16 Arrendadores que querían ingresos pasivos y recibieron drama en cuotas

Humor
hace 3 horas

Muchos consideran el alquiler de una vivienda como la forma ideal de obtener un ingreso pasivo: compras un departamento, lo arriendas y simplemente recibes el dinero. ¿Qué podría ser más sencillo? Sin embargo, la realidad suele ser mucho más complicada y, al mismo tiempo, divertida. Detrás de cada puerta se esconden personajes que convierten el sueño de una vida tranquila en una serie de aventuras inesperadas. Así lo confirma la experiencia de varios usuarios de la red que compartieron sus historias.

  • Nuestro inquilino llamó preocupado: Charlie, el gato callejero pero muy amistoso al que todos quieren, de repente dejó de comer el alimento caro que él le compraba. El hombre temía que el gato estuviera enfermo. Tuve que explicarle que otros vecinos también alimentaban a Charlie, así que simplemente estaba satisfecho y se encontraba muy bien. Al oírlo, nuestro inquilino bromeó llamando a Charlie “traidor” y se lamentó por el dinero gastado en su comida. © perpykins / Reddit
  • Estoy alquilando un departamento y vino a verlo una pareja joven que espera un bebé. Todo iba bien hasta que, con total seguridad, me dijeron: “Usted indicó que el lugar tiene todo lo necesario para vivir”. Ante mi lógica pregunta, respondieron: “Vamos a tener un hijo, así que necesitamos una cuna, una mesa para cambiar pañales, un esterilizador de biberones y, además, una silla para comer. Estamos dispuestos a comprarlos nosotros mismos, le entregaremos los recibos y descontaremos el monto de la renta”. © checkacheck.by / Threads
  • Tuve una inquilina similar que me dijo: “Voy a pedir en línea alfombras nuevas, estantes, un hervidor inteligente y un robot aspiradora, y usted lo paga con el dinero que le envié de la renta”. Yo le respondí: “¿No te estás confundiendo? Abre el contrato y léelo con atención”. © lov.e_love / Threads
  • Alquilé el departamento a dos chicas y firmamos un contrato donde se detallaban todos los objetos. Al mes me llaman y dicen: “Se quemó el hervidor eléctrico, cómprelo urgente”. Me dieron pena, pensé que eran jóvenes, y les llevé uno. Poco después, otra llamada: que se fundieron los focos y se tapó el fregadero de la cocina. Les respondí: “Devuélvanme el hervidor y no me vuelvan a molestar”. © saulekapanova2024 / Threads
  • Una noche recibí la llamada de una inquilina preocupada que me habló de un extraño zumbido que provenía de las paredes de su departamento. Naturalmente, pensé en un problema con la plomería, la calefacción o la ventilación. Llamé a los técnicos, pero no encontraron nada. La noche siguiente volvió a llamarme: el zumbido seguía allí. Una semana después me dejó un mensaje de voz en el que, muy seria, dijo: “¡Hola, ya lo entendí! Mi vecina definitivamente tiene abejas viviendo dentro de las paredes. ¿Podemos sacarlas?” © rasputia2 / Reddit
  • Mi inquilina, que renta la vivienda a un precio muy bajo (somos viejas conocidas), se quejó hace poco de dolores de espalda por el colchón, que tiene menos de cuatro años. Me pidió comprar uno nuevo, argumentando: “Pero si yo cuido muy bien tu departamento”. Claro, por la cantidad que le cobro, en nuestra ciudad apenas se podría alquilar un garaje. © boyaby_art / Threads
  • Una chica vino interesada en rentar la casa. Estaba obsesionada con el feng shui y pidió trasladar la bañera a la cocina, hacer una zona de barbacoa en el patio y, además, modificar la escalera. © natashamezko7 / Threads
  • Alquilé el departamento por medio de un conocido. Parecía un chico normal y decente. Pensé: “Bueno, está bien”, justo cuando tenía que salir de viaje. Un mes después regresé, abrí la puerta y casi me desmayo. En el departamento no vivía una sola persona: vivían varias familias. Tres, para ser exactos. Con niños, ollas, catres e incluso una jaula con un conejo. En medio de la sala había luces, una cámara, un hombre con micrófono y una claqueta que decía “toma tres”. Me quedé en shock y pregunté: “¿Quiénes son ustedes?”. Una chica con pestañas larguísimas respondió con toda calma: “Estamos grabando un reality, no moleste, ahora viene la escena en la que Elena se entera de la traición”. ¿Qué Elena? ¿Qué traición? ¡Este es mi departamento! Uno de los hombres, por cierto, estaba comiendo mis cereales, mientras un niño montaba mi aspiradora robot. Solo con la ayuda del comisario logré sacarlos de ahí. © No todos lo entenderán / VK
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  • Pensé que había alquilado el departamento a buenas personas: él, ingeniero en informática; ella, maestra; con dos hijos. ¡Pero cómo me fastidiaron! Llamaban por cualquier detalle, incluso por un foco quemado, y pedían que fuera. Hace poco, incluso me dijeron que en el baño se les había roto el cepillo del inodoro. ¿Y para qué necesito saber eso? ¿Acaso voy a ir a la tienda a comprarles uno nuevo? Les transferí algo de dinero sin decir nada y todavía no supero semejante “petición”. © Habitación N.º 6 / VK
  • En otra ocasión alquilé uno de mis departamentos y llegó una pareja. Todo les parecía bien, hasta que la mujer preguntó: “¿Se puede cambiar la puerta de entrada?”. Le respondí: “¿Se refiere a la cerradura?”. “No —dijo—, toda la puerta completa. Por seguridad, exigimos cambiar la puerta de entrada en cada lugar donde vivimos”. Le contesté que podían hacerlo con su propio dinero. Se negaron. Y gracias a Dios. © maya_barkas / Threads
  • Alquilo el departamento por días. Tengo una afición: la pintura. No lo hago de manera profesional, pero algunas de mis obras cuelgan en mi casa y otras las coloco en el departamento en renta. Había una pared vacía y la decoré con 9 de mis cuadros. Hace una semana, una mujer se hospedó allí durante 3 días. No pude ir a recoger las llaves de inmediato y ella las dejó en el buzón. Cuando llegué al departamento, descubrí que faltaban 5 de mis cuadros. Tal vez pensó que eran valiosos, no lo sé, pero el hecho es que desaparecieron. No le devolví el depósito para que, en adelante, no tenga deseos de llevarse cosas ajenas de los departamentos. © Historias laborales / VK

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  • Los inquilinos cortaron la cortina, pero me juraban que ya estaba así antes de que llegaran. © gaukharkamalieva / Threads
  • Le alquilé el departamento a una conocida. Durante seis meses todo fue perfecto: pagaba puntualmente. Luego perdió su trabajo y dejó de pagar. Al mismo tiempo estudiaba, y como persona comprensiva le dije que podía esperar. Pero ese “esperar” se extendió por 4 meses. Después dejó de contestar el teléfono. Llamé a sus padres y resultó que cada mes le enviaban el dinero para pagar la renta, pero ella lo gastaba en salir de fiesta. Sus padres me enviaron el dinero de esos 4 meses. Le pedí que se mudara, no necesito problemas así. Y me quedó una lección: nunca volver a tratar con conocidos. © Historias laborales / VK
  • Mi abuelo comenzó a alquilar un departamento hace poco, y lo hizo a un precio muy bajo. Todos le aconsejaban aumentar la renta, pero él se negaba. Hace poco, mis padres incluso armaron un pequeño escándalo, diciendo que el abuelo estaba perdiendo dinero en un momento tan difícil. Él los escuchó en silencio y luego explicó que le alquila el departamento a una joven con un hijo que atraviesa problemas económicos. Además, a veces incluso les ayuda con alimentos porque quiere que estén bien. Mi respeto hacia él creció de inmediato, aunque sentí un poco de vergüenza por mis padres. © No todos lo entenderán / VK

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