15 Mujeres que esperaban un regalo increíble y recibieron todo lo contrario

Historias
hace 6 días

Seamos sinceras, a todas nos encantan los regalos. Y muchas estamos abiertas a las sorpresas. Pero, por desgracia, no siempre la realidad coincide con nuestras expectativas. A veces, recibimos cosas que no sabemos ni cómo reaccionar. Justo eso fue lo que les pasó a las protagonistas de estas historias que hoy queremos compartir contigo.

  • Trabajo como diseñadora, y por mi profesión, uso una tableta gráfica de una marca en la que confío desde hace 14 años. Ya voy por la tercera, y como está bastante vieja, había empezado a ahorrar para comprar una nueva. Mi prometido lo supo y me dijo que me regalaría una para mi cumpleaños. Intenté disuadirlo, me parecía demasiado caro, pero él insistió, diciendo que no escatimaría en nada por mí. Llegó el gran día... y me dio una tableta china que cuesta 20 veces menos. Me quedé en shock después de que me dijo: “Tiene las mismas funciones, lo leí en internet”. Le deseé suerte para encontrar una novia que también pensara que todo le da igual... total, “tiene las mismas funciones”. © Oído por ahí / Ideer
  • Hace algunos años, mi ex recibió una enorme caja de productos de higiene personal de parte de su jefe como regalo navideño. Me ofreció compartir algunos productos y le agradecí el gesto, pero le dije que no era fan de esa marca. Además, el regalo era para él, así que debía disfrutarlo. Días después, en Navidad, hicimos intercambio de regalos... y me dio la misma caja. Aunque ya le faltaban varios productos. © posi_mistic / Reddit
  • Un Año Nuevo, mi exnovio me regaló una cajita de terciopelo rojo con un supuesto “anillo de compromiso” que en realidad era un ganchito para colgar fotos. Todo eso ya quedó atrás, pero aún conservo la caja. Me recuerda que mis sueños y deseos son solo míos, y no siempre coinciden con lo que otros tienen en mente para mí. © Jelena Mirnaja / Facebook
  • En la primera cita, el tipo me regaló una bolsa. En ella había: una barra de mantequilla, dos yogures y un paquete de crema agria. ¡Me quedé en shock! © Elena Gorlova / Facebook
  • Mi ex, para celebrar juntos el Año Nuevo, compró un pastel y algunas frutas. Era la primera vez que compraba comida, a pesar de que cenaba conmigo todos los días y pasábamos por momentos muy difíciles. Como ya había “gastado bastante”, decidió que su regalo sería un imán para el refrigerador con forma de mariposa. Yo, en cambio, le preparé un regalo, para el que estuve ahorrando durante un mes, porque de verdad estábamos en una situación complicada. © Elena Astáfieva / Facebook
  • Mi ex me regaló una leche sabor fresa por el Día de San Valentín, según él, porque “me gusta la leche” y además era rosa, muy apropiada para la ocasión. Estuvimos tres años juntos y ese fue el único regalo que me dio en todo ese tiempo. © Unknown author / Reddit
  • Cuando estaba embarazada de siete meses, un conocido me regaló un bote inflable para una sola persona. ¡Y hasta intenté lanzarme desde el muelle para probarlo! Eso fue todo un espectáculo.
    © Jelena Lubāne / Facebook
  • Tenía un amigo que un día me propuso matrimonio diciendo: “Tú estás sola, yo también, ¿por qué no nos casamos?”. Le propuse que mejor nos conociéramos un poco más. Empezamos a salir, fuimos a un café, y el 8 de marzo me regaló una caja de bombones... y un pescado salado. Ahí entendí que lo nuestro no funcionaría y se lo dejé claro.
    Un par de días después, aparece en mi casa junto con su mamá y su hermana. La madre, furiosa, exigía que le devolviera el dinero que habían gastado en el café, el pescado y los chocolates. “¡Pensábamos que se iban a casar!”, gritaba indignada. Él ya tenía 36 años. © Sabina Khamed / Facebook
  • En ese entonces era la prometida de un chico, y su tía me regaló un conjunto de poliéster: una bata transparente cortísima... ¡y ropa interior usada! @ Victoria Aza / Facebook
  • Mi novio me cocinó un platillo con champiñones. El único problema es que soy alérgica a los champiñones. Pero él pensó que lo decía solo porque no me gustaban, y quiso sorprenderme con su receta. Imagina mi cara cuando me empezaron a salir sarpullidos. Ni siquiera me creyó. Ahora, por supuesto, es mi ex. © Hyperme9 / Reddit
  • Siempre pensé que las flores eran solo un detalle bonito que acompaña al regalo hasta hoy. Mi esposo me dio un regalo excelente, algo muy útil que llevaba mucho tiempo deseando. En teoría, debía estar feliz. Pero al sostenerlo en mis manos, sentí que algo faltaba. Y lo entendí: ¡faltaban flores! No sé qué tienen, pero sin ellas, el momento se siente incompleto. Me sentí tonta por molestarme por algo así, siendo una mujer adulta, pero de verdad me afectó.
    Luego me puse a pensar: las flores no son cuestión de utilidad ni de precio, son un símbolo de atención. Al final, tuve que explicarle a mi esposo por qué su maravilloso regalo se sentía como una simple compra y no como un gesto de amor. Creo que lo entendió o al menos hizo como que sí. © Mamdarinka / VK
  • Mi mamá tenía una amiga que siempre venía de visita para comer y, por si fuera poco, también pedía comida para llevar. En los cumpleaños solía regalar cosas tan absurdas que daban pena. Una vez apareció con un tupper de plástico con el asa rota; en otra ocasión, trajo un ejemplar viejo y maltratado de Las aventuras de Tom Sawyer como regalo para una persona mayor; y una vez más, simplemente entregó una tarjeta usada que alguien más le había regalado a ella. Eso sí, de comida nunca se iba con las manos vacías. Siempre se llevaba bastante, y hasta traía sus propios recipientes. © Elina Suleimanova / Facebook
  • Mi novio me invitó a cenar a nuestro restaurante favorito, un lugar bastante elegante. Llevaba consigo un regalo grande y no podía esperar a que lo abriera. Así que, en cuanto hicimos el pedido, rompió el papel de regalo y sacó ¡un hacha! Yo ni siquiera soy fan del campismo ni de las actividades al aire libre. Apenas llegamos a casa, escondí el hacha lo más lejos que pude. © Soul_Muppet / Reddit
  • Hace tres años que trabajo por mi cuenta. Me alcanza para vivir, pero estoy intentando ahorrar para un implante dental. Por suerte, el hueco no se ve, pero igual me incomoda no tener ese diente. Mi mamá suele darme algún regalo de vez en cuando, y más de una vez le he dicho que lo que realmente me haría feliz sería una ayuda económica para cubrir el tratamiento. Justo antes de Año Nuevo fuimos a una tienda y me compró un traje de noche para las fiestas de la oficina, a las que, por cierto, no asisto desde hace tres años. Solo unos días después se dio cuenta de que hubiera sido mucho más útil darme dinero para el implante. © Oído por ahí / Ideer

Y aquí va otra recopilación de historias de regalos que dejaron huella... para bien o para mal.

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