La historia de una mujer que consiguió que sus astutos parientes dejaran de tratar su casa como un hotel gratuito

Claro que las tradiciones familiares son muy importantes. Incluso las disfrutamos muchísimo y en general hacemos todo lo que está a nuestro alcance para sostenerlas e inculcárselas a nuestros hijos. Sin embargo, hay situaciones que pueden ponerlas en un segundo plano y hacer que su importancia de un minuto al otro se relativice. La salud de un hijo sin dudas es una de ellas. Aquí te contamos una historia en la que su protagonista ha quedado atrapada en una encrucijada, por otra parte, muy común: la tensión que suele darse entre seguir el mandato de nuestra familia de origen y la que hemos decidido formar.
Durante años, he sido yo quien ha organizado la cena de Acción de Gracias. En realidad, me encanta cocinar y reunir a todos. Pero este año, mi hijo menor tiene una enfermedad que debilita su sistema inmunológico, por lo que los médicos nos aconsejaron que tuviéramos mucho cuidado con el contacto con cualquier persona que presentara síntomas de resfriado o gripe.
Entonces, hice una simple petición en nuestro chat familiar: "Si alguien se siente enfermo o tiene síntomas de resfriado, por favor, evite la cena este año". No pensé que fuera una gran petición, solo una pequeña precaución para la salud de mi hijo. Pero cuando lo mencioné, algunos miembros de la familia se molestaron. Dijeron que no podían faltar al Día de Acción de Gracias simplemente por un "pequeño resfriado" y que yo estaba exagerando. Algunos incluso bromearon diciendo que si alguien estornudaba, yo lo echaría de la casa.
Intenté explicarles, pero nadie parecía tomarme en serio. Después de muchas idas y venidas, decidí cancelar la cena de Acción de Gracias en mi casa y les dije que podían reunirse en otro lugar si querían.
Hoy, varios miembros de mi familia están enojados y dicen que fui demasiado lejos y que arruiné el Día de Acción de Gracias con una “regla absurda”. Otros piensan que estoy castigando a todos solo porque no siguieron mis “demandas”. Honestamente, solo estaba tratando de proteger a mi hijo, pero ahora me siento culpable.
¿Es una tontería cancelar la cena en lugar de arriesgarse a que alguien se enferme?
Esta historia atrajo a muchos usuarios de Reddit, que no dudaron en dar su opinión. Evidentemente, es un tema que genera mucho debate y han sido varios quienes se han sentido identificados por estar de uno o del otro lado de la discusión. La pregunta es: ¿Qué hacemos cuando los niños están resfriados o cuando nos sentimos algo agripados? ¿Tomamos algún antigripal y seguimos nuestra vida con normalidad o nos quedamos en casa? Al parecer, la respuesta no es tan simple e involucra cuestiones que se relacionan ni más ni menos que con el modo en que funciona nuestra sociedad.