8 Vestidos legendarios de Marilyn Monroe que tienen mucho que contarnos
Marilyn Monroe no solo era el ideal de belleza, sino también un reconocido icono de la moda. Los vestidos que llevaba la estrella, confeccionados por los mejores diseñadores de Hollywood, siguen marcando tendencias hoy en día e inspiran a las mujeres a experimentar con la moda. Detrás de cada uno de estos atuendos hay una historia extraordinaria, y algunos incluso esconden grandes secretos.
En Genial.guru hemos descubierto algunos datos interesantes sobre la creación y el destino de los vestidos más bonitos de la famosa actriz. Y al final del artículo, te contaremos a qué truco recurrió Marilyn para poder ponerse el legendario vestido semitransparente con el que cantó la canción “Happy Birthday”.
La comezón del séptimo año, 1955
- Incluso las personas que no han visto la película La comezón del séptimo año, habrán oído hablar de su famosa escena. Al principio, el episodio se filmó directamente en el metro, haciendo 14 tomas. Aunque el rodaje tuvo lugar muy tarde por la noche, había muchos transeúntes observando el proceso. Así que la mejor toma quedó arruinada por el ruido de la multitud, y la versión final tuvo que filmarse en el estudio.
- Entre la gente que observaba el rodaje, había un jugador de béisbol, Joe DiMaggio, que era el esposo de la actriz. Se rumorea que lo que vio no le gustó nada y, más tarde, la pareja se divorció por culpa del fatídico vestido. Para no enojar aún más a su esposo, Monroe se puso dos conjuntos de ropa interior a la vez.
- Lo curioso es que el diseñador de vestuario William Travilla que confeccionó el famoso atuendo blanco, nunca dio mucho valor a su creación, lo llamaba “un vestido tonto”. Tras su muerte, el boceto del mismo se vendió por 50 000 USD y, en 2011, el propio vestido fue comprado por 5,52 millones de dólares estadounidenses. En su momento, esta fue la cantidad más alta pagada por un traje de cine.
Una Eva y dos Adanes, 1959
- A pesar de que Monroe estaba embarazada durante el rodaje de Una Eva y dos Adanes, salió en pantalla con algunos atuendos bastante reveladores. Por cierto, el vestuario elaborado por el diseñador Orry-Kelly era tan atrevido para la época que la película incluso sufrió restricciones en algunas regiones. Pero eso no impidió que el artista Orry-Kelly ganara un Óscar por su trabajo.
- La primera de sus creaciones fue un ajustado vestido de fiesta hecho de seda de color nude. Y si no fuera por las lentejuelas, el traje difícilmente habría pasado el estricto código de producción de Hollywood. Un modesto corte midi contrarrestaba una profunda abertura en la espalda y un atrevido bordado en forma de corazón. Según el colega de Monroe, Tony Curtis, el diseñador de vestuario, Orry-Kelly, consiguió el efecto de una segunda piel terminando de coser la prenda directamente sobre el cuerpo de la actriz.
- La otra creación de Orry-Kelly fue un vestido negro traslúcido decorado con lentejuelas y flecos de pedrería. Además, llevaba un bra incorporado que daba la impresión de que la actriz iba sin ropa interior. Según la leyenda, el atuendo era tan ajustado que Monroe solo podía moverse con la ayuda del equipo de rodaje.
The Prince and The Showgirl, 1957
- El vestuario de la película The Prince and The Showgirl, incluido el ajustado vestido de cuentas de marfil, fue confeccionado por la diseñadora británica Beatrice Dawson. El trabajo en este proyecto resultó ser un verdadero reto para ella, ya que el peso de Monroe fluctuaba constantemente durante la filmación, por lo que Beatrice no tuvo más remedio que hacer varios vestidos idénticos en diferentes tallas.
- Además, Monroe solía manchar sus atuendos con comida, por lo que hacía falta reemplazarlos con bastante frecuencia. Por ello, Beatrice optó por rediseñar el vestido de manera que, en caso de necesidad, fuera fácil cambiar solamente la capa superior.
Something’s Got to Give, 1962
- Elaborado por el aclamado diseñador de vestuario de Hollywood Jean Louis Berthault, el vestido floral de crepé de seda destacó por haber sido diseñado para la última película de Marilyn, titulada simbólicamente Something’s Got to Give (del inglés “Algo tiene que ceder”). La película nunca se estrenó: primero la actriz fue despedida, luego, cuando el estudio la volvió a contratar, el mundo se quedó atónito ante la noticia de su repentino fallecimiento. El material filmado se incluyó en un documental sobre la actriz, mientras que el vestido “maldito” fue vendido en una subasta por 358 000 USD.
Los caballeros las prefieren rubias, 1953
- El vestido naranja de cuentas se convirtió en una de las principales decoraciones de la película Los caballeros las prefieren rubias. El atuendo, de apariencia lacónica, tenía un diseño inusual: el cierre de cremallera estaba ubicado por delante, así que, para que la falda mantuviera su forma, le cosieron varillas a los lados.
- El tono ardiente del vestido produjo el efecto de una bomba explosiva. A Marilyn le gustó tanto que le pidió al diseñador y a su amigo cercano William Travilla que le hiciera otra copia para uso personal, pero en color rosa salmón. Al final, el vestido original fue a parar en otro proyecto: tres años después, la cantante de jazz Abbey Lincoln lo lució en el musical The Girl Can’t Help It.
- Para la escena de la actuación conjunta de Jane Russell y Marilyn Monroe en la misma película, Billy (como llamaban cariñosamente al artista William Travilla sus amigos y colegas) diseñó vestidos rojos bordados con lentejuelas con una gran abertura en la cadera y un escote profundo.
- Si uno se fija bien, puede ver que hay un forro de color carne en el escote. El diseñador recurrió a este truco para que las actrices se sintieran seguras durante el rodaje. Los numerosos elementos decorativos estaban cosidos a los atuendos, para que las actrices pudieran moverse libremente durante el baile.
- El vestido dorado plisado también se diseñó especialmente para el rodaje de Los caballeros las prefieren rubias. Su prototipo fue otra creación del diseñador, en la que la actriz Ginger Rogers apareció en la película Dream Boat un año antes. Marilyn vio el conjunto en la oficina y quiso uno para ella. El maestro no pudo negárselo a su musa.
- El vestido, que no se había completado para el momento de la filmación y se cosió directamente sobre el cuerpo de Monroe, se confeccionó de una sola pieza de tela. El corpiño tenía un marco en forma de V que sostenía el escote y las copas que actuaban como un bra. Pero el vestido resultó ser tan atrevido que las escenas con él fueron cortadas. Quedó un pequeño fragmento de unos segundos de duración, donde se ve por la espalda.
- Este atuendo, al igual que muchas de las otras creaciones de William, le encantó a Monroe, por lo que la actriz estaba decidida a usarlo en los premios Photoplay de 1953. Pero Travilla estaba en contra: el diseñador creía que la tela fina, casi transparente, aunque se veía lujosa en pantalla, no era en absoluto adecuada para la vida. Sin embargo, la celebridad no cambió de opinión y causó un gran revuelo con su provocativo look. Incluso la colega de Marilyn, Joan Crawford, comentó que el vestido era demasiado vulgar.
Bono: el famoso vestido chispeante
El vestido semitransparente de color carne que Marilyn Monroe se puso para interpretar la canción “Happy Birthday” es considerado la prenda de vestir más famosa de la historia del siglo XX. Su autor es el famoso Jean Louis. Monroe le pidió que creara un vestido único y deslumbrante que pasaría a la historia. Es innegable que el artista cumplió con la tarea a la perfección.
Cuando el atuendo estuvo listo, la actriz decidió no llevar nada debajo para que el vestido le quedara perfecto. Al mismo tiempo, engañó a los organizadores del evento, asegurando que se pondría un modesto vestido de cuello alto. Sin embargo, cuando subió al escenario y se quitó el abrigo blanco de piel, dejó a todos los invitados boquiabiertos.
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