20+ Usuarios contaron por qué juraron que no volverían a ayudar ni siquiera a las personas más cercanas

Las cosas que tenemos cerca suelen guardar una sorpresita bajo la manga, y en esta ocasión son unos nombres algo peculiares. Y es que a veces la curiosidad se pierde a medio camino y nos deja pasar de largo en uno que otro hallazgo, pero ya es momento de sentirnos de vuelta en las aulas de clase y aprender más sobre lo que nos rodea.
En Genial.guru somos fanáticos de descubrir nuevos datos, por eso escarbamos en los diccionarios para encontrar las verdaderas denominaciones de algunos elementos comunes.
En los crustáceos, se le conoce como telson a la parte final de su cuerpo, lo que coloquialmente conocemos como su “cola”, y a veces utilizan esta parte de su anatomía para nadar. En las arañas o escorpiones, el telson es la partecita con la que inyectan el veneno cuando atacan a sus víctimas.
Hay gente que no es su fan y, aunque también es parte del famoso platillo, lo dejan a un lado. Esa orilla de masa se llama cornicione y es una característica bastante especial de la pizza napolitana, pues debe quedar crujiente y esponjosita al mismo tiempo.
Cuando los bebés llegan a este mundo hay algo que caracteriza el momento: el llanto, y a éste se le conoce como vagido.
Aunque suena así, no tiene nada que ver con algo que no se puede beber. El antitrago es una partecita de la oreja que se encuentra arriba del lóbulo y está conformada por cartílago.
Muchos nos familiarizamos con este dibujito por verlo convertirse en un tatuaje de moda, pero su verdadero nombre no es “infinito”. Quienes saben de geometría algebraica podrán identificar esta figura como una lemniscata.
La parte de los cuchillos a la que menos le prestamos atención suele ser el lado sin filo. Pues aunque nos ayuda a mantener nuestros dedos a salvo, parece que nunca nos ha surgido la duda: ¿tiene un nombre de verdad? Y resulta que sí, se llama recazo.
Es el momento en que se toman las fotos más lindas del cielo, pero los reflejos de luz que vemos no se llaman “atardecer” o “rayitos”. A esa luz solar que parece filtrarse entre las nubes se le define como rayos crepusculares y se pueden ver tanto en el amanecer como el atardecer.
A ese sonido tan característicos de los templos e iglesias para anunciar la hora o las misas muchos lo conocemos con el simple nombre de “campanazo”, pues se produce por una campana. Pero también es correcto nombrarlo “talán”, así se hace referencia a manera de onomatopeya.
Para muchos, lo mejor de la temporada de lluvias es ese olorcito que se queda en el ambiente y al que se conoce como el aroma a “tierra mojada”. En realidad, su nombre es petricor.
A esa parte de tejido que cuelga en la parte trasera de nuestra boca se le suele decir “campana” o “campanita”, pero la forma correcta de llamarla es úvula.
Algunos conocemos al dedo pulgar de nuestras manos como “dedo gordo”, pero también se le llama “pólice” y el nombre con el que está clasificado en la rama de la anatomía es “pollex”, o “digitus primus manus”.
A ese espacio que se hace notorio entre dos dientes se lo conoce como diastema, y puede verse más comúnmente en los dientes frontales. Se puede presentar por varias razones, como tener dientes pequeños o ubicados en una mala posición.
Ciertas zonas de las manos que consideramos parte de las palmas tienen un nombre bastante peculiar. A las áreas más “blanditas”, donde comienzan los dedos, se las conoce como puplejo. Ese término se usa también para otras partes del cuerpo, como el lóbulo de la oreja.
¿Cuál de estos nombres no tenías ni idea de que existía? ¿A qué cosa que usas todos los días le dices de forma diferente que el resto de las personas?