13 Historias de personas que solo querían cocinar algo, pero se convirtieron en participantes de una verdadera aventura

Probablemente, todos tengamos una que otra historia de cocina que contar. Y a los familiares que han sido testigos de nuestros fracasos culinarios les encanta volver a contarla y reírse por enésima vez de cómo confundimos la sal con el azúcar, cocimos por error un montón de arroz o simplemente vertimos nuestra obra maestra en el fregadero por estar pensando en otra cosa.

En Genial.guru, hemos leído las historias de los internautas sobre sus aventuras en la cocina y ahora no podemos prescindir de compartirlas con todo el mundo.

• Estaba cocinando una crema de almejas. Suelo añadirle unas tres cucharadas de harina. No sé en qué estaba pensando esta vez, pero agregué tres tazas. Me salió una tanda de cemento. Mi esposo aún lo recuerda, aunque han pasado tres años. © kmbpa / Reddit
• En una bonita tarde de domingo, pasé varias horas cocinando una sopa con una buena carne de pollo. Verduras, hierbas aromáticas: la casa olía de maravilla. Cuando terminé, puse el colador en el fregadero y vertí toda la olla por el desagüe. Lo único que quedó fueron las verduras y los huesos de pollo. © unknown author / Reddit
• No suelo asar papas. Pero si lo hago, me gusta acabar con fuegos artificiales en mi horno. © amybisson / Twitter

• Estaba cocinando salsa para la cena de Acción de Gracias en casa de mi hermana. Decidí añadir salsa de soya para darle sabor. Agarré una botella similar a la que tengo en casa. Resultó ser vainilla mexicana... Esta historia se ha convertido en parte del folclor familiar. © jrossthomson / Reddit
• Dejé a descongelarse directamente en la sartén el pescado para gatos. Mi esposo llegó a casa después de una celebración en el trabajo cuando yo ya estaba dormida. Por la mañana, me desperté y vi que mi sartén estaba limpia y cubierta con una tapa. Me acerqué a los gatos: sus ojos se veían honestos y sinceros. Fui a preguntarle a mi esposo y me dijo: “Jamás en mi vida he comido algo más sabroso que el pescado de ayer”. © Prororo / Pikabu
• Mi cuñado decidió cocinar arroz para la cena. No sabe mucho de cocina y era la primera vez que hacía arroz. Por eso pensó que media taza de arroz era muy poco y echó casi todo el paquete al agua. En resumen, más tarde recordó el cuento de los hermanos Grimm gritando: “¡Pucherito, párate!”. © RagDolly / Genial.guru

• Mi madre y yo estábamos haciendo pizza. Tardamos una eternidad en decorar las mitades a nuestro gusto. Después, llevé la pizza al horno, abrí la puerta... y se me volcó la pizza. Al final, simplemente recogimos el contenido, lo echamos de nuevo sobre la masa y lo horneamos todo. © elgiesmelgie / Reddit
• Mi esposa estaba friendo arroz. Antes me había visto añadirle azúcar para equilibrar la sal y darle más sabor. Pero ella echó tanto que el arroz se convirtió literalmente en azúcar frito. Entonces decidió salvar la situación con salsa de soya. En fin, para la cena comimos arroz frito dulce con salsa de soya. © frankietown / Reddit
• Estuve todo el día haciendo ravioles a mano. Pero mi esposo llegó a casa por la noche, los comió, y me dijo: “No los compres más de esta marca”. © Gatchinez / Pikabu

• Teníamos un microondas que no usábamos muy a menudo. Un día, lo abrí y encontré adentro un cuenco de mantequilla. La última vez que había cocinado algo con mantequilla derretida había sido al menos 2 semanas antes. No recuerdo si ese platillo salió rico o no. © Cindercharger / Reddit
• Una compañera de clase en el tercer grado decidió prepararnos hot cakes y nos invitó a su casa. Le sorprendió mucho que no quisieran subir y tuvieran un extraño color gris verdoso. El sabor también resultó regular. Después de un berrinche y un “interrogatorio”, descubrimos que en lugar de harina había utilizado almidón. © Juniper / Genial.guru
• Mi suegra una vez preparó la tarta “Philadelphia”, como los sushi del mismo nombre, pero en forma de una tarta. Empezamos a comerla y mi suegra dijo: “También había alguna especia en las hojas de nori, así que las añadí y lo removí todo”. En ese momento sentimos que algo crujía en nuestros dientes. Resultaron ser bolitas de gel de sílice de bolsita. © marss1k / Pikabu
• Tenía 14 años y decidí hacer un pastel. Mi madre me dio la receta y salió de la cocina por unos minutos. Cuando regresó, me encontró golpeando suavemente el huevo sobre la mesa. Señalando la receta, expliqué mis acciones de la siguiente manera: “Estoy batiendo ligeramente el huevo”. © Gnomeswa / Reddit

¿Alguna vez has tenido fracasos culinarios?