16 Actos de personas que podrían trabajar como profesionales de la bondad

Historias
hace 3 meses

A veces, en el ajetreo diario, dejamos de prestar atención a lo que ocurre a nuestro alrededor y parece que todos se han vuelto indiferentes. Pero si nos detenemos un momento y miramos a nuestro alrededor, cualquiera puede darse cuenta de que el mundo aún está lleno de personas bondadosas. Y si alguna vez sientes que todos se han vuelto un poco insensibles, simplemente lee estas 16 historias.

  • Cuando era pequeña, mi padre se fue de casa llevándose todas las cosas de valor y el dinero. Nos quedamos sin nada. El jefe de mi madre, al enterarse de la situación, nos permitió vivir en su casa de campo, ya que antes mi madre y mi padre alquilaban un apartamento. Además, le aumentó el sueldo a mi madre, y con el tiempo, ella pudo alquilar una vivienda por su cuenta y criarme felizmente.
  • Estaba volviendo en metro de la universidad, tarde por la noche. De repente, fuerte debilidad, náuseas, niebla en los ojos, un pitido agudo en los oídos. Por alguna razón, mi cuerpo decidió colapsar desmayado. Pensé: necesito sentarme en algún lado, tal vez pueda recuperarme. No había asientos vacíos en el vagón, pero el tren se estaba acercando a una estación. Salí y me di cuenta de que no llegaría a un banco. Entonces hice lo único que me quedaba: me senté en el suelo. Inmediatamente se detuvieron 5 o 6 personas, comenzaron a preguntarme qué pasó. Me ayudaron a levantarme y llegar a la salida. Alguien se ofreció a llevarme, el resto se fue solo después de estar convencidos de que me dejaban en buenas manos. Por el camino, lamenté no haber tenido ningún chocolate para mis rescatadores.
  • Nos hicimos amigos de nuestros vecinos. Resultó que todos nos mudamos al edificio casi al mismo tiempo y teníamos edades similares. Nos conocimos mientras los niños jugaban en el parque. Como trabajo desde casa, suelo estar allí más que los demás. Los vecinos empezaron a pedirme ayuda: dejarme las llaves cuando se iban de vacaciones, pedir herramientas prestadas o que los llevara en coche a algún lugar. Nunca le negué ayuda a nadie. Un día, mi coche se averió. Estaba en la entrada esperando un taxi cuando cuatro vecinos salieron. Cada uno, al enterarse de que esperaba un coche, me ofreció las llaves del suyo. Me sorprendió mucho. Rechacé sus ofertas, pero fue muy agradable.
  • Se acercaba la graduación de mi hija y yo tenía serios problemas económicos. Decidí buscar una solución en internet y encontré un vestido hermoso de segunda mano. Aunque no tenía suficiente dinero, decidí ir a verlo. Cuando llegué, le conté a la vendedora mi situación, y después de mirarme, dijo: “Puedo dártelo gratis, no hay problema”. Resulta que su familia era bastante acomodada y su hija, muy consentida, no quería ponerse el mismo vestido dos veces, pero les daba pena tirarlo. Así que lo puso a la venta para que no se desperdiciara. Yo me llevé el vestido sin costo y se lo regalé a mi hija, a quien le quedó perfecto.
  • Tenía unos 7 u 8 años de edad. Estaba pasando junto a una tienda y vi en el suelo un montoncito de azúcar. Debió haberse roto el paquete de alguien. No sé qué me empujó, pero comencé a recoger ese azúcar en una bolsa. Se me acercó un hombre: “¿Qué pasó, se te cayó?”. “Sí, el paquete estaba roto”. “Toma (me da 50 centavos), deja ese azúcar, está sucio”. Y se fue. Yo, feliz, fui a la tienda y, por alguna razón, compré azúcar.
  • Mi hermana tiene dos hijos y recientemente se mudó a una nueva casa tras divorciarse. Trabaja a tiempo completo y hace poco me contó que alguien había sacado su basura y luego cortado el césped. Esto sucedió durante varios meses y no sabía a quién agradecer.
    Un día se quedó en casa con su hijo menor y vio a alguien cortando su césped. Resultó ser su vecino, quien había contratado a personas para ayudarla. Al hablar con él, descubrió que también había sido él quien sacaba la basura. Le comentó que su cortacésped se había roto, pero que cuando lo arreglara, cortaría el césped él mismo. Es realmente increíble.© hankiepanki / Reddit
  • Una anciana desconocida marcó el número incorrectamente y me dejó un mensaje de voz invitándome a algún evento que ella estaba organizando. Parecía muy entusiasta, y mi corazón se hundió ante la idea de que podría sentirse rechazada, sin siquiera saber que su mensaje no había llegado al destinatario. Le regresé la llamé y le dije que verificara el número e invitara nuevamente a esa persona al evento. Resultó que estaba celebrando su 90° cumpleaños y estaba invitando a gente. También me invitó a mí. © Unknown author / Reddit
  • Recién estaba viajando en metro y vi a una chica levantarse y entregarle a un hombre su retrato. Estaba sentada enfrente y lo dibujó mientras viajaba un par de estaciones.
  • Un día, con mis amigos quisimos jugar al tenis, el costo de una hora era de 18 dólares. Quien atendía era una señora mayor que nos dijo: “Si quieren, jueguen 2 o 3 horas por estos 18 dólares”. Aprovechamos y nos quedamos como una hora y media. Pensamos que no podíamos ignorar una actitud tan cálida hacia nosotras, y después decidimos darle algo en señal de gratitud. Y uno de los días siguientes que volvimos a jugar, le llevamos un par de cajas de bombones y alguna otra cosa simbólica más. Su reacción nos sorprendió. Estaba tan feliz, tan emocionada y nos agradeció tan infinitamente que hasta nos dio pudor.
  • Hace un par de semanas, necesitaba llevar urgentemente a mi gato al veterinario porque se había envenenado con algo. Vi un taxi estacionado cerca de mi casa, así que puse a mi mascota en su transportadora, bajé y le pedí al conductor que nos llevara lo más rápido posible, sin importar el costo. El hombre resultó ser muy amable; se apresuró todo lo que pudo y me brindó apoyo mientras íbamos, ya que yo estaba casi al borde de las lágrimas. Pagué y me bajé rápidamente del coche. Él me dijo que me esperaría mientras examinaban a mi gato y ni siquiera cobró por el tiempo de espera, conmovido por la situación. Me contó que él también tiene varios animales en casa y comprendía perfectamente lo que estaba pasando.
  • Esta mañana me escribió mi mamá contándome que había alquilado un auto y había encontrado una billetera dentro. En la billetera había una gran suma de dinero, tarjetas, licencia de conducir y otros documentos. En la licencia de conducir: un chico joven. Invertí 5 minutos de mi tiempo y lo encontré en las redes sociales. Le escribí diciéndole que, bueno, ¡¿cómo puede ser que haya dejado esa cantidad de dinero en un auto?! Me respondió diciendo que ni siquiera se había dado cuenta de que había perdido su billetera, me dio las gracias, dijo que todavía quedaba gente decente en el mundo. Le di nuestra dirección y ahora viene camino a nuestra casa, y no sabe que mi madre también le juntó una bolsa entera de manzanas para el camino. De las nuestras, del jardín.
  • Mi exesposo solía ganar bien. Cuando comenzaron los problemas en nuestra familia, me di cuenta de que mi salario y la pensión alimenticia serían suficientes para que mi hijo y yo viviéramos sin dificultades. Nos divorciamos. Él se mudó a un pequeño apartamento que había comprado antes de casarnos. Un par de semanas después, apareció con un poder notarial y las llaves del apartamento, diciéndome: “Renta el apartamento y vivan de ese dinero”. Renunció a su trabajo y se fue al campo con sus padres, donde comenzó a trabajar con su padre en la apicultura. Sin embargo, venía a menudo a visitar a nuestro hijo.
    En una de sus visitas, trajo dos garrafas de miel y me dijo que podía venderlas o consumirlas. Finalmente, alquilé el apartamento y vendí la miel. Un año después, volvimos a estar juntos y nos mudamos al campo con él. Si hubiera aceptado mudarme antes, como él me lo había pedido, probablemente nunca nos habríamos divorciado.
  • Los vecinos de arriba tienen dos niños pequeños que siempre corren y saltan, y a veces dicen groserías. Mi esposa y yo los toleramos porque entendemos que no hay muchos lugares en la ciudad donde los niños puedan correr y dejar salir la energía acumulada. Hoy encontramos un regalo y una nota de disculpas cerca de nuestra puerta. © MSotallyTober / Reddit
  • Descubrí que mi colega estaba a punto de tener un hijo. Y yo hacía mucho tiempo que tenía sin usar distintas cosas para el bebé: cochecito, sillitas, etc. Lo invité para que se llevara lo que necesitara. Y necesitaba un cochecito. Mi colega vino a recogerlo, le mostré cómo se arma y desarmaba todo, mientras de paso comprobaba si no quedaba nada de mi hijo en los bolsillos, como pañales o pañuelos húmedos, y bromeaba sobre un escondite de dinero. Un par de horas después, resultó que realmente había guardado allí dinero del que me había olvidado. Gracias a mi colega y a mi síndrome de ardilla, porque de unos 5 dólares guardados y olvidados nació una historia de bondad.
  • En California, en 1981, el Dr. Michael Shannon salvó a Chris Trokey, un bebé prematuro que casi muere. Al crecer, Chris se convirtió en paramédico y fue a trabajar al servicio de rescate. En 2011, fue el primero en llegar a la escena de un terrible accidente y salvó la vida de un anciano que estaba encerrado en un auto en llamas. La persona rescatada era ese mismo Michael Shannon.
  • Cuando estudiaba en la universidad, me gustaba una compañera. Tenía muchas ganas de invitarla a un café, pero en ese momento casi no tenía dinero. Andaba triste por eso hasta que lo notó el cocinero que estaba a cargo del comedor. Me dijo que fuera con la chica al patio de la universidad, donde había una pequeña plaza con mesas, alrededor de las 10 de la noche. Cuando llegamos, una de las mesas ya estaba servida: entrada, plato principal, ensaladas, postre. El cocinero a veces se acercaba a nosotros como a unos invitados especiales, nos servía más té, nos preguntaba si queríamos más postre. En ese momento yo estaba inmensamente feliz. Ahora, 12 años después, recuerdo a este hombre y entiendo lo enorme que era su corazón.

Es indiscutible que el mundo está cambiando gradualmente, pero la simple bondad humana es algo que siempre será valorado.

Ten en cuenta: este artículo se actualizó en junio de 2024 para corregir el material de respaldo y las inexactitudes fácticas.

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