Científicos contaron en qué son diferentes las personas suertudas de todas las demás
Muchas personas suelen explicar sus fracasos crónicos con la simple falta de suerte. En la otra vereda están los afortunados que no son mejores que otros, pero parece que la suerte los adora. Sin embargo, los científicos no están de acuerdo con que la fortuna sea ciega y afirman que la suerte depende en muchos aspectos de la persona en sí.
Genial.guru recopiló algunas pruebas irrefutables de que es totalmente posible atraer la suerte.
Después de varios experimentos, los investigadores determinaron en qué es diferente la gente afortunada de todos los demás. Las personas suertudas:
1. Saben notar las oportunidades casuales
El ex mago y ahora profesor de psicología de la Universidad de Hertfodshire Richard Wiseman juntó 400 personas que se consideraban muy afortunadas o muy desafortunadas y realizó un estudio que duró diez años. Los resultados de esta investigación fueron explicados en su libro "El factor de la suerte" (The Luck Factor). Wiseman afirma que los "afortunados" y "desafortunados" crónicos no existen, solo que algunas personas saben notar mejor que otras las oportunidades y aprovecharlas.
El profesor llevó a cabo un experimento: les pidió a los participantes de la investigación contar fotos en un periódico. Aquellos que se consideraban desafortunados gastaron 2 minutos en esta tarea, mientras que los "afortunados", tan solo un par de segundos. Lo que pasa es que la segunda página del periódico tenía un anuncio enorme: "Deja de contar: hay 43 fotos aquí". A diferencia de los "desafortunados", ellos lo notaron de inmediato.
2. Toman por suerte hasta los eventos desagradables
Wiseman les hizo a todos los participantes la siguiente pregunta: "Si estuvieras en un banco durante un asalto y el criminal te disparara en un brazo, ¿para ti sería una suerte o no?". "No", contestaron aquellos que nunca tienen suerte. "Claro que es suerte, ¡porque pudo haberme disparado en la cabeza!", contestaron los afortunados.
También puedes ponerte a prueba contestando la pregunta: "¿Cómo catalogarías a una persona que estuvo al borde de la muerte 7 veces, pero sobrevivió? ¿Es un afortunado o, al contrario, aquel que siempre busca problemas?". Tal persona existe de verdad. Es el maestro de música serbio Frane Selak y, por supuesto, se considera la persona más suertuda del mundo. Frane ha sobrevivido a un accidente de tren, varios automovilísticos y en una ocasión cayó de un avión volando. La primera vez que compró un boleto de lotería ganó 600 mil libras esterlinas. ¿Acaso no es afortunado?
Los problemas ocurren con todo el mundo, pero aquellos que los toman como una experiencia positiva, al final conservan una actitud optimista hacia la vida y miran el futuro sin miedo.
No te estanques en tus fracasos. Mejor pregúntate: ¿cómo puedo aprovechar esta situación? ¿Qué es lo que me ha enseñado? ¿Qué hago para que trabaje para mí?
3. Creen en su suerte
Richard Wiseman cree que la suerte se debe tomar como un rasgo de la personalidad que se puede desarrollar: es suficiente creer en que todo estará bien, tomar decisiones de acuerdo con la intuición y no obsesionarse con las dudas.
La eficiencia de tal conducta es comprobada por Maia Young de la Universidad de California. Ella descubrió que los estudiantes que creen en su suerte asumen las tareas difíciles con mayor frecuencia y logran resultados más grandes que aquellos que se consideran desafortunados.
4. Siempre prueban algo nuevo
Richard Wiseman invita a declarar una guerra a la rutina y buscar experiencias nuevas todo el tiempo:
- Romper el itinerario más a menudo, hacer las tareas acostumbradas de manera distinta y probar cosas nuevas todo el tiempo;
- cambiar tu círculo social.
Por ejemplo, él inventó para sus estudiantes una tarea: para no tratar en la fiesta y en la conferencia solo a las personas que ya conoces, debes acercarte y presentarte a todas las personas que traen ropa de cierto color.
El profesor de psicología Philippe Gabillet también cree que cuantos más conocidos tenemos, mayor es la probabilidad de tener suerte. Solo debes ser atento y generoso con la gente, y te responderá con lo mismo.
5. Usan amuletos
En 2010 los científicos de la Universidad de Colonia realizaron un estudio invitando a los alumnos a meter una pelota en un hoyo. Los participantes fueron divididos en 2 grupos: el primer grupo recibió la pelota "feliz" que, según los maestros, había sido anotada en muchas ocasiones; mientras que el segundo grupo recibió una pelota común. El resultado promedio del primer grupo fue un 36 por ciento más alto que el del segundo.
En otro experimento a los alumnos se les pidió traer sus amuletos y luego se los quitaron para fotografiarlos. Después de esto, los participantes tenían que hacer un test de astucia. Al mismo tiempo, a una mitad de ellos se les devolvieron sus amuletos, mientras que a la otra, no, alegando que lo harían al terminar la prueba. Los alumnos del primer grupo nuevamente mostraron mejores resultados.
Así, los científicos demostraron que los amuletos de verdad ayudan a lograr objetivos: aumentan la seguridad en uno mismo, reducen la tensión y te ayudan a sentir que estás controlando la situación, por lo cual te permiten realizar la tarea con la mejor concentración.
6. Buscan apoyo de otras personas
En otro experimento los estudiantes tenían que resolver un juego infantil lo más rápido posible: meter 36 pelotas pequeñas en 36 hoyos pequeños. El grupo que sintió el apoyo (el instructor estaba animando a los participantes con las frases "Estoy con ustedes", "¡Pueden lograrlo!"), terminó la tarea mucho más rápido que las personas que lo hacían en silencio.
Rodéate de aquellos que en lugar de quejarse de la vida saben apoyar, son afortunados y están dispuestos a intercambiar contigo sus pensamientos y energía positiva. Porque somos quienes nos rodean.
La suerte es el estado de nuestra conciencia. Si tomamos la vida no como una prueba difícil, sino como una aventura y a las dificultades, como un reto; si sentimos placer buscando soluciones, sin duda, nos espera el éxito. Las oportunidades son las puertas. Tócalas y te las abrirán.