12 Pruebas de que el karma es capaz de alcanzar a uno en el momento más inesperado

Historias
hace 3 años

Siempre es agradable ver cómo prevalece la justicia. El bien a menudo regresa en forma de premios y hallazgos, pero el mal puede volver para alcanzar a una persona de muchas formas. En ocasiones, las situaciones de “respuesta kármica” son de naturaleza cómica, pero a veces las personas tienen que pagar muy en serio por sus dudosas acciones.

Genial.guru observó con interés casos en que la vida les enseñó a los usuarios a actuar de acuerdo con su conciencia en un idioma que podían entender. A veces solo dan ganas de tomar nota de esas lecciones.

1. “Alguien abrió mi paquete. Al parecer, el ladrón cambió de opinión cuando vio lo que había dentro”

I. Kant — Crítica de la razón pura.

I. Kant — Crítica del juicio.

I. Kant — Crítica de la razón práctica.

2. Presagio popular: si estacionas tu coche frente a los botes de basura, luego tendrás que ir a un lavado de autos

3. El deseo de ahorrar dinero a veces juega una broma cruel a la gente

  • Trabajé como inspector de equipos en un centro de servicio. Entró un hombre, todo un fanfarrón. Vino a buscar un televisor de 72 pulgadas después de una reparación bajo garantía. Saqué el aparato, lo comprobé: todo funcionaba. Y luego el cliente dijo: “Oye, vamos, llévalo hasta mi auto”. Lo dijo en un tono bastante grosero, casi riéndose. Ni siquiera se le ocurrió decir “por favor”. Sin pensarlo dos veces, le dije: “2 dólares”. El señor se sonrojó y empezó a gritar: “¡Estás obligado a llevarlo!”.
    Le mostré la instrucción, donde estaba escrito en blanco y negro que el inspector de los equipos (es decir, yo) aceptaba y entregaba los equipos solo en el territorio del centro de servicio. El hombre tomó el televisor y, maldiciendo, salió casi corriendo a la calle. Cuando se había alejado del centro solo un par de metros, resbaló y cayó sobre el aparato. La pantalla del televisor se cubrió con una red de grietas. El cliente terminó gritando de rabia, mientras yo lo miraba desde la ventana y pensaba: “Pues ahí tienes tus 2 dólares ahorrados”. © bjak / Pikabu

4. “Compré un mono de segunda mano para mi hijo. Me prometieron un descuento y guantes de regalo, pero los guantes ’no se encontraron’ y no me hicieron el prometido descuento, diciendo que ya estaba muy barato”

“Lo compré y en casa, cuando decidí lavarlo, encontré una sorpresa en el bolsillo del mono. Una compensación moral por la codicia de la dueña anterior, creo”.

5. “Estaba paseando con mis perros en el parque y de repente un labrador negro corrió hacia nosotros. Estaba sin correa, ladrando y gruñendo, y mi dogo (en la derecha de la foto) se le enfrentó”

“Entonces vino corriendo el dueño del animal y empezó a gritar: ’¡No toques a mi perro!’. Honestamente, traté de alejar al dogo del labrador y apenas pude hacerlo. Cuando los perros fueron separados, el sujeto llamó al encargado del parque y se quejó de que yo estaba paseando a mi pitbull allí (eso estaba prohibido). Sin embargo, mi can es un bulldog americano. Me reí entre dientes y con una sonrisa esperé al encargado del parque. Se acercó, le dio unas palmaditas en la cabeza a mi perro y dijo: ’No. Este no es un pitbull. Pero veo que su can está sin correa. Tengo que hacerle una multa’. La multa por sacar a pasear a un perro sin correa en mi ciudad es de 250 dólares. Espero que eso le enseñe al hombre a pasear con su animal correctamente”.

6. “Yo tenía 9 años, mi hermano era un año y medio más joven. Fuimos con él y mi amiga a un jardín, recogimos zanahorias y estábamos volviendo a casa, comiendo en el camino”

“Entonces, mi amiga dijo: ’Vamos a hacerle una broma a tu hermano: ¡salgamos corriendo y a ver si puede alcanzarnos!’. Así que corrimos; él estaba detrás de nosotros, todo muy divertido. Giramos hacia un hueco entre los arbustos, corrí entre ellos y había una enorme telaraña justo enfrente de mi cara. Y en el medio de ella había una enorme araña, muy amarilla y peluda... Me di cuenta de que ya no podía detenerme a tiempo. Grité tanto al llevarme la telaraña por delante... me detuve y me miré por todos lados: no había araña. Aparentemente se había caído. Llevé una zanahoria a mi boca... y ahí estaba. ¡Grité aún más!”.

7. “Mi esposa y yo cumplimos años con 2 semanas de diferencia. Siguiendo las tendencias de los chistes, le obsequié un ramo de raviolis. Estaba tan satisfecho conmigo mismo, pero después de 2 semanas recibí su ’respuesta’”

8. La cortesía no les cuesta a las personas ni un centavo, pero su ausencia a veces puede salir muy cara

  • Conduje hasta una gasolinera y puse el surtidor. En ese momento, un Kia se paró detrás de mí. De allí salió una señorita con un comportamiento insolente, quien le decía activamente a alguien por teléfono sobre cierto tipo, por qué era malo y no era digno de ella. Resultó que entró a la gasolinera antes que yo. Traté de pararme frente a ella en la fila, pero la joven no me dejó. Luego llegó su turno, le pasó la tarjeta al cajero:
    — Gasolina 95, 15 dólares.
    Fue ahí cuando me metí con las palabras:
    — Señorita, yo estaba antes.
    A lo que me respondió:
    — ¡¿Dónde estabas antes?! Yo llegué primera.
    Pensé: bueno, como quieras, señorita insolente. Me di la vuelta y me fui, esperé a que me cargaran el tanque con su dinero y seguí mi camino. © schurik88801 / Pikabu

9. “Mi novia deja siempre el champú en la bañera después de ducharse. Decidí darle una lección: puse todos los champús allí. Hoy llegué a casa del trabajo y vi esto...”

10. “Trabajo como asistente de un dentista. Durante mi tiempo para el almuerzo, noté que la comida en mi recipiente había disminuido en un 30 %. En resumen, alguien estaba robando silenciosamente”

“Las sospechas cayeron en un nuevo colega. Bueno, tenía que ayudarle de alguna manera al pobre hombre a dejar sus malos hábitos. Para eso, decidí usar una salsa picante. Para el siguiente turno, llené recipientes grandes con la salsa picante como aliento de dragón. Entonces, el día X, a la hora del almuerzo de ese nuevo asistente, después de 5 minutos, hubo un grito parecido al despegue de un cohete. Reprimiendo la risa, me quedé pensando en eso, sintiéndome muy satisfecho. Como resultado, el villano fue identificado y castigado. Todos felices. A partir de ese día, nadie más tocó mi comida”.

11. Para aquellos que conducen con el lema “Me estaciono donde quiero”, hay señales especiales vengadoras

12. La ley del búmeran dice que todo en el mundo regresa

  • Viajaba en un autobús. Una mujer con un niño se sentó a mi lado. El pequeño se sentó en su regazo, con los pies en mi dirección. Me dio una patada. Me limpié los jeans y me dio una segunda patada... ya no pude resistir. Dije: “¿Podrías mover a tu niño?”. Recibí una mirada de enojo con las palabras: “No es para tanto, sobrevivirás”. El autobús paró. El chico que estaba sentado enfrente y fue testigo de nuestro diálogo se levantó y le pisó la bota con entusiasmo. La señora gritó: “¡Podrías tener más cuidado!”. Él respondió: “No es para tanto, sobrevivirás”, y se fue. ¡Mi vengador! © Oídoporahí / Ideer

¿Alguna vez has visto el efecto de la ley del búmeran? Cuéntanos tu experiencia.

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