8 Hechos sobre los hijos de los monarcas que prueban que el trono no es solo privilegios
Desde afuera, la vida de los reyes parece lujosa y despreocupada. Pero los príncipes y las princesas de 28 reinos siguen tradiciones centenarias desde el nacimiento. Cada uno de sus días está programado y regulado. En esta larga lista de privilegios y responsabilidades hay muchas cosas interesantes. En este artículo te contaremos a qué jardín de infantes fue enviada la futura reina de España, qué auto le regaló Paul McCartney al Príncipe George y por qué le regalan rúsula a la heredera al trono sueco.
Genial.guru decidió contarte cómo la vida de los herederos de los monarcas difiere de la de los niños comunes.
1. El nacimiento de un bebé de sangre azul
En el Reino Unido, el nacimiento de un heredero siempre se le informa primero a la reina. El príncipe William ha complacido a su abuela por 3era vez usando el teléfono del número encriptado. Solo que resulta que el nieto y el bisnieto de Isabel II no la llamaron "abuela" de inmediato. William, al no poder pronunciar "grani" ("granny", "abuela" en inglés), hizo que la reina estuviera obligada a responder al llamado de "Gary", y el príncipe George directamente evita las letras complejas y llama a la reina "Gan-Gan".
El duque de Cambridge es muy democrático y él mismo va a buscar en automóvil a su esposa al hospital. Los partos generalmente son asistidos por un equipo de médicos que firman un documento de no divulgación. Y, aunque, mientras esperaba a su tercer hijo, Kate pensó seriamente en el parto en casa, su segundo hijo varón nació en las paredes del Hospital St. Mary's. Por cierto, hasta el año 1948, a los reyes y a los príncipes no se les permitía ver a los herederos recién nacidos, pero, en nuestros días, el príncipe William apoyó a su esposa durante el parto.
Los herederos del trono son bienvenidos de una manera especial, y sus padrinos tampoco son mortales comunes y corrientes. El rey de Bután, Jigme, como continuación de la historia mágica de amor con su esposa, Jetsun, en honor al nacimiento de su hijo en febrero de 2016, ordenó la plantación de 108 mil árboles.
Y los padrinos del joven príncipe Simeón, el nieto del rey búlgaro, nombrado en honor de su abuelo, fueron el rey de Marruecos, Mohamed VI, y la princesa Irene de Grecia y Dinamarca.
2. ¿De dónde salen los nombres de los herederos de los monarcas?
Generalmente, los príncipes y las princesas tienen de 3 a 4 nombres, y en lugar del apellido, los nombres de los condados. Así, el primogénito del príncipe William se llama George Alexander Louis de Cambridge, en Suecia llaman a la pequeña princesa "Su Alteza Real Estela Silvia Eva María Bernadotte, duquesa de Östergötland", y los príncipes de Mónaco nombraron a uno de sus gemelos Jaime Honorato Raniero Grimaldi.
Mientras que en el Reino Unido, después del nacimiento del heredero, frente a la clínica se reúne una multitud y aparecen unos letreros con las apuestas por el nombre del bebé, la prensa arma una pequeña ciudad a la espera de la salida de la pareja real.
El nombre del tercer bisnieto de la reina se anunciará 2 días después de su nacimiento. Esta vez, lideraron los nombres Arthur y James; sin embargo, el nombre revelado fue Louis Arthur Charles, aunque el príncipe Guillermo una vez dijo que le gustaría llamar a su hijo Jack.
3. Regalos para príncipes y princesas
En cuanto a los regalos, las mejores sorpresas suelen ser de los familiares. La princesa de España, para su cumpleaños número 10, recibió de su padre el rey el título de dama de los caballeros de la Orden Católica del Toisón de Oro; Carole Middleton le regaló a su nieto una cebra con un conjunto de montar, y su abuelo, el príncipe Carlos, una casa rodante de 18 mil libras, una mágica casa de árbol en Gloucestershire y un Aston Martin. Aunque, la flota automovilística del príncipe George ya está repleto: un Volkswagen GTI de su padre, un Range Rover de los Beckham, un Jaguar de la tía Pippa, un Bugatti de Beyoncé y Jay-Z, tres Rolls-Royce, uno de Helen Mirren, otro Elton John y otro de Paul McCartney, y otro auto de Justin Bieber.
Por supuesto que la mayor cantidad de regalos, los niños de la realeza los reciben en su cumpleaños. El heredero de Bulgaria sopló una pequeña vela de un año en una torta gigante, y la princesa Charlotte fue felicitada por 64 países: desde Australia le enviaron una manta bordada de flores de mimosa, hecha de lana merino de Tasmania; de China, un conjunto de figuras de seda, y Steven Kouston creó para su bautismo una copia del cartel de 1937 de Blancanieves y los siete enanos, valorado en 200 mil dólares.
Al pueblo también le gusta felicitar a los monarcas. Los residentes de Mónaco juntaron dinero para un bello broche y un reloj de Cartier para los gemelos principescos. Los jubilados del Royal Hospital de Chelsea le regalaron al hijo del príncipe William un juguete con su uniforme. Y el estado de Östergötland, cuya duquesa se convirtió en la futura reina de Suecia, Estela, le regala para el día de su cumpleaños unos inusuales colgantes de oro en forma de los símbolos de la región: un cisne, el hongo rúsula y el pez lucio.
4. Cómo visten a los niños de la realeza
La Familia Real de España es un ejemplo de elegancia. Las princesas Sofía y Leonor muchas veces aparecen en vestidos, trajes y abrigos de estilos similares, y sus padres, el rey Felipe VI y la reina Leticia, siempre se ven impecables. Por cierto, en la temporada cálida de las vacaciones, toda la familia prefiere ropa liviana: vestidos, pantalones de lona y shorts.
El príncipe George debe usar pantalones cortos hasta los 8 años, pero en general, su vestuario recuerda al de su padre: jerseys, camisas a cuadros y abrigos de doble botonadura. El vestuario de la Princesa Charlotte y su mamá, muchas veces son de colores parecidos.
Al mismo tiempo, sabiendo que muchos padres se apresuran a comprar las cosas de la marca que usaron sus hijos, a menudo Kate elige opa que pueda permitirse a la mayoría de los británicos. En tanto el nieto del emperador de Japón, el Príncipe Hisahito, suele usar vestidos tradicionales especiales para las ceremonias y las iniciaciones.
5. ¿Qué juegos y juguetes prefieren los herederos?
En las familias reales, la mayoría de los padres están de acuerdo en que los deportes y el ciclismo beneficiarán a los niños más de las horas de uso de los dispositivos electrónicos. Por ejemplo, las tres princesas de Holanda, Amalia, Alexia y Ariana, adoran los paseos familiares por la playa con sus perros. Y la familia de los monarcas de Bélgica ama el esquí de invierno.
No hace mucho tiempo se supo que una de las reglas más estrictas en la familia de los duques de Cambridge es la prohibición de las tabletas.
El príncipe William y Kate, que recibieron una educación impecable, tienen más confianza en los juguetes y los juegos comunes que desarrollan la imaginación y la lógica: automóviles, muñecas, bloques, peluches, constructores. Y también se supo que a los niños de la familia real británica se les prohíbe jugar a Monopoly, algo que fue comentado por el Príncipe Andrés en una de sus recepciones cuando se le obsequió este juego de mesa.
Por cierto, siempre hubo bastantes juguetes clásicos en la familia, pero se guardaban en la colección de Isabel II. Sin embargo, después del nacimiento de su amado bisnieto, la abuela coronada decidió darle un privilegio extraordinario y ordenó a que sacaran el "tesoro": las muñecas de la reina, el auto del príncipe Carlos, el cochecito de la princesa Margarita, que anteriormente no se le permitía tocar a nadie.
Por cierto, muchos niños reales tienen el mismo hábito que los niños comunes: un juguete sencillo del que no se separan. Así, la princesa Ingrid de Noruega, tenía un cachorro de oso de largas patas, la Princesa sueca Estela había elegido un león afelpado con una corona, y la hija mayor del Rey de España siempre llevaba de aquí para allá a un gracioso patito rosado.
6. La educación moderna de los reyes
La familia de los duques de Cambridge cuenta con la ayuda de la niñera española María Teresa Borrallo. Ella los acompaña en los viajes y en recepciones donde se necesita cuidar de los niños. Contrario a la tradición, los padres de Kate ven seguido a sus nietos. Y a veces, William les permite a los niños seguir el consejo lúdico de su madre, la princesa Diana: "Sé lo travieso que quieras, solo no dejes que te atrapen".
Hace poco, George comenzó la escuela, y la pequeña Charlotte, el jardín de infantes cerca del Palacio de Kensington, donde, además de los juegos, la esperan muchas actividades poco comunes, como clases de cerámica y poesía. Y también tiene una mini cocina, colocada en la cocina real, donde a su mamá le encanta cocinar, a pesar del protocolo. Cuando los niños comienzan a tirar la comida, se les recuerda que deberán ayudar al personal con la limpieza. Y cuando se ponen caprichosos, Kate les canta canciones o copia sus muecas. Los niños notan lo tontos que se ven desde afuera, y se ríen.
La reina Carlina de Mónaco (una exnadadora del equipo nacional sudafricano), después del nacimiento de sus gemelos, se esforzó por estar con ellos todo el tiempo posible, dejándolos con la niñera solo de vez en cuando, "para que sintieran el amor de su madre". Más tarde, la pareja real llevó a los niños a una escuela de desarrollo, donde se comunican con otros niños, y los maestros los ayudan a descubrir sus talentos creativos e intelectuales.
Las familias de los monarcas pasan mucho tiempo juntos, lo que fortalece su amistad. Los niños leen, visitan exposiciones y teatros, toman lecciones de etiqueta, pero en casa pueden divertirse. Se les enseña a respetar el trabajo de los demás, por eso incluso en el palacio, ellos mismos juntan sus juguetes, hacen sus camas, ayudan a los adultos. Y la princesa sueca Estela, siguiendo la tradición, cada año ayuda a mamá y papá a preparar los bollos navideños.
Los niños mayores requieren atención especial. Cada uno de los 4 herederos del Rey de Bélgica en un momento fue a un colegio jesuita, a estudiar las ciencias en profundidad. Y las princesas de España, además de las tareas escolares, aprenden con una institutriz catalán, gallego, vasco, inglés y chino, Leonor y Sofía también toman clases de música, baile y lecciones de buenos modales.
En Noruega, los reyes siguen reglas estrictas desde una temprana edad. Por eso, a los 6 años de edad, la princesa Ingrid hizo su primer discurso público, y a la edad de 12 se le encomendó la apertura de los Juegos Olímpicos de la Juventud de Invierno de 2016.
7. Futuros herederos del trono en diferentes países
El derecho de herencia es un tema especial. Así, entre los gemelos principescos de Mónaco, el príncipe Jaime fue reconocido como el heredero, aunque la princesa Gabriella nació antes como resultado de una cesárea antes que él. En cambio, entre los herederos de Dinamarca es más justo, ocupan en la lista de los lugares el 4° y el 5° puesto. La posición del príncipe Vicente es anterior a la de su hermana, solo porque él nació 26 minutos antes.
En Japón, las niñas no pueden heredar el trono, así que entre los nietos del emperador Akihito, se convirtió en el heredero el nieto más joven, el príncipe Hisahito de 12 años. Y en España, aman a las princesas. La infanta española Leonor de Todos los Santos de Borbón y Ortiz comenzó a asistir al jardín de infantes de la guardia real española de muy pequeña. La princesa noruega Ingrid heredará el trono después de su padre y su abuelo, y la princesa de Bélgica, Isabel, duquesa de Brabante, no puede volar con su padre en el mismo avión, porque es la heredera directa del trono.
El príncipe de Jordania, Hashim bin Abdullah, no solo es el primer heredero, sino que también nació el mismo día que el rey padre, y todos los años apagan las velas de un solo pastel juntos. El príncipe George ocupa el tercer lugar en la lista de los herederos, y después de las enmiendas a la ley de sucesión en 2013, los niños ya no tienen ventajas sobre las niñas, por lo que ahora la princesa Charlotte está por delante de su hermano menor, el príncipe Louis, en la fila hacia el trono.
Por cierto, el bisnieto favorito de la reina británica hace poco mostró un gran interés por las fuerzas policiales. Hasta pidió un auto de policía como regalo de Navidad. Por supuesto, no hay necesidad de preocuparse de que, como la princesa Mako de Japón, que renunció a su título por amor, el príncipe George prefiera el trabajo de policía. Pero los guardias del orden ciertamente pueden contar con su apoyo en el futuro.
8. Deber real desde temprana edad
Los príncipes y las princesas participan activamente en los asuntos del país y del mundo desde una edad temprana. Aun si el futuro príncipe de Mónaco, Jaime, quería quedarse jugando en el arenero, tiene que acompañar a su madre a otro país. Y al príncipe Enrique, de 7 años, se le encomendó la apertura del pabellón danés en Río de Janeiro, junto con el Príncipe Heredero Federico. El príncipe de Marruecos, Moulay Hassan, ha asistido a las reuniones oficiales con su padre desde los 10 años, aunque siempre evita que los oficiales del padre intenten besarle la mano.
Y los niños George y Charlotte tuvieron suerte. Pudieron hacer frente a sus primeras dificultades durante sus visitas a Polonia, Alemania y Canadá gracias a sus padres jóvenes y democráticos.
Kate siempre tiene una palabra cálida cuando los niños tienen miedo a volar, y papá siempre que puede encuentra tiempo para el descanso familiar. Aparentemente, lograron encontrar el equilibrio perfecto entre el protocolo y una de las reglas más importantes de los monarcas: la familia primero.
¿Qué detalles de la vida de los pequeños príncipes y princesas te sorprendieron más?