Es imposible probarte mucho tiempo los zapatos para saber si son cómodos cuando llevas tiempo con ellos
9 Errores que todos cometemos al menos una vez en una zapatería y luego sufrimos por ello
En el siglo XIV, el tamaño del zapato se determinaba utilizando un grano de cebada: 3 piezas correspondían a una pulgada. Hoy en día, conocer tu talla es mucho más fácil, pero encontrar el par adecuado, con el que puedas ir de fiesta y usarlo en el día a día, sigue sin ser sencillo. Hay muchos matices en este difícil negocio que no solemos tener en cuenta en absoluto.
Genial.guru preparó una lista de errores comunes a la hora de elegir zapatos, además de ofrecerte formas sencillas de evitarlos.
1. No nos fijamos en la colocación del tacón
El tacón no es solo estético: también está destinado a proporcionar apoyo al pie. Este es el lugar donde pisamos desde el talón hasta la punta, lo que significa que necesita el mayor sostén. Por lo tanto, debe colocarse estrictamente bajo el talón. Si se pone más cerca del centro del pie, la carga no se distribuirá correctamente y te cansarás más rápido. Es especialmente importante tener esto en cuenta a la hora de elegir tacones de aguja, ya que un tacón ancho es estable por sí solo.
2. Elegimos zapatos de tacón alto con punta puntiaguda
Tanto un tacón excesivamente alto como una punta muy puntiaguda pueden dañar nuestros pies. Imagínate qué combinación obtendrás si eliges unos stilettos de tacón alto: la presión sobre los dedos del pie será mortal. Por lo tanto, es mejor dar preferencia a una de las cosas, no a las dos. Por ejemplo, si eliges un tacón alto, busca una punta más ancha.
¿Te gustan los zapatos de punta? Escógelos de forma que no queden demasiado apretados (la zona de los dedos debe tener espacio suficiente para ellos), o usa ese calzado solo en una ocasión especial y durante poco tiempo.
3. No tenemos en cuenta la ocasión para la que elegimos los zapatos
Puede parecer extraño, pero no todas las zapatillas son adecuadas para las actividades deportivas. Además, los diferentes tipos de entrenamiento requieren un calzado específico. Por ejemplo, los jugadores de baloncesto prefieren los de caña alta, mientras que los corredores necesitan una mayor amortiguación y apoyo para el arco del pie. Los zapatos cómodos para caminar no son adecuados para jugar en el patio: debido a sus suelas planas, no sostienen el pie, lo que es crucial para correr y saltar.
Si practicas deportes con zapatos para caminar, estos se deteriorarán rápidamente. Sin embargo, las zapatillas deportivas y los tenis de suela plana son adecuados para algunos deportes: ambos calzados pueden ser utilizados por los levantadores de pesas durante el entrenamiento. Las suelas planas proporcionan un mejor agarre al hacer sentadillas y levantar pesas.
4. Solo nos fijamos en la talla
El tamaño es, sin duda, uno de los factores más importantes a la hora de elegir el calzado adecuado. Pero no te apresures a pasar por la caja si te queda bien. Fíjate en todas las partes del zapato o de la bota: ¿las hebillas son iguales? ¿Los cordones son lo suficientemente fuertes? ¿Los adornos están bien cosidos? Comprueba el funcionamiento de la cremallera. Por ejemplo, si eliges unas sandalias, verifica si se caen al caminar, si se adaptan de forma cómoda y si las correas son lo suficientemente ajustables.
5. Nos probamos los zapatos sobre una alfombra
En muchas zapaterías se coloca una alfombra junto al espejo. A menudo nos probamos los zapatos sobre esa bonita y suave superficie. Pero hacerlo es un verdadero error. La alfombra da la impresión de que la suela del calzado es blanda o que hay un acolchado extra, y puede no ser así. Para comprobar la comodidad y el grosor de la suela, sal de la alfombra y camina por el piso; así sabrás exactamente si los zapatos son cómodos o no tanto.
6. No usamos los zapatos el tiempo suficiente cuando los probamos
Evidentemente, unos pocos pasos no son suficientes para comprobar la comodidad del zapato. No te permitirán saber cómo se sentirá cuando realmente lo uses. Así, es más probable que te canses demasiado rápido con tu nuevo calzado o que elijas uno malo. Se recomienda probar cada par durante unos 15 minutos, pero no todo el mundo está preparado para tal hazaña. Intenta caminar por la tienda un poco más de lo que estás acostumbrado.
7. Compramos zapatos demasiado abiertos
No se trata en absoluto de costumbres puritanas. La parte superior de algunas sandalias está formada solo por unas cuantas tiras. La pequeña cantidad de material no puede mantener el pie tan firmemente en el zapato. Por ello, el calzado pierde estabilidad. Esto puede llevar a que tus pies se cansen más rápido con un uso prolongado.
8. No tenemos en cuenta la forma de nuestro pie
No todos conocen la forma de sus pies y, desde luego, pocos tienen en cuenta este factor a la hora de elegir un estilo de calzado. Por otra parte, las características anatómicas pueden afectar a la comodidad de uso de un par. Así, el criterio principal es la longitud de los dedos, y de acuerdo con ella, hay tres tipos de pies. El “egipcio” tiene el dedo gordo bien largo, y la longitud del resto de los dedos disminuye en orden descendente. Con un pie de este tipo se puede llevar un calzado en punta o redondo, pero es mejor evitar el que es demasiado estrecho o puntiagudo para no provocar la deformación de los dedos.
El pie “romano” tiene los dedos primero, segundo y tercero de igual longitud. Los propietarios de un pie así se sentirán cómodos con zapatos de punta redonda o cuadrada. El pie “griego” se distingue porque el dedo más largo es el segundo. Los zapatos en punta serán perfectos para ese tipo, ya que, con ese diseño, habrá espacio suficiente para todos los dedos.
9. Nos probamos los zapatos con los calcetines inadecuados
Para evitar la incomodidad al usar los zapatos, debes probártelos con los calcetines o medias con los que piensas usarlos. Por ejemplo, si eliges unas botas de invierno, probártelas con unas medias finas de nailon no tiene sentido. En la temporada fría, con ese tipo de calzado es probable que uses calcetines abrigados; por ende, necesitas llevarlos contigo cuando vayas a la tienda. De este modo, podrás encontrar zapatos que no te aprieten los pies.
¿En qué te fijas primero a la hora de elegir zapatos?
Comentarios
Yo a veces me preocupe más por la estética que la comodidad