9 Cosas comunes que pueden costarles la salud e incluso la vida a tus mascotas

Animales
hace 4 años

Cada dueño de un gato o de un perro tiene su propia actitud hacia la mascota: algunos estudian toda la literatura relevante disponible, mientras que otros encuentran al milagro con cola por accidente y simplemente no tienen tiempo para prepararse. De una forma u otra, algunas cosas son ignoradas incluso por los propietarios ideales, y este conocimiento puede algún día salvar la salud de tu mascota.

Genial.guru no sabe qué tan familiarizado estás con los peligros cotidianos que acechan a los gatos y a los perros, pero entendemos que podrías haber pasado algo por alto sin querer.

1. Ambientador

Los ambientadores pueden interferir con la función tiroidea de tu mascota. Si el animal repentinamente comienza a perder peso, a comer en exceso y, en general, a comportarse de manera inapropiada, esto puede ser una consecuencia de la exposición prolongada al ambientador.

El hecho es que estos dispositivos a menudo contienen retardantes de llama, sustancias que evitan incendios. Son ellos quienes actúan sobre la glándula tiroides, obligándola a producir más y más hormonas.

Finalmente, un animal que vive en un departamento donde se usan regularmente ambientadores puede desarrollar hipertiroidismo, una disfunción de la glándula tiroides.

2. Pompas de jabón

A muchos perros y gatos les encanta perseguir y atrapar burbujas de jabón, por lo que es importante usar burbujas especiales para los animales. Estas no contienen sustancias tóxicas y no pueden causar vómitos ni diarrea.

Permitir que el animal atrape pompas de jabón regulares puede provocar una intoxicación alimentaria. Además, el jabón o cualquier otra sustancia presente en el líquido pueden dañar los ojos de tu mascota.

3. Plantas

Quizás no exista un gato que no haya intentado comerse un par de plantas de su dueño. A algunas personas estas travesuras les parecen tiernas, mientras que otras colocan las plantas de interior en lugares inaccesibles para los animales. Lo bien que hacen.

Hay muchas plantas venenosas en nuestros departamentos. Puede no ser peligroso para una persona, pero un gatito que haya comido una o dos hojas puede quedar gravemente envenenado, o incluso peor. En particular, la alocasia, el aloe, el helecho plumoso, la azalea, la begonia, el coleus, el Cunas de Moisés y muchas otras plantas muy comunes se consideran venenosas para los gatos.

Pero estas son algunas de las que sí se pueden dar como ofrenda a nuestras pequeñas bestias con cola: bambú, gloxinia, zinnia y violetas.

Sin embargo, a veces la mascota ni siquiera necesita morder o lamer la flor; es suficiente con estar cerca de ella por un tiempo. En particular, esto puede suceder con los lirios y la convallaria.

Una historia desagradable le sucedió a la dueña de un gato: “El gato jugaba con unos lirios en el trabajo. No los comía, los golpeaba con la pata. Al principio nos reíamos, pero luego una voz interior me dijo que algo andaba mal”. La mujer tenía toda la razón: incluso una pequeña cantidad de polen de lirio puede envenenar al animal.

Este gato en particular, afortunadamente, quedó fuera de peligro. La dueña acudió a una clínica veterinaria a tiempo, y los médicos le brindaron asistencia rápidamente.

4. Aguacate

La cáscara, las hojas y el hueso de esta fruta contienen persina, una sustancia tóxica. Es importante entender que este veneno también está presente en la pulpa, solo que en cantidades muy pequeñas. Para los animales, la persina es extremadamente peligrosa: en el mejor de los casos, la mascota saldrá con una ligera indigestión. Y esto no solo es válido para las mascotas de cuatro patas.

A veces, los dueños de aves dejan que ellas roan un hueso de aguacate. Tales experimentos a menudo terminan con la muerte de las aves.

Por supuesto, esto no significa en absoluto que un pedazo de esta fruta ingerido accidentalmente pueda dañar al animal. Sin embargo, no hay que tentar al destino.

5. Champú

El problema del lavado es de vital importancia para los propietarios de animales sin pelo, y muchas personas compran champús para bebés para sus mascotas o las lavan con los suyos. Los humanos y los animales tienen diferentes equilibrios de pH en la piel, por lo que el champú humano afectará la piel del gato o del perro de una manera no aconsejable.

Con el uso regular, se cambiará el equilibrio de la piel de la mascota; como resultado, la capa protectora superior se destruirá y el animal será vulnerable a distintos parásitos. También pueden aparecer picazón y descamación. Por lo tanto, los veterinarios recomiendan usar solo champús especiales diseñados para gatos y perros, que tienen en cuenta todas sus características.

6. Masa con levadura

Muchas mascotas golosas no se negarían a probar un regalo así. A primera vista, la masa es bastante inofensiva, pero en realidad está lejos de ser el caso.

Una vez en el estómago de un perro o un gato, comenzará a hincharse, llenando todo el espacio libre. El animal puede terminar con vómitos e hinchazón, y en casos severos, es posible hasta la muerte.

7. Medicamentos que contienen permetrina

Muchos insecticidas (pipetas, collares antipulgas, etc.) contienen permetrina, un químico utilizado para matar parásitos. Es extremadamente tóxico para los gatos, ya que se excreta muy lentamente de su organismo. También es peligroso para los perros, pero no en la misma medida.

En ningún caso debe usarse un insecticida destinado para perros (incluso para razas pequeñas) para tratar a un gato, ya que, en general, allí la permetrina está contenida en dosis fatales para un gato.

Si el animal lame un producto que contiene permetrina, comenzará a salivar profusamente. A veces, ocurren espasmos musculares. En algunos casos, el acercamiento del gato a esta sustancia tiene un resultado fatal.

Al comprar un remedio contra los parásitos, presta atención a la composición. Es mejor evitar los productos que contienen permetrina.

8. Atún

Contrariamente a la creencia popular, el atún está lejos de ser el mejor alimento para un gato. Puedes darle otros pescados como premio, eso es inofensivo. Pero no se recomienda incluir atún en la dieta habitual del animal, ya que contiene mercurio. Por supuesto que la dosis es muy pequeña, pero con el consumo constante de este pescado, la sustancia “migrará” al cuerpo de tu mascota y se acumulará.

Además, el atún tiene muy poca vitamina E, que es vital para los pequeños con cola. La falta de esta sustancia puede provocar pansteatitis o enfermedad de la grasa amarilla (inflamación del tejido adiposo).

9. Inodoro

Muchos dueños de gatos y perros cuentan, riendo, a todo el mundo lo graciosas que se ven sus mascotas al beber agua del inodoro. Este hábito puede costarles su salud y más.

Está claro que nadie permitirá que un animal beba del inodoro que acaba de limpiarse con un limpiador especial. El problema es que nunca hay agua limpia en el inodoro. De una forma u otra, las bacterias se acumulan en él, y cuando ingresan al cuerpo del animal pueden causar diferentes reacciones: desde simples vómitos hasta intoxicaciones.

Los peligros no se limitan a la intoxicación alimentaria. El animal puede resbalar y caer de cabeza al agua. En una combinación desfavorable de circunstancias, un gato o un perro no podrán salir sin ayuda.

A pesar del hecho de que los riesgos en muchos casos son mínimos, es mejor exagerar que confiar en la suerte. ¿Y tú de qué proteges a tus mascotas?

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