Cómo fue el camino de Jessica Simpson hacia el amor propio después de ser criticada por su peso
Desde hace décadas, los medios de comunicación, la publicidad e incluso las personas a nuestro alrededor, han reforzado la idea de que la delgadez es sinónimo de belleza. Sin embargo, ahora se está buscando el reconocimiento de que lo bello viene en muchas formas y tamaños. A veces puede ser difícil escapar de las opiniones ajenas, y para las celebridades suele ser complicado no doblegarse ante los comentarios de miles de personas.
En Genial.guru admiramos a Jessica Simpson, quien se ha enfrentado a las críticas por su cuerpo y ahora nos da un mensaje de un amor propio que no se mide en tallas.
Jessica Simpson comenzó a cantar en el coro de la iglesia, hasta que fue descubierta por un sello de música religiosa. Aunque aquel disco no funcionó, después de firmar un contrato con Columbia Records no tardó en convertirse en un ícono adolescente en la década de los 90.
Pero eso, además de abrirle las puertas a recorrer escenarios por todo el mundo, la puso bajo el escrutinio del ojo público, que con el paso de los años no ha dudado en opinar sobre el aspecto de Simpson. “Tengo que ser honesta: para mí, lo más difícil con Jessica ha sido el peso. Porque la forma en que la gente la juzga es increíble”, explicó Tina, su madre.
Cuando apenas estaba por lanzar su primer álbum, Jessica conoció al cantante Nick Lachey en un desfile navideño. Poco después, se volvieron inseparables y el chico no dudó en pedirle matrimonio en un paseo en yate en Hawái. Este sería solo el inicio de lo que catapultaría su fama, ya que después de las nupcias comenzaron a grabar Recién casados: Nick y Jessica, un reality show sobre su vida.
Sin embargo, las cosas no iban muy bien fuera de cámaras. “Seguro fue auténtico en las primeras dos [temporadas], pero en la tercera definitivamente nos esforzamos demasiado para ser la pareja perfecta”, contó ella.
En 2005, la pareja anunció su separación. Lachey no tardó en mudarse con su nueva pareja, lo cual dejó muy dolida a la cantante. “Entonces, Nick, ¿ya estás con alguien más? Parece que olvidaste el amor que me dijiste”, escribió.
Sin embargo, cinco años después de aquella desilusión amorosa, Eric Johnson llegó a su vida. El ex jugador de fútbol americano y Jessica se comprometieron luego de salir por seis meses, aunque se casaron algunos años después. “Eric y yo tenemos una verdadera conexión de mente, cuerpo y alma”, aseguró.
En 2011, Jessica anunció que estaba embarazada y se mostró muy entusiasmada por esta nueva etapa. La pareja decidió posponer la boda hasta la llegada de la bebé. “Eric y yo nos amamos, y saber que amo a este bebé dentro de mí es increíble, lo amo tanto y ni siquiera lo he conocido todavía”, dijo.
Pero la boda continuó en espera después del nacimiento de Maxwell, y en su lugar dieron la bienvenida a su segundo hijo. Simpson contó que en este embarazo se sintió exhausta y se preocupó por comer más saludable para no batallar tanto en la pérdida de peso después de la llegada de Ace.
Finalmente, Simpson contrajo matrimonio con Eric Johnson en 2014, en una bella ceremonia en la que Maxwell fue la niña de las flores, mientras que el pequeño Ace fue el encargado de entregar los anillos a sus padres.
“Eric y yo hemos estado casados antes, así que nos tomamos nuestro tiempo para encontrar a la persona adecuada. Cuando nos encontramos, sabíamos que tenía que ser para siempre”, comentó.
Pero no todo era tan perfecto como parecía, ya que Jessica luchaba contra las adicciones en las que cayó como producto de un trauma de la infancia y el estrés de su carrera. En 2017, decidió que era hora de, según sus palabras, recuperar su luz, su respeto propio y la claridad para enfrentar el mundo.
“Estaba en ese momento de mi vida en el que mis hijos estaban creciendo y observaban cada movimiento que hacía. Realmente quería claridad”, contó recordando aquel día en el que decidió hacer un cambio permanente.
Aunque la pareja no planeaba ampliar su familia de cuatro, la vida tuvo otros planes para ellos. En 2019, Jessica vivió su embarazo más complicado. En la semana 36 tuvo que ser hospitalizada por una bronquitis severa que hizo que cayeran los niveles de oxígeno de la bebé.
“No podía respirar. Yo pesaba 117 kilos. Ella era una bebé muy grande”. Afortunadamente, Birdie Mae nació a través de una cesárea y ahora es la niña que manda en casa.
No es ningún secreto que con cada embarazo, Jessica disfrutaba la oportunidad de comer tanto como quisiera. Pero la farándula no la perdonaba, y en los medios se escuchaban comentarios que decían que ninguna mujer embarazada debería verse como la cantante. Incluso llegaron a llamarla “gorda” directamente. Bajo la inquisitiva mirada del público, Jessica no pudo evitar que las críticas la hirieran.
“Pasé tantos años castigándome por un estándar corporal poco realista que me hacía sentir como un fracaso todo el tiempo”, se sinceró. Pero superar sus adicciones también la ayudó a volverse más segura en cada área de su vida. Para Simpson, tener un cuerpo y mente sanos, la han ayudado a callar esas voces y aceptarse a sí misma.
Ahora, la cantante se ha mostrado contenta por bajar 45 kilos después de su embarazo y ha vuelto a tomar las redes para compartir el fruto de su esfuerzo. Aún así, Jessica asegura que no se preocupa por el número que marque la báscula y solo quiere sentirse bien.
Para ella, el movimiento actual por la positividad corporal ha sido un gran apoyo. “No creo que la gente siempre se haya dado cuenta de que había un ser humano, un corazón que late y sentimientos reales detrás de esos titulares, y que las palabras pueden doler y quedarse contigo toda la vida”, contó.
¿Por qué crees que es importante no hablar del aspecto de los demás? Cuéntanos en los comentarios.