A mí no me gustan mucho este tipo de restaurantes...
13+ Secretos del sistema bufé que se usan para engañar a los comensales
Cualquier restaurante exitoso intenta que los gastos de la comida no superen más del 30 % de los beneficios que genera, y los establecimientos con el sistema bufé no son la excepción. Además de asegurar un mínimo de gastos, el sistema también tiene la ventaja de ofrecer variaciones en la cantidad y variedad de los platos que se ofrecen. Pero, ¿cómo logran servir tal abundancia de comida y no quedar en bancarrota?
¿Te gusta visitar restaurantes con este sistema? ¿Cómo ha sido tu experiencia en ellos? ¿Te han sorprendido o, por el contrario, decepcionado? Cuéntanos en la sección de comentarios a continuación.
1. Platos infantiles y vasos enormes
Los fabricantes de trastes intentan producir platos de tamaños pequeños para los restaurantes con un sistema bufé. A diferencia de los lugares con un ciclo completo de servicio, donde es necesario elegir uno o varios platillos, en un bufé te dan ganas de probar todo a la vez, y, después, suele sobrar comida. Los dueños de los restaurantes hacen esto para reducir los residuos que dejan los comensales.
Además, está demostrado que el uso de platos grandes en los restaurantes con autoservicio conduce a una sobrealimentación de los comensales, algo que los gerentes tratan de evitar a toda costa.
2. Abundancia de verduras y almidón
Los restaurantes tratan de poner en la base de su menú productos que se pueden comprar por mayoreo. Comprar productos al mayoreo es más rentable y ayudará a reducir costos.
Es por eso que las bandejas de los establecimientos bufé están llenas con todos los platillos posibles elaborados con papa y arroz, pero el pescado y la carne son cortados en pequeños pedazos o colocados en un plato pequeño para que el comensal coma menos productos costosos y llene su estómago con algo más barato.
3. Es beneficioso para el establecimiento que los comensales lleguen con familias
Es beneficioso para los restaurantes con autoservicio que el cliente tenga un mal apetito. Por eso, frecuentemente lo posicionan como un establecimiento familiar, ya que, aunque en la familia haya una persona que coma bien, posiblemente habrá un par de niños o una abuela que no consumirán tantos alimentos.
Además, los niños frecuentemente prefieren productos más beneficiosos para un bufé: dulces, botanas y pizza, y resulta que se puede ahorrar mucho con ellos.
4. El personal prolonga el tiempo para volver a llenar una bandeja con alimentos costosos
¿Alguna vez has notado que las bandejas con guarniciones siempre están llenas, pero las de carne o mariscos están medio vacías? Lo que sucede es que los meseros normalmente reciben la instrucción de no apresurarse con los productos costosos, pero lo que más llena y es barato siempre tiene que estar disponible.
No todos los comensales esperan a que les traigan un cangrejo o camarones, por lo que suelen llenarse con una crepa, y eso es muy beneficioso para el restaurante. Por cierto, si no recogen los platos sucios de las mesas durante mucho tiempo, entonces, debes saber que eso también se hace a propósito. Así se puede tener una baja probabilidad de que el comensal vaya por otra porción.
5. Los establecimientos que trabajan bajo el sistema bufé gastan menos dinero en productos que los restaurantes habituales
En los restaurantes con autoservicio, el cliente no se quejará de los alimentos, simplemente tomará otro platillo que sea de su agrado. Esto permite hacer un menú “flexible”, y ahorrar en carnes y pescados. Por ejemplo, servir tilapia en lugar de salmones costosos y comprar tipos de carne más baratos no hará que nadie realice un reclamo.
Frecuentemente, la ternera se reemplaza por carne de puerco, ya que no todos pueden notar la diferencia con el empanizado y los condimentos.
6. Los gerentes apagan el aire acondicionado a propósito
Un restaurante puede optar por medidas como apagar el aire acondicionado. El hecho consiste en que, mientras más alta sea la temperatura, menos querrás comer carne o productos de mar. Las personas preferirán ingerir frutas o tomar bebidas, las cuales no siempre están incluidas en el precio.
7. En tales establecimientos rara vez hay televisión o wifi
“No tenemos wifi. Mejor hablen, fingiendo que están en pleno 1995”.
Para los restaurantes de autoservicio no es rentable que los comensales permanezcan en el lugar por mucho tiempo, y se sirvan una segunda y hasta una tercera porción. Por eso es poco probable que veas televisores o puedas conectarte a una señal de wifi en ese tipo de establecimientos.
8. Algunas pinzas son cómodas, pero otras, no
En algunos lugares se puede ver que en las bandejas con macarrones, ensalada y arroz hay un gran cucharón, mientras que, en la de salmón, se colocan pequeñas pinzas con las que es complicado sujetar la comida.
Este truco tiene como objetivo que el cliente coma platillos abundantes en carbohidratos y menos proteínas costosas, ya que es incómodo atascar una fila intentando servir un pedazo de salmón en el plato.
9. La ubicación de los productos influye en la elección
La ubicación de los productos en el bufé es toda una ciencia. Una investigación sugiere que el 75 % de los comensales se sirve alimentos de la primera bandeja. Y, en general, el 66 % de la comida que se consume está en las tres primeras bandejas. Por eso, los dueños de los restaurantes suelen encargarse de que en estas zonas se encuentren productos abundantes y baratos.
Incluso en los restaurantes costosos, donde la entrada es de 98 USD, intentarán “esconder” los platillos con trufas y fuagrás.
10. Los propietarios ahorran en el personal, ya que su trabajo lo realizan los comensales
Los dueños de los restaurantes ahorran buena cantidad de dinero, ya que los comensales realizan el autoservicio. En algunos establecimientos, los mismos clientes preparan la comida y se sirven las bebidas.
Además, la mayor parte de los platillos se prepara de antemano y después se calienta, de tal manera que en la cocina no se necesita tanto personal. En un restaurante normal, un cocinero puede preparar alimentos para 25 personas por hora, mientras que el sistema bufé permite alimentar de una sola vez hasta a 200 personas.
11. La mayoría de los visitantes nunca recuperará la suma que pagó por entrar
En promedio, un cliente en tal tipo de restaurantes consume aproximadamente 4 platillos, pero, para aproximarse a la suma que se pagó al entrar, necesita comer más de 7. De acuerdo con las estadísticas, 1 de cada 20 comensales puede hacer esto, y 4 de cada 20 consumen platillos, pero sin terminarlos.
12. El gerente puede echarte del establecimiento si comes demasiado
Pero incluso si intentas comer demasiado, es poco probable que puedas ganarle el sistema: si el gerente ve que un comensal le trae poco beneficio al restaurante, probablemente lo echará del establecimiento. Así le ocurrió a un triatleta alemán, el cual logró comer más de 80 platillos de sushi.
Lo mismo le ocurrió a una mujer que consiguió comer todos los panecillos de la mesa, y a un hombre que comió 12 filetes de pescado.
13. Si dejas comida en el plato, eso tendrá un costo
En un bufé te dan ganas de probar todo, por lo que dejar comida en el plato es algo casi inevitable, pero, debido a eso, algunos restaurantes inventaron algo para lidiar con ese problema: una multa por dejar restos de comida en el plato. En algunos sitios pueden exigirte pagar un euro por dejar restos, y en otros, hasta 2 euros. Pero aun así, tales restaurantes tienen que tirar aproximadamente la mitad de la comida que preparan.
14. Bebidas con un precio muy elevado
Normalmente, las bebidas se venden por separado. En tales casos, el cargo extra puede alcanzar un 90 %. Pero los propietarios pueden aplicar otro método: incluir el costo de las bebidas en la entrada. De todos modos, los dueños de los restaurantes no perderán nada, ya que el costo de las bebidas es pequeño y, entre más clientes beban refresco, comerán menos comida.
15. Estos establecimientos suelen tener cristales de protección contra estornudos
¿Nunca has pensado por qué la comida se encuentra protegida con un cristal? Este tipo de protección es un sistema especial, el cual fue inventado por el dueño de un restaurante llamado Johnny Garneau. Él les tenía miedo a las bacterias, e incluso no podía imaginar que alguien pudiera estornudar directamente en la comida.
Entonces, inventó tal cobertura de cristal y la patentó de inmediato. Finalmente, logró revolucionar la esfera de la industria alimenticia, y, en los años 60, el cristal se convirtió en una norma para los restaurantes con el sistema bufé.
Bono: estrategias para comer de la mejor manera en un bufé
- Es mejor ir a un almuerzo en lugar de a una cena. El precio de un almuerzo es significativamente más bajo en comparación con el de una cena.
- Desayuna. El estómago se reduce si no comes durante mucho tiempo. Para estar mejor preparado, consume un desayuno rico en fibras.
- Evita las bebidas gaseosas. Solo ocuparán espacio dentro de tu estómago.
- Elige más productos de pescado y carne. Son más caros. La comida más valiosa normalmente se encuentra en un plato pequeño.
Comentarios
Yo siempre pienso que debían tener platos más grandes
Del secreto 5 sí me di cuenta
Interesante saber cómo nos engañan
Lo mejor para mí fue el bono