Bárbara de Regil, de una chica rebelde a una mujer que no sabe lo que es rendirse
Tener un hijo no solo trae alegría, sino también muchas responsabilidades. Y en el caso de Bárbara de Regil, quien se convirtió en madre cuando era muy joven, esto la hizo pasar por una serie de dificultades que tuvo que superar para poder cumplir sus sueños. Pero ese largo camino a la fama la hizo conocer al compañero de su vida, quien resultó ser no solo un buen esposo, sino también un padre maravilloso y atento con su hija. Aquí podrás leer cómo surgieron las cosas.
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La llegada de Mar contribuyó a su lucha por salir adelante
Bárbara de Regil es una actriz mexicana conocida por sus apariciones en series y telenovelas como Rosario Tijeras. Sin embargo, su vida no ha sido fácil. Quedó embarazada a los 15 años, y tuvo que criar a su hija sola, dado que su novio se alejó de ella apenas tuvo a su bebé, a quien bautizó como Mar de Regil.
“Fue como un balde de agua para mí”, recordó la actriz en una entrevista. “Mi mamá me apoyaba, pero no podía salir de fiestas. Mis amigas estaban saliendo en antros y yo estaba con las bolsas en mis pechos por amamantar al bebé. Sí, tengo estrías en la panza y busto, en su momento tuve problemas de inseguridad”.
Además de los cambios físicos, también tuvo que lidiar con problemas familiares. Uno de ellos fue que su padre se negó a darle apoyo económico, por lo que Bárbara tuvo que trabajar de mesera en un restaurante por un tiempo. Tanto su mamá como su abuela la ayudaron con la crianza de la bebé, además de que su madre la instruyó en el tema de la alimentación para que tanto hija como nieta tuviesen una vida saludable.
Pero a pesar de los problemas, la actriz considera que su hija la salvó y la hizo ser mejor persona. “Yo era una niña rebelde”, dijo en su momento. “Y el bebé fue así como que me detuvo el rollo. También empecé a ver que era demasiado tóxica, es decir, contestaba supermal a las personas. De por sí no tengo paciencia, pero en esa época era más complicado”.
Con una niña en brazos y un futuro incierto, Bárbara no se rindió y siguió con sus estudios. Comenzó con la fotografía, pero era bastante costoso conseguir los accesorios de la cámara, por lo que tuvo que desistir. Entonces, decidió estudiar chino mandarín para dedicarse a la traducción, lo cual también abandonó. Poco después, tras una reunión con su abuela, decidió probar con la actuación.
“Ella veía muchas novelas”, recordó la actriz. “Me puso a ver un show y me senté en el piso y lloraba. Luego, del llanto pasaba a la risa, y de la risa a la seriedad. Entonces, ella me dijo que tenía que ser actriz, porque soy muy expresiva”.
Con ese incentivo, se presentó a un casting en TV Azteca y obtuvo un papel importante para la telenovela Bajo el alma, el cual aceptó, a pesar de los nervios que sentía por tener que aprenderse todo un guion: “Yo quiero crecer, quiero luchar, quiero trabajar, quiero ser alguien y no decir que no por miedo”, manifestó en una entrevista.
A Bárbara le presentaron a Fernando Schoenwald, de quien se enamoró al instante
Tras participar en series, novelas y películas, la actriz logró posicionarse en el sector y ser reconocida por su talento actoral. Y fue durante ese período cuando conoció a quien se convertiría en su esposo, Fernando Schoenwald, gracias a su primo, Marco Antonio Regil, quien es conductor de televisión.
Todo sucedió muy rápido, porque, apenas lo vio, sintió que su corazón se aceleraba. “Yo sentí que en mi vida jamás había visto a un hombre”, dijo Bárbara. “Fue como si me metiera en una bolsa caliente, o sea, sentí una sensación en el cuerpo al ver a una persona que te gusta”.
Fernando no se encuentra dentro de la industria, ya que se dedica al sector inmobiliario, pero conoció a Bárbara por Marco Antonio, a quien considera su Cupido. Ambos iniciaron una amistad, pero tras finalizar la primera temporada de Rosario Tijeras, Fernando y Bárbara comenzaron a ser novios.
Ambos se casaron por civil en la Ciudad de México, y Schoenwald siempre recuerda ese momento en Instagram. En un post, él escribió lo siguiente: “Gracias por ser mi compañera, mi cómplice y principalmente mi amiga, y escuchar mis historias varias veces y hacer cara de sorpresa”.
Pero eso no es todo, ya que, luego de la boda civil, Bárbara de Regil quiso volver a contraer nupcias con su esposo por la iglesia y, en un evento, fue ella quien se hincó para pedirle matrimonio. En su cuenta de Instagram, la actriz publicó la filmación del momento con un escrito: “Les tenemos una sorpresa, yo y el hombre de mi vida”.
Fernando Schoenwald no solo es un buen esposo, sino también un excelente padre
Fernando ha escrito en su cuenta de Instagram: “Elijo estar a tu lado el resto de mi vida y seguir aprendiendo a cada instante a crear nuestra felicidad”. También se siente dichoso de compartir ese amor con Mar de Regil, a quien considera su hija: “Ser tu papá es mi mayor bendición”.
Tras muchos altibajos a lo largo de su vida y el golpe que significó ser madre soltera y joven, Bárbara de Regil ahora es feliz con su esposo, quien, además, asumió el rol de padre para cuidar de su hija. Por eso, la actriz les recuerda a otras mujeres que siempre se amen a sí mismas: “Quiero que estén bien, que se cuiden, que disfruten la vida y coman sano, que amen su cuerpo como es”.