10 Señales que podrían indicarte que tu gato es alérgico a ti
En el mundo de los gatos todavía hay sorpresas. Un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Washington realizó algunas pruebas para examinar a ciertos gatos domésticos que presentaban síntomas atípicos. Los resultados fueron tan inesperados como curiosos: los gatos también presentan alergias. Estas pueden aparecer debido a factores externos, como el polen, la caspa de otros animales, el polvo o a la presencia humana.
En Genial.guru estamos convencidos que no hay mejor relación con las mascotas que la que se da en armonía plena, y esto es en una convivencia amable, respetuosa y amorosa.
Escurrimiento nasal
Usualmente, la nariz del gato está húmeda y fría, pero ¿has notado que tiene un escurrimiento particular? Si es así, es posible que exista una anomalía que debe atenderse. La nariz también puede resecarse si el escurrimiento es excesivo, igual que la de cualquier persona cuando ha pasado por un resfrío.
Estornudos imparables
Los gatos también pueden tener estornudos constantes cuando se encuentran cerca de la fuente alérgica. Pueden rascarse la nariz con la patita, hacer gestos, tallar la nariz en las superficies de manera repetitiva. Solo un profesional puede diagnosticar que efectivamente se trate de una alergia y no de una rinotraqueitis viral felina.
Ojos irritados
Sin duda, el gato es uno de los animales más admirados por la belleza de sus ojos, por lo que es de especial atención reconocer cuando estos se encuentran rojos, hinchados o irritados. Quizá descubras que tu gato se rasca con la patita con mayor frecuencia, puede entrecerrar los ojos y maullar con un quejido; también puede presentar dificultad para enfocar o mantener la mirada en un objeto. Algunos de estos síntomas coinciden con el calcivirus felino.
Tos recurrente
Los gatos tosen de una forma muy particular y algunas veces hasta desapercibida; sin embargo, es posible que el gato alérgico tosa de manera continua y recurrente cuando se encuentra cerca de la presencia humana. La tos felina puede sonar seca o ronca, por lo que es señal de que la garganta está irritada.
Lengua con aspecto pálido
En su estado natural, la lengua de gato es raposa debido a sus espículas linguales, sin embargo, debes poner mucha atención si el gato saca la lengua con énfasis, como si se encontrara agitado sin haber hecho ejercicio. Este puede ser un síntoma de resequedad, pues al tener la nariz tapada le cuesta más trabajo respirar correctamente. También es importante descartar un cuadro de asma felina.
Erupciones o manchas inusuales en la piel
Si la pancita rosada y esponjosa de tu gato presenta algún tipo de sarpullido, es posible que se esté siendo afectado por alguna alergia. Algunas veces pueden ser provocadas por la picadura de una pulga.
Picazón
La picazón en el cuerpo es señal infalible de que algo está irritando el pelaje del gato. Si no hay ningún factor externo, como pulgas o garrapatas, entonces es posible que se trate de un cuadro de alergia. Por lo general, el gato intentará rascarse como sea, con cualquier cosa, en cualquier momento.
Pérdida de pelo
Como consecuencia de la picazón y del rascado, es posible que el gato comience a perder mucho pelo. Seguramente encontrarás mechones abundantes, mucho más espesos de lo normal, en todas partes. Ten cuidado de que tu gato no trague mucho más pelo, pues eso podría provocarle una obstrucción intestinal.
Heces irregulares
Si en la caja de arena hay presencia de heces desiguales, blandas y más fétidas de lo normal, probablemente es hora de llevar al gato al veterinario. Algunas veces las alergias no solo son de orden respiratorio, también el felino puede ser alérgico a algún alimento o sustancia que esté en contacto con lo que consume, es decir puede padecer un trastorno gastrointestinal.
Desánimo o fatiga
El estado natural del gato es la de ser un animal reservado, cauteloso, astuto y muy independiente, pero cuando el gato se ve afectado por alguna alergia, todo su sistema inmunológico se viene abajo, por lo que tiene repercusiones físicas y mentales. Quizá puede encontrarse desanimado o falto de motivación; es posible que no le interesen sus juguetes, ni treparse a todos lados, o rascar un poco. Un gato triste es señal de que algo no anda bien.
Si has detectado alguna de estas señales en tu gato, conserva la calma. Los expertos dicen que es posible revertir los síntomas de una alergia con la medicación adecuada. Sin embargo, esta solo puede ser recetada por un experto. Si tu gato presenta alguna alergia a otra mascota o a ti, no quiere decir que no puedan vivir juntos, sino que solo necesitarán llevar un tratamiento para que sus alergias se mantengan controladas.
¿Tu gato te ha dado alguna de estas señales? ¿Conoces algún otro síntoma? ¡Cuéntanos tu experiencia en los comentarios!