15 Situaciones tan absurdas que no queda claro si habría que ponerse a reír o a llorar

Historias
hace 3 años

Las personas a menudo terminan en situaciones absurdas en las que no queda claro si habría que ponerse a reír o a llorar. Con un poco de suerte, solo somos espectadores de esos sucesos, pero muchas veces terminamos desempeñando el papel principal. Así, de un héroe que ayuda a una mamá soltera puedes convertirte en un sinvergüenza. O sentirte una reina en el autobús, pero exactamente hasta el momento en que te miras en un espejo. Desde afuera también es agradable ver al sujeto que quiso patear un gato, pero se terminó golpeando solo contra una pared.

En Genial.guru, hemos seleccionado casos de situaciones en las que es imposible evitar esbozar una sonrisa.

  • Mi esposa compartía la habitación en maternidad con una chica de unos 18 años. El papá del bebé la había abandonado, se convirtió en piloto de larga distancia y se fue en una expedición intergaláctica a Plutón. Los padres la habían echado de la casa. Mi esposa dio a luz y me dijo que le daba lástima la chica, no tenía a nadie que fuera a buscarla, así que me pidió que cuando la dieran de alta, fuera a buscarla yo. El día “D” yo estaba en el hospital con flores, etc. Y entonces me di cuenta de que todo el personal médico me miraba mal: susurraban a quién iría a buscar la próxima vez, vaya canalla que era. Todo terminó bien, los padres terminaron yendo a buscar a la chica, ella tuvo una carrera exitosa y se casó. Incluso nos invitó a la boda© Redkiiskot / Pikabu
  • Mi madre tenía una colega en el trabajo que siempre iba muy arreglada. Una mañana, iba en autobús a la fábrica. El hombre sentado enfrente de ella no dejaba de mirarla. Ella se sintió halagada, enderezó los hombros. Y luego llegó al trabajo y se vio en el espejo: ¡había olvidado dibujar una de sus cejas por la mañana!
  • El chico que nos gustaba a mi vecina y a mí estaba internado en el hospital. Teníamos entre 8 y 9 años, y quisimos llamarlo por teléfono. En resumen, llamé al hospital, pero la conexión era terrible. El chico estaba un poco tenso y yo estaba confundida, no entendía qué estaba diciendo. Le di el teléfono a mi vecina y ella habló muy bien con él durante unos 5 minutos. ¿Qué estaba pasando? ¿Conmigo el chico tartamudeaba, pero con ella platicaba a todo dar? Al día siguiente, en la escuela, una compañera de clase se me acercó y me preguntó si yo la había llamado el día anterior. ¡Qué vergüenza! ¡Vaya coincidencia! Ella y el chico estaban en el mismo hospital. Supongo que, cuando llamé y di mi nombre, la señora que me atendió preguntó quién me conocía. Pero sigue siendo un misterio para mí de qué hablaron con tanta soltura mi compañera de clase y mi vecina durante esos 5 minutos.
  • Una pareja se metió en la fila para comprar hot dogs delante de nosotros. Se quejaban a viva voz de todo, y hasta fueron groseros con el cajero. Cuando se alejaban, una gaviota llegó volando y arrebató el hot dog de las manos del sujeto. Su esposa gritó y dejó caer el suyo de sorpresa. Parece poco, pero fue tan divertido verlo que recuerdo este incidente después de 5 años. © cervidaes / Reddit
  • Soy una señora jubilada y empecé una remodelación en mi casa. Una amable persona me dio un balde de cemento de contacto gratis. A las 9 de la mañana, bajé al metro con el codiciado balde y encima puse unos productos de la tienda. En la escalera mecánica, miré hacia atrás y no había nadie. Pero de repente, llegó corriendo un hombre (la escalera mecánica era corta) y gritó que me apartara. Me moví a la derecha, pero el hombre también se movió a la derecha y pateó con todas las fuerzas mi balde... que estaba lleno de cemento. Lo golpeó y salió volando. Se fue cojeando y mirándome: no podía entender a dónde llevaba “ladrillos” una señora por la mañana. © Lazareva Natalia / Facebook
  • Me detuve en un cruce, esperando a que se encendiera la luz verde. Se encendió, y un autobús se detuvo frente a la acera, bloqueando la vista de los vehículos de atrás. Entonces, un Mercedes pasó cruzando en rojo a toda velocidad... justo hacia los policías de tránsito, que en ese momento estaban parados un poco más allá del cruce. © Larisa Prokopenko / Facebook
  • Mi esposo y yo caminábamos por el bosque y comenzamos a lanzarnos conos (sí, todavía somos unos niños). Mi esposo me golpeó en la frente y comenzó a correr, mirando constantemente hacia atrás, y... no vio un árbol. Se estrelló de lleno con la mejilla y se hizo un rasguño. ¡Cómo me reí! Bueno, fue gracioso, aunque me daba lástima, ¡no podía evitarlo! Él también se rio. Nuestra relación está bien, ya llevamos 12 años viviendo juntos. © Erizo en el océano / Genial.guru
  • Trabajo como cajera en una sala de cine. Una mujer me preguntó cómo usar la aplicación en línea. Respondí cortésmente que no lo sabía. Entonces empezó a gritar que yo era una tonta, cuando de repente vio que un policía se había detenido cerca de su auto y le estaba haciendo una multa por aparcar en un estacionamiento para personas con discapacidad. La señora corrió gritando: “¡Detente, ese es mi auto!”. Una amplia sonrisa no abandonó mi rostro hasta el final del día. © raych_arles / Reddit
  • Unos conocidos viven en planta baja. Desde hace como cinco años, tienen un enorme gato de juguete de una raza desconocida en su ventana. Parece que los fabricantes querían retratar al gato de Pallas, pero resultó algo entre un lince y un búho. El viernes, un oficial de policía del distrito se acercó a su casa y les mostró una queja de una vecina que decía que ese gato era agresivo, y que mis amigos deberían ser multados por tener un animal salvaje en el departamento. © haalward / Pikabu
  • Conducía por el Parque nacional de Yellowstone y me quedé atascada en el tráfico. Vi una manada de búfalos saliendo a la carretera. Riendo, un hombre bajó de un camión rojo, hizo una bola de nieve y la arrojó directamente a la frente de un enorme bisonte. Aún riendo, el hombre saltó de regreso al camión y cerró la puerta. Entonces, el bisonte se dio la vuelta y miró la puerta cerrada durante aproximadamente un minuto. Luego se acercó lentamente al camión por el lado del conductor y estampó sus enormes cuernos contra la puerta. Todos escucharon al hombre gritando blasfemias a través de la ventana cerrada del camión ahora abollado. © Jeanie-Walton / Quora
  • Mi marido y yo compramos un departamento e hicimos las remodelaciones nosotros mismos, comprobando la solidez de nuestro matrimonio, jaja. Una mañana, mi esposo me regañó, aunque yo no tenía la culpa. Salió a tirar los escombros, pero levantó demasiado la bolsa y quedó cubierto de polvo. Bueno, me dije, ahora su estado de ánimo se deteriorará por completo. Mi esposo se me acercó y, como bono, una paloma le tiró el contenido de su intestino encima. Entonces ya no aguanté y me eché a reír, seguida por mi marido, quien, riendo, dijo que yo tenía poderes. © Irina Tkacheva / Facebook
  • Fuimos con mi hermana y mi hija de 7 años a una cafetería. Allí había una máquina de juguetes. Pero tan pronto como la niña se acercó a ella, dos estudiantes se le adelantaron a propósito. Mi hija dijo que quería un abejorro de peluche y ellos trataron de conseguirlo para ellos. Todo ese tiempo, mi pequeña se quedó parada allí con lágrimas en los ojos, pero mi hermana dijo que esos chicos no obtendrían nada. Gastaron 10 USD y se sentaron, sonriendo maliciosamente. Entonces mi hija sacó el abejorro en el primer intento. Todos en la cafetería ya nos estaban mirando y todos se echaron a reír. © Jill Hodges / Quora
  • Mi amiga estaba en su último mes de embarazo. Era verano, en la tienda hacía mucho calor y ella iba a la caja con sus compras. Entonces, un hombre la apartó con rudeza y puso primero su canasta con productos caros en la cinta. Bueno, después de que puso todas las compras en una bolsa y corrió hacia la salida, el fondo de la bolsa se rompió y todo se hizo añicos. © Daria Sheveleva / Facebook
  • Mi tío intentó patear a un gato, falló y pateó con todas sus fuerzas una pared de ladrillos. © shiguywhy / Reddit
  • Esto pasó en nuestra época estudiantil. Una amiga regresaba a casa por la noche. En la entrada, se cruzó con un chico de aspecto rudo que le preguntó: “¿De qué zona eres?”. Ella susurró: “Vivo aquí” y corrió a su casa. Al día siguiente, se le acercó de nuevo: ella le había gustado. Mi amiga lo examinó: dientes podridos, rodillas de los pantalones desgastadas, era un desastre. Comenzó a preguntarse cómo podía hacer que la dejara en paz, pero sin ofenderlo. Un día, caminaba con unos libros, y otra vez se le acercó el “príncipe” con sus muchachos. Le preguntó: “¿Qué estás leyendo?”. Y mi amiga sonrió significativamente y desarrolló todo un discurso sobre técnicas artísticas de la autora de uno de los libros. Habló como 10 minutos. Y así fue cómo mi amiga se quedó sin novio.

¿Alguna de estas historias te suena familiar? Si tienes una anécdota parecida, nos encantaría leerla.

Imagen de portada Redkiiskot / Pikabu

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A mi hermana de niña la picó una avispa, yo me reí y al final acabé con dos picaduras y llorando

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