Las fotos de la infancia... esas imágenes implacables y sinceras. ¿Quién más fue disfrazado de vaquero o pastorcita en el kinder? ¿A quién le gustaría olvidar ese peinado de graduación, pero la foto sigue ahí, bien enmarcada en casa de tus papás? Al hojear esos viejos álbumes, es imposible no enternecerse: la actuación digna de un Óscar, la sonrisa chimuela, el look extraño para la fiesta de la escuela, la creatividad de los fotógrafos de aquellos tiempos... ¡Vamos a darnos un chapuzón de nostalgia juntos!
“La mejor foto de infancia de mi esposa. Sin discusión”
“Encontré unas fotos rarísimas de un bebé en casa de mis papás. Resultó que era yo... ¡con solo 4 semanas! Al menos lograron captarme cuando aún era lo suficientemente lindo”
“Año 1996. Tenía 12 años y ya me hacían sesiones de fotos glamorosas”
“Aquí tengo 14 años y estaba convencida de que mi pingüino de peluche hacía juego con los guantes de encaje”
“Tuve una infancia difícil... Ni siquiera debajo del fregadero podía esconderme de mi papá paparazzi”
“Foto del anuario de quinto grado. Mi hermana soñaba con ser estilista y yo era su conejillo de indias”
“Aquí tengo 15. Bienvenidos a los años 80”
“Por mis fotos de niña, ya se veía que no era cualquier cosa”
“Mi amiga me dejó publicar esta joya, puro espíritu noventero”
“Me encanta ver fotos de cuando era emo... ¡Qué épocas!”
“¿Una foto normal en la infancia? Eso no existe”
“Mis fotos de infancia merecen un museo, en serio”
“A los 12 parecía una bibliotecaria triste”
“De niña, mi mamá se me acercó por detrás y me cortó el cabello sin aviso. ¿Qué más puedo decir?”
Confiesa, ¿qué secretos extraños esconden tus álbumes de fotos? ¿Una máscara de plastilina? ¿Un desfile de moda con la ropa de tu mamá? ¿El intento fallido de ayudarle al abuelo a reparar la tetera? Cuéntanos tus historias (las cursis y las vergonzosas) en los comentarios. Y si quieres seguir nostalgiando, aquí te dejamos más: