7 Consejos simples para no caer enfermo estando en la misma casa con una persona resfriada

Las personas que tosen o estornudan muy rápidamente propagan la infección por todo su alrededor. Es por eso que se recomienda tomar una baja por enfermedad y permanecer en casa para no infectar a otros compañeros y conocidos. Pero, ¿qué deberían hacer los miembros del hogar para evitar un contagio?

En Genial.guru hemos recopilado para ti un listado de consejos básicos que te ayudarán a no infectarte si hay un portador de un virus en tu hogar.

7. Limpieza a fondo

Cuando alguien en casa está enfermo, la limpieza habitual no será suficiente. Asegúrate de hacer una limpieza húmeda: lava el suelo, las superficies de las mesas, las mesitas de noche, los tiradores de las puertas, los mandos a distancia, interruptores y otros. Para hacer esto, utiliza desinfectantes.

Y no te olvides de ventilar bien las habitaciones. Los virus, en gran medida, se transmiten por gotitas aerotransportadas. Por lo tanto, las instalaciones en las que circulan no solo requieren de una limpieza cuidadosa, sino también de una simple ventilación.

6. Ropa de cama y toallas

La ropa, sábanas y toallas de una persona enferma deben lavarse a una elevada temperatura, el máximo permitido para la tela de la que se trate y, si es posible, con desinfectantes. Para las prendas blancas, los blanqueadores de cloro serán adecuados y para las de color, opta por geles especiales con composición antibacteriana. Si la lavadora tiene una función adicional de secado antibacteriano, utilízala. Y no te olvides de planchar las prendas después del lavado. Aquí, también, se recomienda hacerlo a la temperatura máxima permitida.

Todo esto ayudará a eliminar la mayoría de los virus.

5. Más normas de higiene

Cerciórate de que todos los pañuelos y servilletas que usa el enfermo de la casa vayan a parar sin miramientos a la papelera, en lugar de que se queden deambulando por los estantes o en un sofá.

Compra un nuevo cepillo de dientes para el enfermo y sepáralo de los demás. Y una vez que la persona esté sana, deshazte del mismo.

4. Recolectores de polvo

Mientras dure la enfermedad, trata de llevar lo más lejos posible a todos esos "recolectores de polvo", en los cuales, las bacterias y virus también pueden asentarse. Esto incluye juguetes de peluche, cojines decorativos, mantas pequeñas y otras cosas que generalmente deben lavarse, ya que la limpieza en húmedo no las desinfecta lo suficiente.

3. Plantas de interior

Las plantas de interior que producen fitoncidas matan o inhiben el crecimiento de bacterias patógenas en la habitación. Por lo tanto, vale la pena obtener un par de estas ayudantes.

Entre ellas, los más comunes y efectivas son kalanchoe, aloe, begonia, chlorophytum, la hiedra común, cyperus, peperomia obtusifolia, myrtus, sansevieria y otras.

2. Aromatizar el aire

En este caso, se aplica el mismo principio que con las plantas de interior. Los aceites esenciales también producen fitoncidios que no permiten la reproducción de virus y bacterias.

Sobre todo, podemos encontrar muchos de estos compuestos volátiles útiles en aceites de lavanda, eucalipto, monarda, albahaca, hinojo, melisa y aceites de plantas coníferas. También se hallan en la cebolla y el ajo.

Puedes llenar la habitación con aceites esenciales con la ayuda de un hornillo para aromas o un difusor ultrasónico.

1. Mascarillas

En la temporada de gripes y resfriados comunes, a menudo, se ven personas que utilizan mascarillas especiales para no contraer un virus en un lugar público. En el hogar, tampoco están de más. Pero es importante seguir estas dos reglas:

• El barbijo debe usarse cada vez que se mantenga contacto con la persona resfriada.
• Las mascarillas deben reemplazarse con frecuencia durante el día.

Y no te olvides de que el barbijo, como tal, no es la panacea. Vale la pena seguir todos los demás consejos para evitar infectarse al máximo.