20 Lectores de Genial contaron cuáles fueron los momentos más graciosos que vivieron en sus trabajos

Historias
hace 5 años

En algún momento de nuestras vidas, todos realizamos un trabajo del que nos avergonzamos. Pero algo es seguro: esas situaciones nos ayudan a crecer, a adquirir experiencia y a ganar un poco de dinero. Eso fue lo que vivieron algunos de los lectores de Genial, quienes decidieron compartir a través de Facebook qué fue lo más gracioso que hicieron por unos billetes.

Genial.guru elaboró una lista con las mejores anécdotas laborales de los lectores de la página.

  • “En un desfile navideño me disfracé del conejo de Nesquik. Tenía mucho calor ahí adentro. Fue alrededor de 1988”. Pablo Rivas
  • “Tuve que vestirme de gallina y bailar para promocionar un producto, todo porque debía pagar la renta”. Luna Granado Morales
  • “Ser podólogo es un trabajo con risas aseguradas. La gente cree que el limón y el bicarbonato curan los hongos y hasta la fascitis plantar”. Francisco Membrillo
  • “Fui el pingüino Marinela. Fue divertido, pero sudaba mucho y tenía moretones en los hombros porque la cabeza del animal era de fibra de vidrio”. Paty Moreno
  • “Fui agente de seguridad a los 16 años. Aunque, analizándolo en profundidad, no me dieron ni un arma para defenderme de ataques y el uniforme apestó los 18 días que duró el evento”. Buzzer CM
  • “Trabajé llevando café a oficinas de abogados, y solo duré 3 días en el puesto, porque siempre llegaba con la mitad de las bebidas en las tazas... El equilibrio no era lo mío”. Anabella Helbertz Fontan
  • “Fui mesero en una fiesta infantil y, aunque eso no tiene nada de raro, el uniforme que nos obligaban a usar era ridículo”. Silver Wolf
  • “Trabajé fingiendo ser el novio no celoso de una amiga a la que le gustaba besarse en la discoteca con cualquiera que acababa de conocer. Lo mejor es que esa supuesta pareja me pagaba todos los tragos”. Jesus Cruz
  • “Me pagaban 50 dólares la hora por solo ir a jugar con un gato y darle masajes”. Mercedez Munoz
  • “Tuve que tocar el violín vestido de duende”. Alexander Eugenio Larenas Guerrero
  • “Trabajé como profesora de matemáticas sin tener idea sobre la asignatura”. Paola Van Ranch
  • “No fue el más gracioso, pero si el peor de todos: tuve que dar clases en un colegio de primaria. Fue un verdadero infierno”. Noelia López Y Celso Del Aguila
  • “No fue un trabajo, pero con unos amigos nos disfrazamos de osos gigantes e hicimos el baile del sapito para obtener dinero porque nos estafaron con unos anillos”. Mariana Hdz
  • “En mi primera comunión, cuando tenía aproximadamente 12 años, realizaron una feria patronal y, como tenía mucha curiosidad y ganas de entrar a ‘la casa de los sustos’, le pedí al encargado que me dejara trabajar con un disfraz de monstruo a cambio de unos billetes. Estando adentro, en lugar de asustar, mi personaje daba lástima”. Charlie Serna
  • “Con 15 años, un amigo y yo tuvimos que cargar un contenedor con escombros de una obra que hicimos en casa... Era pleno verano, y tardamos más de 10 horas”. Javier Sierra Villalba
  • “Fui el payaso en una fiesta infantil y, en lugar de causar risas, provoqué muchos sustos. Ese fue el final de mi carrera”. Hernan Chacon
  • “Un día fui a colocar unos muebles en una casa. Tenían que estar colgados de unas cuerdas de acero, y la señora del lugar me decía: ‘Póngale unos ‘perros’ para que estén más seguros’. Me dio un ataque de risa porque en realidad se llaman pernos, pero no la corregí porque era gracioso escucharla”. Muebles rústicos
  • “El trabajo más raro que hice fue masajear los pies callosos y amarillentos de una tía a cambio de 2 o 3 euros”. Maria Diaz Braza
  • “Duré menos de una hora en una panadería y qué bueno, porque me di cuenta de que no era lo mío”. Aifos Serrot Zemog
  • “Cuando tenía como 13 años, mi primo me dio un billete por cargarlo a caballito para no pisar un excremento de vaca”. Nydia Santiago

¿Cuál ha sido el trabajo más terrible que has hecho? ¡Cuéntanos en los comentarios!

Imagen de portada Carlie Serna / Facebook

Comentarios

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Que asquito el masaje de pies por solo 3 euros. Debería haber pedido más

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