6 Consejos útiles para evitar posponer una conversación importante con tu pareja por nervios

Pareja
hace 2 años

La clave para una buena convivencia en pareja es la comunicación. Pero cuando llega la hora de discutir sobre algún asunto problemático es cuando los nervios nos traicionan y terminamos posponiendo aquella incómoda charla por temor a causar una pelea. Esto puede generar problemas a la larga, como malentendidos, distanciamientos e incluso la separación. Saber qué hacer en estas situaciones ayudará a mejorar la unión, empatizar con el otro y fortalecer la relación.

En Genial.guru brindamos algunos consejos sobre cómo iniciar esa conversación difícil en pareja y qué hacer para transmitir el mensaje de forma tranquila.

1. Buscar un lugar tranquilo donde conversar sin interrupciones

Toda charla requiere de un sitio tranquilo para poder expresar cómodamente nuestras ideas, opiniones o sugerencias. Para eso, es necesario dejar de lado los teléfonos o silenciarlos, así como evitar cualquier gesto que pueda distraer la conversación, como jugar con un bolígrafo, mirar papeles o golpearse los pies.

Es cierto que es imposible encontrar un lugar que sea 100 % silencioso, pero al menos podemos prever cualquier tipo de barrera, como ruidos del exterior o cualquier otra interrupción. En estos casos, lo ideal sería reservar algún tiempo para poder hablar sin que nada ni nadie posponga ese momento.

2. Detectar cómo expresamos nuestras emociones

Algunas situaciones intensas hacen que una persona reaccione de distintas formas y, en algunas ocasiones, hasta pueden llegar a afectar el comportamiento. Una forma de saber cómo expresamos lo que sentimos es analizar tales conductas y cómo estas pueden afectar a la relación con los otros.

Sin embargo, esto no quiere decir que debamos “ceder” ante una idea que no compartimos con nuestra pareja, suprimiendo nuestros sentimientos solo para “estar bien”. Esto, a la larga, ocasionará incomodidades que afectarán el vínculo afectivo en la relación.

3. Cuestionar el nivel de complejidad de la conversación

Una buena forma de lidiar con un tema complicado es cuestionarse qué tan difícil sería exponerlo a la otra persona. Aunque no lo parezca, hay muchas cosas que, en realidad, son más sencillas de lo que se cree y, al soltarlas, nos percatamos de que nuestra mente nos jugó una trampa.

Hay veces en que es mejor decir lo que sentimos de frente, sin temor. Los riesgos forman parte de nuestras vidas y no siempre podremos evitarlos. Con esto también aprendemos a gestionar los conflictos y a usarlos como una forma de crecimiento personal y colectivo.

4. Aprender a detenerse según la reacción de la persona

Llega el día de la ansiada charla, pero, a lo largo de la discusión, la otra persona empieza a reaccionar de distintas formas: se mantiene en silencio, se vuelve agresiva o manifiesta inseguridad al hablar. Se debe prestar atención a estas señales para saber cuándo detenerse y evitar perder el control de las propias emociones.

De esa forma, se evita que la conversación avance hacia un rumbo diferente al pensado. Y si es imposible tranquilizarse o calmar al otro, lo mejor es saber detenerse y acordar otro momento para hablar. De esa forma, también se dan el tiempo de reflexionar sobre el problema y calmar la mente para hallar una solución que beneficie a ambos.

5. Hay que preguntar antes de suponer

Aunque es cierto que es bueno aprender a detectar la reacción de la persona, también es necesario no suponer lo que está sintiendo o pensando. Un ejemplo sería creer que alguien está enfadado por “cruzar los brazos”, mientras que, en realidad, solo piensa en algo que le sucedió antes de la reunión y que le causa vergüenza el recordarlo.

Una parte primordial de una conversación es generar empatía con la otra persona. Y para sacarse de cualquier duda, lo mejor es preguntar y analizar las respuestas que da. Esto puede ayudarnos a mejorar la comprensión de su razonamiento y evitar la información engañosa guiada por lo que vemos o percibimos, como lo es el lenguaje corporal.

6. Evitar dar tantas explicaciones y controlar la voz

Una buena forma de transmitir un mensaje es yendo al grano: exponer la idea de forma clara y sin apabullar con tantas palabras. También ayuda tener en claro lo que se quiere lograr con la charla, ya que así se consigue exponer un problema, escuchar los argumentos del otro y encontrar las distintas soluciones que mejoren la comunicación y el clima.

En este caso, lo mejor es controlar la voz usando un lenguaje acorde a la situación, que sea audible y entusiasta. También es recomendable aprender a vocalizar las palabras, evitar hablar apresuradamente y variar el ritmo para resaltar los puntos más importantes de la discusión.

¿Qué acciones sueles tomar ante una conversación difícil? ¿Cómo logras transmitir el mensaje para mejorar la comunicación con tu pareja?

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