Cómo es la vida de Bobi, el perro más longevo del mundo

Se dice que el destino no se elige, y aunque parezca que todo estaba en contra de Bobi desde el día en que nació, una especie de milagro y suerte se mezclaron para que permaneciera en este mundo y viviera la vida más larga que ha vivido cualquier perro.

Pero hoy contaremos cómo esa vida que hoy rompe el récord estuvo a punto de terminar casi al empezar aquel 11 de mayo de 1992 en un pueblo rural de Portugal, en el seno de la familia Costa.

Solo uno quedó

Bobi formaba parte de una manada de cuatro cachorros rafeiro do alentejo, una raza de perro guardián de ganado que suele tener una esperanza de vida de entre 12 y 14 años.

Los cachorros nacieron de una perra de la familia llamada Gira, y tuvieron como primer escenario un almacén de madera. La familia Costa tenía muchos animales, así que decidieron que no podrían tener más y, de recién nacidos, se los llevaron a morir cuando su madre se alejó. Sin embargo, no se dieron cuenta, y uno se quedó.

Leonel Costa, actual propietario de Bobi, recuerda que él tenía 8 años cuando esto sucedió. La tristeza los invadió a él y a sus hermanos, pero notaron que Gira seguía yendo al almacén de madera. Al seguirla, descubrieron entre las maderas a Bobi, y guardaron el secreto.

Y abrió los ojos

Leonel cuenta que el secreto de la vida de Bobi permaneció hasta que el cachorro pudo abrir sus ojos, ya que era una señal de que su sistema nervioso se había desarrollado. Además, era de conocimiento general que, si un perro abría los ojos, ya no había marcha atrás.

Así que, cuando los padres de Leonel se dieron cuenta de la existencia de Bobi, el joven cachorro se volvió parte de la familia Costa.

“Confieso que, cuando se enteraron de que ya lo sabíamos, gritaron mucho y nos castigaron, ¡pero valió la pena, y por una buena razón!”, declaró Leonel.

Una vida sin correas

Leonel Costa hoy tiene 38 años y Bobi, 30. El hombre considera que el secreto de la longevidad de Bobi está en su estilo de vida.

Ambos viven en la comunidad de Conqueiros, en Leiria, Portugal. Alejados de la ciudad y el ruido, Bobi es un perro que toda su vida ha vivido sin correas, moviéndose libremente por toda el área y alimentándose de la misma comida que cocinan sus dueños humanos.

Leonel comentó que nunca pensó que su perro pudiera romper un récord Guinness, y menos ser el perro más viejo en la historia. Señaló que los perros en su familia suelen vivir muchos años, recordando a la mamá de Bobi, Gira, quien murió cuando tenía 18 años.

El más viejo en la historia

La edad de Bobi, quien está por cumplir 31 años, rompió el récord del perro más longevo no solo de la actualidad, sino de la historia.

Bobi venció al anterior can del que se tiene registro, un pastor australiano de nombre Bluey, que al momento de su muerte tenía 29 años de edad, y vivió entre 1910 y 1939 en Australia.

Actualmente, la salud de Bobi es monitoreada por veterinarios locales, que comentan que, salvo las vicisitudes de su vejez, tales como la disminución energética y visual, Bobi se encuentra en óptimas condiciones. ¡Te deseamos muchos años más, Bobi!