Curioso lo de Dutch, no tenía ni idea
14 Datos poco conocidos de “Lady Di” que hicieron que muchos la viesen como una persona distinta
Entre las figuras más representativas de la familia real británica hay una que desde siempre se llevó todo el amor y la admiración del pueblo. La princesa Diana quedó marcada en los corazones de sus fanáticos, y su recuerdo es inmune al paso del tiempo. Sin embargo, hay quienes construyeron una imagen de ella a partir de rumores, pero muchas de esas creencias no son más que mitos que no reflejan en absoluto cómo era su personalidad real.
Genial.guru hizo una recopilación de más de 10 cosas que mucha gente pensaba sobre Lady Di y que, en realidad, no eran ciertas.
1. No era una princesa real
Aunque los medios y el pueblo en general siempre se refirieron a ella como “la princesa Diana”, lady Di nunca fue una princesa real. Según el reglamento real, solo una princesa de sangre, es decir, nacida de otros miembros reales, puede ostentar ese título antes de su nombre. Las que entraban en la realeza por medio del matrimonio usaban el nombre de su esposo después del título, por ejemplo, “la princesa Carlos”. Sin embargo, Diana usaba el nombre de la nación que la reina le encomendó representar. Su título era “Su Alteza Real, la princesa de Gales”. Cuando se divorció, perdió el tratamiento de “Alteza Real”, pero conservó el título de princesa.
2. Su apodo no siempre fue “Di”
El nombre de “Lady Di” es reconocido mundialmente y hace referencia inmediata a Diana de Gales. Por eso, muchos podrían pensar que “Di” es el apodo que siempre tuvo desde pequeña y que proviene del nombre “Diana”. Pero la verdad es que su sobrenombre real era “Duch”, de “duquesa” en inglés, y en su casa la llamaban así desde que era una niña. Este provenía de la conducta de Diana, pues siempre se comportaba como una duquesa. Ella fue llamada así hasta que se comprometió con el príncipe Carlos, cuando los medios la rebautizaron “Di”.
3. No era una plebeya
El compromiso entre el príncipe Carlos y Diana Spencer fue todo un acontecimiento en Inglaterra y el mundo, en especial porque el heredero al trono había elegido a una plebeya para ser su esposa. Sin embargo, a esta historia le faltan algunos matices. Si bien ella no tenía un título real, sí pertenecía a la aristocracia inglesa desde su nacimiento, pues su padre era el conde Spencer. De hecho, Diana era pariente lejana del mismo príncipe Carlos y de Sarah Ferguson, quien luego se casó con el príncipe Andrés.
4. No era más pequeña en altura que Carlos
En muchas de las fotografías de Carlos y Diana juntos, sobre todo en las oficiales, puede apreciarse cómo el príncipe siempre parecía ser más alto que ella. De hecho, en algunas podemos verlo poniendo las manos sobre sus hombros. Este tipo de imágenes suelen confundir a la gente, pues muchos podrían pensar que ella medía menos que él. Pero la verdad es que ambos tenían la misma estatura. De hecho, por ese motivo la princesa evitó usar tacones altos durante su matrimonio.
5. No era tímida
A pesar de que Diana proyectó una imagen de mujer tímida y callada desde el momento en el que se comprometió con el príncipe Carlos, la verdad es que esa palabra no describía en absoluto su personalidad. Así lo confirmó su propio hermano, el conde Charles Spencer, quien afirmó que su hermana nunca fue tímida, sino astuta y reservada. Asimismo, el exsecretario de prensa del palacio la recordó como una mujer “con un gran sentido del humor”.
6. Sí tenía compañía dentro de la familia real
Diana dejó claro muchas veces lo duro que fue su matrimonio y lo difícil que era su vida dentro de la familia real. En muchas ocasiones aseguró sentirse muy sola e incomprendida por la realeza. Sin embargo, mantenía una relación muy estrecha con el príncipe Felipe, quien siempre la apoyó y la animó a seguir adelante. De hecho, en cartas privadas que ambos se enviaban, el duque de Edimburgo le expresó su impresión e indignación por la manera en la que Carlos la trataba. “No puedo imaginar a nadie en su sano juicio dejándote por Camila”, le escribió alguna vez.
7. No fue la primera “princesa del pueblo”
Luego de divorciarse del príncipe Carlos, los seguidores de lady Di la bautizaron “la princesa del pueblo”, lo que Diana tomó como un gran gesto, dado que ya no iba a ser reina. Sin embargo, ella no fue la primera en llevar este nombre. Carlota Augusta de Gales fue la “princesa del pueblo” original. La joven fue la única hija de Jorge IV y Caroline de Brunswick.
8. No se apegó a los votos matrimoniales tradicionales
Antes de la boda de Diana, todas las novias de la realeza se habían apegado a los votos tradicionales de la iglesia anglicana. La reina Isabel, la princesa Margarita y la princesa Ana juraron “amar, cuidar y obedecer” a sus esposos. Sin embargo, Diana no estaba muy conforme con tener que obedecer a Carlos, así que el día de la boda eliminó esa palabra de sus votos. Lo que ella no sabía era que sus futuras nueras, Kate y Meghan, seguirían su ejemplo en sus propias ceremonias.
9. El ballet era una de sus pasiones
Cuando era niña, Diana estudió ballet y soñaba con bailar con el Ballet Real. Sin embargo, su estatura frustró sus deseos. Pero esto no impidió que conservase su pasión por el baile a lo largo de toda su vida. De hecho, una vez llegó a sorprender al príncipe Carlos al ofrecer una presentación de danza contemporánea en el Royal Opera House. También pasó a la historia gracias a su icónico baile con John Travolta en la Casa Blanca durante una visita a EE. UU.
10. Casi todo el mundo vio su boda por televisión
La boda de la princesa Diana fue un tema de conversación en muchos países en su época. Por eso, era de esperar que millones de personas se sentasen frente a sus televisores a ver la gran ceremonia nupcial. Lo que nadie esperaba era que la cantidad de espectadores ascendiese a 750 millones en 79 naciones.
11. Era muy popular en las portadas de revistas
Lady Di era la modelo predilecta de las editoriales, pues la cantidad de veces que llegó a aparecer en portadas fue realmente notoria. La princesa estuvo en la portada de People 57 veces, más que cualquier otra persona hasta el día de hoy. Además, también repitió en revistas como Time, Newsweek, Vanity Fair, Tatler, LIFE, Vogue, McCall’s, Good Housekeeping y otras.
12. Estaba muy comprometida con la caridad
De acuerdo con la revista Time, Diana se avocó a las causas caritativas luego de su separación. Lady Di consideraba que su renombre e importancia podría atraer mucha más atención a problemáticas como la pobreza, las minas antipersonas, la falta de vivienda y la poca educación y prevención ante el SIDA y el VIH. Su compromiso era tal que llegó a donar varios de sus vestidos más costosos para que fuesen subastados y, así, recaudar fondos.
13. Estudió en casa hasta los 9 años
En aquella época, los hijos de personalidades aristócratas eran educados de la mano de un tutor; no obstante, Lady Di recibió este tipo de educación hasta los 9 años. Luego del divorcio de sus padres, la entonces niña fue enviada a una escuela local y, posteriormente, a un internado cuando cumplió 12 años.
14. Su color favorito era el rosa
Si bien Lady Di tenía muchos vestidos en su amplia colección de ropa, uno de los colores que más se repetía en sus prendas era el rosa, y es que este era el color favorito de la princesa. Desde el inicio de sus apariciones como miembro de la familia real hasta sus últimos días de vida, Diana lució vestimenta de este color para todo tipo de apariciones.
¿Cómo crees que sería la vida de la princesa Diana si siguiese viva? ¿Qué cosas ha supuesto la gente sobre ti que resultaron no ser ciertas?
Comentarios
El dato 8 dice mucho de su gran personalidad