. Al día siguiente, el señor de al lado me llamó y me dijo que iba a cambiar las llantas de su Suburban y que podía darme las viejas. Me pidió que fuera a un taller, donde me las montarían. Cuando llegué al taller, en lugar de llantas usadas, me pusieron un juego nuevo de Goodyear. Confundido, pregunté qué había pasado con las llantas viejas que se suponía que recibiría. El dueño del taller sonrió y me explicó que la historia de las “llantas usadas” solo era un pretexto para hacerme ir. Resulta que mi vecino me había comprado un juego nuevo sin decirme nada. © jorcam / Reddit
  • Después de que mi papá falleció, mi depresión se intensificó. Fui al médico y me recetaron antidepresivos. Cuando fui a la farmacia a recogerlos, comencé a llorar. Me disculpé con el farmacéutico por “llorar como un niño”, pero él, con mucha calma, me dijo: “No tienes que disculparte. Reconoces que tienes un problema y estás tratando de solucionarlo. Eso es algo valiente”. Ese momento cambió mi forma de ver el tratamiento de mi enfermedad mental. © cranberryboggle / Reddit
  • Cuando estaba en la escuela, ayudé a una chica que estaba teniendo una crisis en el baño. Unas semanas después, cuando dos hombres me estaban siguiendo camino a casa, ella apareció fingiendo ser mi amiga y que habíamos quedado de vernos. Nunca nos volvimos a ver fuera de esas dos ocasiones, pero todavía pienso en ella y espero que esté bien, donde sea que esté. © Numerous_Emus / Reddit
  • Llevé a mi hermana, que usa silla de ruedas, al cine por primera vez yo solo. Al terminar la película, me di cuenta de que no podía desbloquear los frenos de la silla y estaba bloqueando el paso de todos. Me sentí al borde de las lágrimas porque pensé que todos estaban molestos conmigo, pero entonces una mujer se acercó y me ayudó. Incluso nos acompañó hasta la salida. Me contó que hace muchos años tuvo un hijo que también necesitaba una silla de ruedas. Ha pasado bastante tiempo, pero nunca olvidaré su amabilidad. © Zedfourkay / Reddit

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