24 Pruebas de que mamá y papá se graduaron de escuelas de crianza muy diferentes

Durante siglos, las novias se han decantado por vestidos con faldas lo más abullonadas posible, pero hoy en día este tipo de atuendos quedaron obsoletos. La princesa británica Eugenie lució un vestido abullonado similar en su boda de 2018. En aquel momento, se consideró que el atuendo estaba en la cima de la moda, sin embargo, esta nunca se queda quieta y hoy dicta reglas diferentes.
Lo que está entrando en escena es todo lo contrario a los vestidos con faldas abullonadas: atuendos con siluetas ajustadas y accesorios atrevidos. Así, las tendencias en 2023 pueden considerarse los estilos “sirena” y “silueta entallada”.
En 2023, la experimentación con el color también es bienvenida. Por ejemplo, los vestidos blancos poco a poco están dando paso a atuendos con sutiles toques de color. Los expertos creen que la diversidad cromática ayudará a las novias no solo a destacar su individualidad, sino también a encontrar el tono que más armonice con su aspecto.
Los vestidos con muchos detalles extravagantes llaman la atención, pero pierden en elegancia frente a los modelos más actuales con una cantidad moderada de adornos. Para que un atuendo de novia se vea más minimalista, hay que evitar sobrecargarlo con bordados, pedrería y abalorios al mismo tiempo. Otra cosa son los pequeños detalles.
Las inserciones translúcidas, que están diseñadas para “mostrar” a la novia sin revelar su desnudez, a menudo hacen mal su función. Con mucha frecuencia, las inserciones translúcidas simplemente no coinciden con el tono de piel de las mujeres y, por lo tanto, tienen un aspecto barato y poco natural. Un sustituto perfecto para las novias que buscan un vestido ligeramente más revelador puede ser un atuendo con la espalda o los hombros al descubierto.
Los atuendos de boda compuestos por piezas separadas también están pasando de moda, dando paso a vestidos mini y midi más cortos. En 2023, se esperan variaciones con dobladillos elevados, bajos asimétricos y largos hasta el tobillo.
Los vestidos con corsé estuvieron de moda hace un par de años, pero hoy en día los atuendos al estilo de Bridgerton están dando paso a una alternativa más fresca: los vestidos de silueta A que realzan la cintura y no distorsionan las proporciones. Estos trajes están disponibles con o sin mangas largas, lo que facilita mucho la elección de un vestido para el invierno o la primavera.
La abundancia de encaje en un vestido ya no está de moda en 2023. Se pueden sustituir por inserciones sencillas. Una opción ideal son detalles de tela transparente y translúcida con un toque de bordado u otras decoraciones.
Las inserciones de encaje guipur también llaman la atención de los demás, pues ya son un acento por sí mismas. En 2023, su idoneidad en un vestido depende de la calidad del material con el que estén confeccionadas.
Un tejido económico puede “envejecer” el conjunto. Para evitarlo, hay que comprobar que el material no ceda: un tejido de guipur de buena calidad no debe hacerlo.
Al ver los vestidos de mangas ceñidas a muchos nos entran ganas de gritar: “Hola, moda de 2011”. Kate Middleton, por supuesto, se veía estupenda con un atuendo de ese tipo, pero, a lo largo de más de una década, la moda ha cambiado bastante.
Hoy en día, esos vestidos pueden sustituirse por otros con mangas más voluminosas u hombros descubiertos.
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